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Estudiante de Comunicación Social (UNM)

Día de la Seguridad Vial: la mayoría de los incidentes son evitables

Argentina tiene una elevada tasa de personas muertas por siniestros viales. ¿Qué hacer? La importancia de la prevención y del cuidado responsable. Foto principal: Candela Bandoni, de Anccom.
Augusto Lasalvia, padre de Justine Hartman y Carlos Ecker, padre de Federico, quienes murieron en la tragedia de Santa Fe de 2006, cuando un camión embistió el micro en el que viajaban las víctimas, en Santa Fe. Foto: Camila Alonso Suárez, de Anccom.

El 10 de junio se conmemora el Día de la Seguridad Vial, jornada en la que se invita a la reflexión y concientización a la hora de manejar. Esta fecha tiene sus raíces en 1945, año en el que se produjo un cambio trascendental en la circulación vehicular. Hasta entonces, Argentina seguía el patrón de manejo por la izquierda, al igual que otros países como Inglaterra. Sin embargo, ese año marcó un hito al adoptar el estándar de circulación por la derecha.

La seguridad vial es un tema alarmante alrededor del mundo. Los accidentes de tránsito constituyen una de las principales causas de mortalidad a nivel global. Esta problemática posiciona a Argentina como uno de los países con mayores índices de fallecimientos debido a siniestros viales. Según el último informe oficial emitido por el Gobierno Nacional, en 2023 hubo 4369 víctimas a lo largo del año, un promedio de 12 personas por día.

Ema Cibotti, activista cívica, historiadora y presidenta de ACTIVVAS afirmó: “Llamarlos accidentes es un error porque es difícil que una persona no sepa las reglas del sistema de tránsito. Un accidente es, por ejemplo, un síncope cardíaco, los demás son incidentes que se nombran a través de verbos específicos como atropellar”. Además, precisó: “La mayoría de estos incidentes son evitables, el problema es que no somos conscientes de cómo viajamos. Uno va en el auto y lleva el termo, el mate, la cartera, la computadora y no es así, deberíamos viajar sin nada, para esas cosas está el baúl”.

“Existen 5 factores de riesgo a la hora de conducir: la velocidad, el alcohol, las distracciones y la falta de uso de casco y de cinturón. En Argentina el factor de riesgo que causa mayor cantidad de siniestros es la velocidad”, aseguró la activista y agregó: “El problema con la velocidad es que las fábricas automotrices prueban sus unidades a 64 kilómetros, pero desarrollan velocidades que no pueden convalidar con los estándares de seguridad vial. Este problema es a nivel mundial, por eso los países europeos han empezado a bajar las velocidades”.

ACTIVVAS, cuyas siglas provienen del nombre Asociación Civil Trabajar contra la Inseguridad Vial y la Violencia con Acciones Sustentables, promueve la seguridad vial y la movilidad sustentable como derechos fundamentales para la vida, la integridad física de las personas y la salud pública. Uno de los proyectos en los que están trabajando es en la “Campaña Lunetas”, vinculado a la reducción de velocidad. A través de él expanden el pedido a la sociedad, con charlas con vecinos, para que la velocidad máxima de circulación sea de 30 kilómetros en las ciudades, ya que el conductor tiene mayor capacidad de reacción ante un imprevisto. 

La ONG “Creando Conciencia” es una de las entidades que se suma al pedido de 30 kilómetros como velocidad máxima para la circulación en las calles. Alejandro González, director de la ONG, ingeniero y perito accidentológico manifestó: “En las ciudades hay conflictos cada 100 metros, hay más siniestros que en las carreteras. Esto se debe a dos factores; a la velocidad como valor social, donde siempre queremos más y mayor rapidez y a la falta de educación, porque hay accidentes por ignorancia, no por intención”.

González ratificó: “Nuestro valor diferencial como organización es que nos enfocamos en la prevención, la educación y el control. Lo que buscamos es crear un cambio en la conducta y en la cultura de las personas que conducen porque sabemos que con las normas no es suficiente, normas que  vienen de un Estado ausente en materia de seguridad vial. Algo que tenemos que entender es que vivimos como conducimos y que manejar no es lo mismo que conducir. Manejar es saber las normas y llevar el auto a una fuerza motriz, conducir es compartir el espacio con otros, respetarlo y cuidarlo”.

Así como existen entidades dedicadas a la divulgación de información sobre seguridad vial y organizaciones que ofrecen educación tanto teórica como práctica, también hay espacios que se ocupan del proceso posterior a los siniestros.

Marina, quien no quiso dar su apellido, es coordinadora de la línea de asistencia a víctimas viales y expresó: “Desde nuestra oficina asistimos a quienes se comunican por asesoramiento o contención. Es decir, a nosotros no nos llegan todos los siniestros viales sino sólo de aquellas personas que solicitan alguna asistencia al Estado. La línea de asistencia telefónica es 149, opción 2. Ahí las víctimas y sus familiares podrán recibir asesoramiento gratuito posterior a la instancia del siniestro”.

La línea 149 opción 2 está disponible las 24 horas del día y es atendida por una persona que ofrece su escucha. Además, trabajan con un equipo interdisciplinario donde brindan asistencia legal, psicológica y social. El área legal orienta en causas civiles y penales, la psicológica ayuda en la transición del duelo o la situación y la social asesora en la tramitación de certificados, pensiones y programas. Esta asistencia está destinada a la persona que sufrió el accidente, a sus familiares o personas que fueron afectadas de alguna manera por el siniestro.

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