En Moreno la música es mucho más que un arte. Es un reflejo del barrio, de las historias personales y del trabajo colectivo. La riqueza de géneros que nutren esta escena incluye el rock, el punk, el folklore, el trap y el reggaetón, en una combinación que celebra la diversidad y la identidad local.
Eloy Azcárate, fundador del club cultural Rojo Bar en Moreno describe: “Creo que Moreno, a nivel géneros, tiene un montón y está buenísimo. Después creo que hay algo que nos conecta a todos, es el barrio, lo que nos pasa en la diaria, llevamos a cabo los proyectos con esfuerzo. El apoyo que hay de esos grupos a la hora de que ellos se presenten, el amor por el otro. Creo que el esfuerzo y las ganas de que suceda y el ser genuino nos representa”.
Lola Alfonso Groba, jefa del estudio municipal de grabación, amplía esta idea al destacar el vínculo especial que los artistas tienen con su lugar de origen: “Hay una gran variedad y amplitud de músicos y artistas en la escena morenense actual. Sí hay algo característico, que creo que indudablemente tiene que ver con el contexto en el que vivimos, con la ciudad de donde somos, tan faltos de recursos, siendo como el último cordón, que por más que se tenga o no se tenga, hay un deseo de hacer, una puesta en valor sobre el arte, sobre la cultura morenense, un amor por Moreno, por nuestra tierra”.
Este crecimiento no es accidental. Bandas como Bastardos del Under aportan estilos únicos, influenciados por el rock argentino y el punk británico. “Nuestro estilo combina rock y punk, con influencias de Ataque 77 y Ratones Paranoicos. Es un honor ser parte de la escena de Moreno”, explica Román Gianico, baterista del grupo, que supo telonear a Green Day en Vélez en 2022.
Leandro Rondoletto, cantante solista y conocido como El Favorito, coincide en que la apertura a nuevos géneros es clave para el desarrollo de la escena: “La escena está creciendo porque ahora hay espacio para géneros que antes no lo tenían. Veo bandas de rock, folklore y artistas urbanos colaborando entre sí. Hay mucha buena onda y predisposición”. Ramiro Gómez, cantante de Los Bicis, dice que hay una gran variedad de música y grandes proyectos que tienen mucho trabajo encima. Destaca esa variedad e impronta como algo característico y particular de Moreno que lo diferencia del resto
Espacios culturales como pilares fundamentales de crecimiento
El crecimiento de la música en Moreno no sería posible sin los espacios que permiten a los artistas presentarse, profesionalizarse y conectarse con su público. Rojo Bar, Fanky y la Plaza Buján son algunos de los lugares emblemáticos donde funciona la escena musical local.
Rojo Bar es uno de los principales referentes. Con más de una década de historia, este club cultural se ha ganado un lugar destacado en la movida local. “Este espacio lo que tiene es una comunidad artística, hoy ya sea desde la música, teatro, expo, pintura… lo hizo la gente, porque evolucionó con la gente, con los artistas, y fue un trabajo entre todos, no fue un local que se armó y se le puso el cartel, sino que tanto la grilla artística como la estructura fue evolucionando gracias a la comunidad. Creo que es el soporte más rico que tiene todo esto: la gente, los músicos, la gente que participa”, detalla Eloy sobre la evolución de Rojo Bar.
Además, este espacio no se limita a ser un escenario, sino que también busca ofrecer condiciones óptimas para los artistas. “Ellos acá se pueden mostrar en su plenitud artística, donde hay una circunstancia profesional y que embellece todo lo bueno que tienen sus proyectos. El artista se siente cómodo, por lo tanto, el artista está en condiciones y eso es muy importante a la hora de desarrollar una situación artística”, explica Eloy.
Gómez, el cantante de Los Bicis, resalta la importancia de este tipo de espacios: “Creemos que hay una conexión especial con lo que es Fanky (bar ubicado en Moreno Centro), por la historia, por el tiempo que lleva y porque es un lugar al que mucha gente de Moreno asiste, independientemente de si toca una banda o no. Entonces eso tiene como una energía particular”.
Por otro lado, el estudio municipal de grabación ha permitido que muchas bandas accedan a una grabación con producción profesional. “Por lo menos, han pasado 150 proyectos musicales. Eso implica varios turnos donde los productores se sientan a laburar ese material, a hacer la parte de edición, mezcla y masterización de cada pieza”, explica Alfonso Groba.
Una red de colaboración que impulsa la música
La música en Moreno no es solo un esfuerzo individual, es también el resultado de una red de colaboración entre artistas, gestores culturales y espacios. Este sentido de comunidad es uno de los elementos que definen a la escena morenense.
Eloy destaca: “Intento que haya variedad, tanto como artistas consagrados y artistas emergentes, proyectos en desarrollo. La paleta esa hace rico al espacio y que haya diferentes proyectos en diferentes procesos creativos está re bueno. Esto es un club cultural, entonces me gusta que haya una paleta de géneros para que sea un lugar que integra.’’.
Ella también resalta la solidaridad entre los músicos: “Hay muchos puentes, muchos lazos, se terminan conociendo todos con todos… nosotros que trabajamos en el estudio con los artistas terminamos teniendo un tipo de vínculo o relación porque tenemos conocidos en común. En Moreno hay una red solidaria muy grande y una variedad de artistas musicales muy amplia, de gente que sale adelante por más que no tenga. Antes del estudio peleándola y haciendo lo mejor que podían hacer y ya con el estudio aprovechando esa oportunidad al máximo”.
Leandro menciona cómo estas conexiones han beneficiado a su El Favorito: “Por ejemplo, varios artistas de otras bandas han ayudado mucho al crecimiento de mi banda en particular, gracias a los en vivo, a los shows de ellos en donde nos han invitado a participar”.
Proyectos y un futuro que promete
La música en Moreno, además de celebrar el presente, mira al futuro con optimismo. Bandas, solistas y espacios culturales trabajan constantemente en nuevos proyectos que amplían los límites de la escena. “Estamos haciendo conciertos de primera línea, tanto de punk, hip hop, el festival de jazz más grande de la provincia de Buenos Aires, que fue un esfuerzo tremendo. Es un género que es difícil”, cuenta Eloy.
Lola explica que el estudio municipal también busca expandirse: “Se brindan talleres de producción musical, de grabación, masterización, mezcla, también está empezando a suceder eso en el estudio, es decir, un espacio donde se capacite gente.”.
Por su parte, las bandas tienen metas ambiciosas. “Estamos grabando varios sencillos y también estamos planeando a futuro la grabación de un álbum completo, así que en cuanto a grabaciones estamos bastante activos y con bastantes proyectos a futuro”, menciona Leandro. Román, de Bastardos del Under, añade: “Queremos grabar nuestro primer disco en 2025. Es un gran objetivo que nos motiva a seguir adelante”.
Moreno es comunidad
La escena musical de Moreno es un reflejo genuino de su identidad que se construye en comunidad, colectivamente. En espacios como Rojo Bar, Fanky y el estudio municipal de grabación, y a través de la colaboración y solidaridad entre artistas, la música se convierte en una celebración de creatividad y esfuerzo colectivo, lo que caracteriza a la localidad de Moreno. Como dice Eloy: “Es un orgullo participar en nuestro pueblo haciendo esta gestión y que la cultura esté cada vez más en un lugar privilegiado porque nos hace bien al alma”.
