Hoy desde las 18, en el SUM de Daract II, Redondo ofrecerá el conversatorio “Derecho a la educación y políticas de infancias en la provincia de Buenos Aires a 40 años de democracia”. Esta actividad, que coordinará la docente de la UNM Débora Spinosa, busca reflexionar sobre los derechos de la infancia y la construcción de ciudadanía en nuestra tarea cotidiana y está dirigida a estudiantes de institutos superiores de formación docente, docentes de nivel inicial, inspectores, profesores de Inicial, primario y secundario y estudiantes y docentes de esta casa de estudios.
Redondo, directora de Educación Inicial de la provincia de Buenos Aires, es doctora en Ciencias de la Educación y profesora en la Universidad Nacional de la Plata en la Facultad de Ciencias de la Educación. Además, se especializa en temas de la infancia, educación y pobreza. Como anticipo de la charla, dialogó con ANUNM.
¿Qué temas va a tratar en el conversatorio?
Me voy a referir a las políticas públicas que venimos llevando desde la Dirección de Educación Inicial, acerca de los logros y avances y también lo que tenemos pendiente. Además, sobre las cuestiones que plantean cómo pensar la relación entre la infancia y la democracia, en particular la educación y la política, es decir, de qué modos debemos pensar en la educación de los primeros años en clave democrática y la dimensión de las políticas públicas.
¿Cuáles son las expectativas de este evento?
La Universidad Nacional de Moreno es una universidad muy especial para mí por los sectores sociales que atiende y porque también hay muchas y muchos docentes que se forman para ejercer en Educación Inicial. Así que mi expectativa es poder estar en la Universidad y tener una conversación e intercambio, para pensar en común los temas que se hablan.
¿Por qué cree que es importante reflexionar sobre estos derechos de la infancia?
Me parece importante porque la cuestión de la infancia requiere, sobre todo en este tiempo electoral, que pueda ser sumada a la agenda política. En general es difícil lograr que las cuestiones de la infancia ocupen espacio en la agenda política, pero sobre todo porque la relación entre la infancia y el porvenir de nuestro país tienen una relación muy estrecha y me parece que conversar en el marco de una universidad sobre las políticas, la cuestión de la infancia y el derecho a la educación, abre un debate sumamente necesario sobre el cuidado y la enseñanza.
¿Por qué considera que es relevante la universidad pública para la formación inicial?
Me parece muy relevante el papel de las universidades públicas por la rigurosidad, la polifonía de miradas, de voces y de aportes teóricos y prácticos que reciben quienes están haciendo los itinerarios de formación en aquellas. La cuestión de la infancia cruza una cantidad de campos disciplinares y en esta intersección la educación inicial necesita cada vez una formación más compleja, una mirada más sensible y atenta a los cambios de la época, a los cambios del estatuto de la infancia y todo aquello que rodea a la educación inicial. Es muy importante la formación de la educación de quienes vayan a ejercer su tarea ligada a la educación inicial en distintos ámbitos, ya sea en la educación popular o educación en los espacios más instituidos del sistema escolar. Me parece que es clave la formación de la universidad pública.
¿Cómo está hoy la educación inicial en la provincia?
La educación en la provincia abarca casi 700.000 niños y niñas de gestión estatal y privada. Ha tenido muchísimos avances, tanto en expansión, en construcciones de edificios, en cantidad de cargos que se han sumado y en la cualificación del trabajo en zonas rurales. Y se ha hecho muchísima tarea en políticas de memoria. De todas maneras hay que seguir pensando las formas de lo escolar. Hay que seguir ligando la tarea de enseñar a las niñeces más tempranas con el lugar de las mujeres en la sociedad y particularmente en la provincia de Buenos Aires. Hay que seguir tramando derechos e ir reconociendo la diversidad de experiencias infantiles que abarcamos. Nosotros ya tenemos la situación de niñas y niños en situación de privación de libertad, en zonas rurales, en islas, y entonces allí lo que queda es seguir profundizando el derecho a la educación, que de hecho, lo hemos ampliado, pero todavía hay mucha tarea por hacer.
