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Vicedecano-Coordinador de la Licenciatura en Comunicación Social UNM

“Los estudiantes son muy innovadores”

Karina Sarro, docente de la ESPUNM, fue seleccionada entre las diez mejores docentes del mundo, en el marco del GEMS Education Global Teacher Prize, organizado por la Fundación Varkey en colaboración con la UNESCO. En esta entrevista ella cuenta sobre el concurso , el rol de las tecnologías en las aulas, su trabajo cotidiano en la escuela secundaria de la UNM y el conflicto que atraviesa aquella, que busca recuperar su predio original.

La docente morenense junto a dos de sus estudiantes.

Nació en El Palomar, vivió luego en Morón y desde 2009 está radicada en Moreno. Madre de dos hijos (“dos soles”, dirá), Hernán, de 24 años, que estudia para Contador en la UNM, y Daiana, de 21, y licenciada en Comunicación Social, Karina se hizo tiempo para dialogar con ANUNM en medio el vértigo de entrevistas a partir de haber sido seleccionada en el top ten de docentes internacionales.

Ella trabaja en la ESPUNM,  en una escuela secundaria de Francisco Álvarez y en dos para adultos de Moreno. Tiene un posgrado en FLACSO-Costa Rica en Educación y Nuevas Tecnologías, una Maestría en Tecnología y Competencias Digitales y cursa el Doctorado en Educación en la Universidad ISIMA, en Toluca. La semana que viene viaja a Dubai, a la Cumbre de Gobiernos del Mundo, que sesionará entre el 11 y el 13 y en donde se dará el nombre de la persona ganadora. Entre los otros finalistas hay profesores de Araba Saudita, Estados Unidos, Malawi, Kenya y Francia. Quien logre el premio máximo, se llevará un millón de dólares. ¿Será la comunicadora social de la UNM?

¿Qué elementos valoraron desde la Fundación Varkey y la Unesco para seleccionarte en esa posición?

Primero tuve muchas entrevistas con ellos y mandar mucha información. Lo que ellos observan es que las clases sean lo más inclusivas posibles, que se desarrollen proyectos innovadores, creativos y dinámicos, que tengan resultados demostrables, que podamos preparar a los estudiantes para que sean ciudadanos globales, que les demos herramientas para este siglo, que aprendan  a trabajar en equipo…y valores como la cooperación, la empatía y la solidaridad. De 5000 docentes de 89 países primero quedamos 50 y ahora 10.

¿Qué proyectos destacás dentro de tu tarea en la ESPUNM?

Primero resalto el gran ingenio que tienen los estudiantes, son muy innovadores. El mérito realmente es de ellos. Diseñaron Educiudad,  un sistema de monitoreo del consumo de energía y calidad del agua  Para Educiudad trabajé con dos colegas, Natalia y Jorgelina. Más allá de las actividades, los estudiantes  se apropian de las ideas y las enriquecen.

Otro proyecto surgió cuando vimos cómo prototipar con materiales reciclables. Ahí apareció  un proyecto simple de tecnología, como la Ecoaspiradora, para limpiar el aula. Los estudiantes divisaron una problemática y es impresionante cómo defendieron sus proyectos.

También aprenden a darse devoluciones y a escucharse. Se arman clases que nos dan posibilidades de debatir y enriquecernos constantemente.  Y poder tener la posibilidad de trabajar con otros colegas, es maravilloso, y con un director que nos da libertad y el apoyo que necesitamos.

¿En las escuelas secundarias para adultos y en la de Francisco Álvarez cómo aplicás la tecnología?

Ahí en esas escuelas los recursos son muy escasos, usamos los celulares, fundamentados pedagógicamente. Hacemos radio, aprendemos a grabar videos…en Álvarez a veces, en aulas modulares, y con chicos grandes, salimos a dar clase debajo de los árboles. Uno de las copas arboles lo comparten chicos de cuarto y quinto año. Tenés que tener muchas alternativas en la galera en esas escuelas.

¿Qué te aportó la carrera en Comunicación de la UNM?

Todo, absolutamente todo. Porque todo está atravesado por el lenguaje y la comunicación. Cuando me metí en robótica educativa en 2018, me pareció que haber empezado por Comunicación me dio un montón de posibilidades. Yo trabajo con ingenieros y los chicos no llegan a comprender a veces cuando los profesores quieren explicar un tema. Y nosotros aprendemos como expresarnos y nos han brindado tanta cantidad de herramientas que nos suman un montón.

En otra entrevista leí que a veces en las aulas decidís no usar las tecnologías. ¿Es así?

Hay veces que no es necesaria la tecnología. Con la ESPUNM trabajamos con HumanIA (nota del r: una plataforma de inteligencia artificial) y en un momento repartimos hojas para que, con una serie de elementos, los chicos armaran una historieta. No solamente pueden lograr todo su potencial mediados por la tecnología. La tecnología tiene que ser “aplicada a”, no es que hay que alimentarla siempre.  No suple al docente, aunque sí hay que saber sobre ella.

Mario Pergolini dijo recientemente el CHATGPT explica cosas mejor que un maestro. En esa línea, hay quienes devalúan el rol del docente y sugieren que pueden ser reemplazados por herramientas tecnológicas. ¿Qué pensás al respecto?

No estoy de acuerdo con eso. Una vez unos estudiantes googlearon algo que tenían que hacer, lo miraron en Youtube. Veo lo prototipado y les digo lo que les falta. Y me dicen que buscaron videos de Youtube y se dieron cuenta que los videos mostraban cosas que eran erróneas. “Bueno, para eso están los profes”, les digo.

Creo que hay que mostrarles a los estudiantes  que si usan la IA, les digamos como usar los prompts, cómo restringir, cómo usar esas herramientas. La máquina no te conoce, yo sÍ Que no sea un reto, pero hay que explicar. También hay que enseñar que conversar y escucharse es fundamental.

Otro riesgo concreto es que si un estudiante se acostumbra desde el vamos a que un programa al resume el texto, nunca sabrá hacerlo por sí solo…

Por supuesto. Hay que desmenuzar la aplicación como cualquier otra.

Para cerrar, ¿qué pensás del conflicto de la ESPUNM con la Municipalidad, por el predio original que le corresponde a la escuela?

Espero que se solucione cuanto antes. Cuando estuve en el sorteo de vacantes, me quedé con la imagen de un chico y una mamá llorando porque el nene no pudo entrar, al haber una reducción por la falta de espacios.  Yo me pregunto: ¿Tenemos que estar viviendo esta situación?

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