Nuestro derecho, nuestro lugar, nuestro futuro…

Texto:

Estudiante de Comunicación Social (UNM)

Microcréditos: la experiencia de la Fundación Franciscana

Esta ONG, que tiene una sede en Moreno, otorga créditos de pequeños montos que permiten que los sectores populares accedan al financiamiento. Límites y posibilidades de este tipo de herramientas.
Charla de capacitación a posibles receptoras de microcréditos, en la sede de Lomas de Mariló.

Los índices económicos son desalentadores respecto de la situación de la clase media-baja y baja. El incremento del porcentaje de pobreza de nuestro país penetra en la sociedad y los datos de inflación, que no dejan de aumentar, dan un panorama muy delicado para una población que trata de, como mínimo, mantener su calidad de vida. Miles de familias destinan sus escasos ahorros para refaccionar sus viviendas o emprender algún negocio que les permita generar nuevos ingresos. Sin embargo, con los pocos recursos de financiación pública y las todavía menores herramientas privadas, ¿qué opciones alternativas existen para conseguir préstamos? ¿Cómo se trabaja con un microcrédito? ¿Qué beneficios concretos se pueden lograr accediendo a ese tipo financiamiento?

La Fundación Franciscana es una ONG que funciona desde 2007 en el barrio Lomas de Mariló, Trujui, acompañando a familias en distintas situaciones de vulnerabilidad. Desarrolla diversos programas de estimulación temprana, apoyo educativo, áreas para adolescentes, psicología y economía social. Pamela González, coordinadora general, cuenta sobre el trabajo que realizan: “En la sede Mariló tenemos más de 230 familias que vienen por una necesidad concreta. Tratamos de construir un modo cercano de trabajo integral sabiendo que detrás de cada nombre hay una persona, una historia y una familia.”

En la actualidad la Fundación Franciscana cuenta con cuatro sedes ubicadas en Moreno, Tres de Febrero, Merlo y Río Cuarto, Córdoba. Dificultades como el acceso a la alimentación básica, crisis habitacional, situaciones de violencia y problemas de alfabetización o acceso a los sistemas educativos son algunos de los temas sobre los que trabajan. “Hoy estamos en un contexto muy complejo y las realidades en cada sede son distintas. En Mariló está más vinculado, entre otras cosas, a no poder acceder a un trabajo en blanco que posibilita tener ciertos beneficios que dignifican y permiten que uno se piense distinto, como una obra social”, explica Pamela. Y agrega: “La propuesta que tenemos desde el área Economía Social es uno de nuestros ejes centrales. Sin una economía estable buscar que un chico se alfabetice es difícil. Sin tener la base, como puede ser comer, no se puede aprender a leer ni escribir.”

Economía Social y Solidaria, el microcrédito como herramienta de desarrollo

Para una economía con casi la mitad de los trabajadores en situación de trabajo informal las posibilidades de acceder a una financiación son prácticamente nulas o a tasas de interés muy elevadas. La Fundación Franciscana ofrece para las familias del barrio Lomas de Mariló un sistema de créditos, capacitaciones profesionales y asesoría a un grupo de reventas que puede acceder a bolsones de mercadería para comercializar.

Agustín Martínez trabaja en el área de Economía Social y Solidaria y sobre la herramienta de microcréditos cuenta: “Nosotros tenemos un sistema de créditos que van destinados a familias y los utilizan para emprendimientos o para sus viviendas. Nuestro interés es el más bajo del mercado y la gente suele participar por un sentido de pertenencia con la Fundación. Los beneficiarios están acompañados y se hace un seguimiento de cada caso.” Originalmente el proyecto contemplaba un interés cero, pero la situación inflacionaria provoca una reducción del impacto de los importes otorgados. “Históricamente no había interés, pero la inflación nos hace cobrar el cinco por ciento mensual. Por un lado es un montón y por otro es la mitad de los datos inflacionarios, si no le ponemos un poco de interés el dinero pierde el valor”, comenta Agustín.

Lucas Pérez también es parte del equipo de Economía Social y reflexiona sobre la situación de los vecinos del barrio: “Muchas de las personas con las que trabajamos no pueden acceder al sistema financiero porque en general tienen trabajos no registrados o emprendimientos de la economía informal. Con lo cual un banco no les presta y entidades financieras lo hacen a tasas altísimas”. Además, comenta que “la Fundación tiene un aporte más humano de ir a visitarlos, escucharlos y acompañar lo que están haciendo”.

Los créditos que otorgan tienen la modalidad grupal. Se conforman conjuntos de mínimo cinco personas y la confianza es un factor clave de trabajo. “Los grupos son solidariamente responsables. Esto significa que si alguna persona no paga, el resto debe responder. Una vez que se junta a la gente se pueden ir agregando personas, la fecha de pago es responsabilidad de todos y cada uno lo utiliza para lo que necesita dentro de las dos modalidades: vivienda o emprendimiento”, repasa Agustín sobre las normas estipuladas. Los montos asignados varían según la antigüedad del grupo y una vez cumplidas todas las fechas de pago existe la posibilidad de renovar por un valor mayor. En el caso del dinero destinado a construcción se piden fotografías del proceso que suele ser largo y requiere varios ciclos de financiación.

“Hay mucha buena energía. Más que grupos de microcréditos muchos ya son amigos. Lejos de sentirnos como bancarios, para nosotros lo más importante es la construcción colectiva y el poder sostenernos mutuamente, siempre desde lo humano”, reflexiona Lucas sobre lo que significa trabajar con esta modalidad.

Detrás de cada nombre hay una persona, una historia y una familia

La Fundación Franciscana, vinculada por su nombre y origen con San Francisco de Asís, pone el énfasis en las relaciones y en el trabajo en red. Este estilo lo expresan en su lema “El encuentro nos transforma” orientando su labor al acercamiento con las personas y el abordaje profesional e interdisciplinario de las problemáticas. Pamela explica: “El sistema económico invita a una modalidad individualista y nosotros pensamos en algo distinto. Creemos en lo comunitario y en la riqueza de la ayuda mutua. Celebramos que alguien logre su emprendimiento o pueda concretar algún arreglo de su casa. Es parte de la alegría compartida que buscamos en comunidad.”

Dentro de los ocho grupos conformados hay cuarenta y cinco participantes activos de microcréditos. Vanesa Ibarra concurre a la fundación hace aproximadamente diez años y participa en uno de los grupos más antiguos. Ella cuenta su experiencia: “Me recomendó mi hermana y hace 5 años que participo del grupo de créditos. Siempre los pedí para arreglar cosas en mi casa. Pudimos cambiar el techo poniendo chapas nuevas, cambiando la caída y el cielo raso. Con lo del préstamo más lo que ahorramos hicimos cocina-comedor, otro ambiente con losa y en el baño pusimos cerámicas en estos años”. Y añade: “El último crédito lo saqué para un emprendimiento que lamentablemente se truncó por los aumentos de los precios. Tomo financiación acá porque en otros lados te piden el doble o el triple y la Fundación nos ayuda con poco interés. Además, hace diez años que vengo, mi relación con los chicos de acá y con el grupo es buenísima”.

Milagros Ibáñez es vecina del barrio Lomas de Mariló y relata su experiencia dentro de uno de los grupos: “Hace un año que participo de la Fundación. Me recomendaron unas conocidas y pedí el crédito para poder hacer una pieza en mi casa”. Sumado al seguimiento fotográfico de la remodelación o construcción se solicitan los comprobantes de los materiales y las compras que hayan realizado. “En mi caso terminé de pagar y pude renovar el préstamo. Nosotros confiamos en la fundación por eso participo en este programa”, explica Milagros.

Con respecto a la confianza y el valor solidario, Vanesa resalta: “Generalmente cada uno se preocupa por su lado. En el caso de que alguno no llegue a la fecha de pago, los demás completamos esa cuota faltante. Por suerte nunca nos pasó de no llegar al objetivo”. Y proyectando hacia adelante piensa: “Ojalá que se pueda seguir más allá de la difícil situación del país. A mí me gustaría porque me sirve un montón, con esto pude hacer muchas cosas mejorando como vivimos en casa”.

La Fundación Franciscana busca integrar al grupo familiar para poder acompañar en distintos aspectos. “Intentamos que antes del crédito hayan participado de otro espacio. Si esto no sucede incentivamos a que se acerquen para poder trabajar velando por la integridad de la familia. La idea no es venir a recibir el crédito y ya, sino que buscamos construir un vínculo con las personas”, comenta Pamela. Y agrega: “Nuestro estilo tiene que ver con encontrarse con el otro en cercanía. Creemos profundamente que el encuentro nos transforma. Acá nadie viene a darle a otra persona, sino que venimos a compartir los saberes que cada uno trae con su historia personal.”

Comparte esta nota 

otros artículos
relacionados

Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Moreno

Av. Bme. Mitre N° 1891, Moreno (B1744OHC), provincia de Buenos Aires.
Edificio Histórico – Ala Oeste P.B. – Interno: 3771
Teléfonos:
0237 460-9300 (líneas rotativas)
011 2078-9170 (líneas rotativas)
Correo electrónico: anunm@unm.edu.ar

UNM_bicentenario_blanco
Ingresar usuario y contraseña
Logout