
Natalia Díaz tiene 25 años, vive en Moreno y, gracias a la recomendación de una docente de la secundaria, conoció la carrera de Ingeniería en Electrónica y se dio cuenta que se ajustaba a sus intereses. En 2015, mientras cursaba sexto año, se acercó a la UNM para participar en la Expo Carreras. Allí supo que esta casa de estudios dictaba la licenciatura y no dudó en anotarse.
El año pasado se convirtió en la primera graduada universitaria de su familia. Recientemente, su tesis de grado, titulada “Automatización de interferómetro tipo Twyman-Green NLP-TESA”, fue distinguida por INVAP. El trabajo fue realizado en los laboratorios del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y por medio de una beca de la institución.
¿De qué se trata la innovación desarrollada por Natalia? Su tesis contribuye a modernizar y optimizar el empleo de la herramienta que se utiliza para medir las longitudes de las ondas, es decir, las distancias que existen entre una y la otra. Con la propuesta de ella, se puede mejorar la precisión de esas mediciones.
¿Por qué elegiste la carrera de Ingeniería en Electrónica? ¿Cómo conociste a la UNM?
Cuando estaba en la secundaria una profesora me dijo que existía la carrera de Ingeniería y que consideraba que yo podía estudiar eso. Ahí empecé a investigar sobre esta profesión que desconocía, me encontré con que había un montón de ingenierías. Todo lo que leía se relacionaba con cosas que a mí me gustaban, era la profesión que iba con mis intereses. Estaba muy ansiosa de terminar la escuela para empezar a estudiar esta carrera, así que en el último año empecé a averiguar dónde podía hacerlo. Una profesora me habló sobre la carrera de Ingeniería Industrial que dictaba la Universidad Nacional de Luján (UNLu). Tenía eso en mente, pero en el último año de la secundaria nos llevaron a la exposición de charlas de carreras que hacía la UNM y ahí fue cuando me decidí a estudiar Ingeniería en Electrónica en esta universidad. Más que nada porque quería probar y me quedaba más cerca. Me animé, fui y estuvo buenísimo.
¿Cómo está compuesta tu familia y a qué se dedican?
Mi familia es muy grande, vivo con mis padres y mis dos hermanos, uno de ellos también estudia Ingeniería, pero en otra universidad. Mi mamá es ama de casa y mi papá es electricista. Mis tíos estudian en la UNM y en universidades cercanas, pero yo soy la primera generación de graduados en la familia.
¿Qué es lo que más destacás de tu recorrido por la universidad?
Lo que más destaco son las personas que conocí, los profesores y los compañeros con los que compartí casi todas las materias hasta la graduación, sobre todo la calidad humana. Cada vez que escucho hablar a un graduado noto que hay mucho sentido de pertenencia, estar en la UNM es como sentirme en casa. Es una universidad que es acogedora, se siente eso de hogareño estando ahí.
¿Participaste como ayudante en alguna materia durante la carrera?
Estuve como auxiliar estudiante en 2022 en la materia de Circuitos II. La experiencia me encantó, hay una parte de la materia que se hace en el laboratorio. Me encantó estar ayudando y ser un apoyo tanto para el profesor como para los estudiantes. Ahora estoy como auxiliar graduada de Informática I, una de las primeras materias de la carrera. También es en laboratorio y sobre programación en C, que es un lenguaje que se usa para programar los microchips y que funcionen de una determinada manera. En la materia se aprende el lenguaje de forma introductoria.
Actualmente te encontrás trabajando en el INTI. ¿Cómo llegaste a trabajar ahí y en qué proyectos?
En la UNM hay varios profesores que trabajan en este instituto. Además, hay un convenio que tiene la universidad por las Prácticas Profesionales supervisadas de 200 horas que un estudiante tiene que hacer para acreditar una materia y poder recibirse.
Esas prácticas se hacen en algún sitio que puede ser una institución, la universidad o empresas que tengan convenio con la UNM. Bajo ese convenio entré contratada por 208 horas para hacer las prácticas en el INTI, en un proyecto de cargadores de autos eléctricos. Esas prácticas las hice durante tres meses en 2021.
En las 208 horas que tuve de prácticas yo había empezado a estudiar el asunto, a ver cómo eran estos cargadores, qué normas se aplicaban en otros países y las regulaciones. Después de finalizar mis prácticas se abrió una convocatoria externa del INTI a becas de grado para hacer un sistema de validación de los medidores de los cargadores de autos eléctricos. Me anoté a para meterme a ese proyecto con la idea de que ese tema fuera el proyecto final de mi carrera.
No me eligieron para esa beca, pero había otras vacantes donde no se había presentado nadie. Entonces me contactaron para otros proyectos y me ofrecieron sumarme al del interferómetro, que me parecía muy atractivo porque se vinculaba también con la programación y sentía que podía hacerlo.
Entonces, para julio de 2021, empiezo con una beca de grado para sumarme al proyecto del interferómetro en el Departamento de Óptica y Dimensional del INTI. Ahora sigo trabajando con este tema, lo que yo presenté como Trabajo Final de carrera fueron los avances del proyecto en el que estoy.
En relación a tu trabajo final, ¿nos podrías comentar qué es un interferómetro?
El interferómetro con el que trabajé en mi proyecto final de carrera es un instrumento que tiene la capacidad de medir el tamaño de bloques patrones, que son piezas rectangulares macizas de metal, con mayor exactitud que otros métodos. Para realizar estas mediciones, el sistema utiliza dos láseres debidamente calibrados teniendo en cuenta la velocidad de la luz y el patrón del segundo, que es el reloj atómico de cesio, para cumplir con el estándar internacional. A través de una cámara de video se recibe el reflejo de cada uno de los láseres sobre el bloque y la platina, que es una plataforma de referencia del mismo material que el bloque donde son adheridos para la medición. Las imágenes capturadas por la cámara se llaman interferogramas y éstas se procesan conociendo la frecuencia de los láseres, permitiendo calcular la diferencia entre el tamaño real del bloque y el tamaño esperado. Para asegurar la exactitud de las mediciones se deben conocer las condiciones ambientales dentro de cabina, donde se miden los bloques como la temperatura, la presión y la presión de vapor de agua en el aire para hacer las correcciones correspondientes.
¿Para qué serviría el interferómetro?
Supongamos que un argentino tiene una idea y quiere hacer una máquina que fabrique piezas. Esa pieza va a tener un tamaño en particular. Nunca salen dos piezas exactamente iguales, pero es necesario que esas piezas tengan un tamaño determinado con cierto margen de variación entre piezas. Las máquinas, cuando son mecánicas, con el tiempo se van desajustando. Para estar seguro de que las piezas tengan el tamaño esperado, es necesario contar con un bloque patrón de determinada calidad metrológica, que sea del tamaño de la pieza que se desea fabricar, para calibrar la máquina. Cada cierto tiempo se va a poner ese bloque en la máquina para reajustarla al tamaño deseado y para estar seguro de que las piezas se están fabricando correctamente. Esto sirve en el caso de que, por ejemplo, el argentino quiera exportar estas piezas y alguien de otro país quiera comprar ese producto. Dentro de las especificaciones que se brindan de un producto, se encuentra el tamaño, para que le puedas decir a una persona que está en otra parte del mundo qué tamaño tiene y que te entienda. Es decir, debe haber un estándar. Esto es importante para que un argentino pueda tener industria, hacer sus desarrollos en el país y que se puedan vender al mundo. En caso contrario, estos bloques tendrían que ser enviados a Estados Unidos o a Europa, por ejemplo, para ser calibrados, con todo lo que implica sacar un permiso para enviarlos al exterior, los tiempos son más largos. Por eso, es importante el trabajo que desarrolla INTI con el interferómetro para el desarrollo científico y tecnológico.
¿Cuáles son los avances que presentaste en tu proyecto final que fue reconocido por INVAP?
Lo que presenté en la universidad fue la comunicación con los periféricos que sensan las condiciones ambientales. Se trata de un método de medición con una sola longitud de onda y el desarrollo de una nueva herramienta para determinar la estabilización térmica. Es decir, para que el sistema pueda medir igual con un láser, sin necesidad de que estén los dos (el rojo y el verde). Esto optimiza los tiempos de medición, ya que aumenta la disponibilidad de los instrumentos. El desarrollo de la nueva herramienta, con la cual el sistema original y los equivalentes en otros países no cuentan, tiene como propósito monitorear las temperaturas, graficarlas en tiempo real y dar aviso cuando las condiciones son óptimas para medir los bloques patrón. Ese monitoreo mejora la exactitud de las mediciones. Las mejoras son, entonces, la optimización de los tiempos de medición y la exactitud de las mediciones.
¿Esperabas el reconocimiento de INVAP hacia tu trabajo? ¿Qué significa para vos?
Para mí significa muchísimo, yo me acabo de recibir, entonces es como un aval a mi trabajo como profesional. Estoy muy contenta, tenía muchas ganas de ganarlo, pero no me lo esperaba. Me incentiva a seguir esforzándome, a saber que el trabajo y la dedicación tienen un reconocimiento. Haber concursado y competido con otros profesionales, otros ingenieros que recién empiezan también en otras universidades, me parece importante y me da valor a mí como profesional y a la universidad como institución porque la formación ha sido de calidad, no me han faltado herramientas ni recursos. Lo que tiene mi proyecto final es que no fue solo aplicación de Electrónica, fue Electrónica aplicada en el campo de la Física. Estando en el INTI tuve que aprender métodos físicos para poder aplicarlo. Las herramientas que me dieron en la UNM fueron fundamentales porque pude aplicar esos conocimientos y adquirir otros nuevos.