Este día fue establecido en 1958 por la Liga de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios, una asociación creada para educar, informar y generar herramientas para defender los derechos de las mujeres que trabajan en el cuidado del hogar. Sin embargo, recién en 1983 gracias al Sindicato de Amas de Casa de la República Argentina (SACRA) comenzó la lucha para que las trabajadoras puedan acceder a salarios, jubilaciones y pensiones.
¿Encargarse del hogar es un trabajo?
El cuidado del hogar es una realidad que durante mucho tiempo fue invisibilizada por lo que el objetivo de esta fecha es reflexionar acerca de que se trata de un trabajo como cualquier otro, por lo cual también requiere reconocimiento, esfuerzo y dedicación. Karina González, abogada especialista en derecho familiar plantea que “muchas veces no se valora ni reconoce el tiempo que las mujeres llevamos en las casas y el tiempo que le destinamos a la crianza de nuestros hijas e hijos”.
Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC), las mujeres suelen tener una doble jornada laboral, una de ellas es el cuidado del hogar de la cual no reciben remuneración. González afirma que “hay una desigualdad laboral histórica entre hombres y mujeres”.
Al respecto, Daniela, vecina de Merlo, ama de casa y cajera de una cadena de supermercados de Moreno, comenta: “Yo siempre digo que tengo dos trabajos, soy ama de casa y también soy cajera de supermercado. En mis primeros trabajos me pasaba que a veces no podía ir porque no tenía con quien dejar a los chicos, entonces me decían que no era excusa, que cuidar a mis hijos es mi obligación y que estar en mi casa no es un trabajo, es mi deber. Ahora noto cada vez más que las mujeres hacemos tranquilamente las dos cosas y no somos más cuestionadas”.
Por su parte, González explica que es necesario que el trabajo doméstico que realizan las personas amas de casa se considere como tal, teniendo en claro que es una forma de contribución económica. “Siempre la madre es el trabajador que no tiene vacaciones, que no tiene aguinaldo ni reconocimiento porque no se tiene en cuenta que cuidar a los hijos; cocinar; limpiar; quedarse en la casa mientras tu pareja sale a otro trabajo, son tareas de sostenimiento del hogar”, sostiene.
Cambios en el sistema laboral
A partir del año 2005 gracias a la ley 24.476 impulsada por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, muchas mujeres amas de casa lograron iniciar el trámite de jubilación ya que se comenzó a reconocer como aportes las tareas de cuidado del hogar, hasta ese entonces solo las personas que tenían por lo menos treinta años de aportes podían jubilarse. “Esta medida está destinada para hombres también, pero las mujeres se vieron más favorecidas”, agrega González.
Por otro lado, esta normativa permite que muchas mujeres puedan ser reconocidas legalmente como trabajadoras. Ana Fernández, vecina de Moreno, jubilada y ama de casa, cuenta: “Yo toda mi vida trabajé limpiando casas, después me quedé criando y cuidando a mis 7 hijos. Formalmente nunca hice aportes porque cuidar a mis hijos no lo pensaba ni yo ni nadie como trabajo, y cuando trabajaba limpiando por hora me pagaban poco y lo hacía en negro”.
Antes de que se estableciera esta ley las mujeres que trabajan en el hogar no percibían salarios ni prestaciones por su trabajo cotidiano y sin descanso. González asegura que “esta ley permitió que las mujeres que habían sido excluidas del sistema laboral formal puedan ser incluidas y puedan acceder a una jubilación mínima más allá de tener aportes o no”.
Siguiendo esta línea podemos decir que la jubilación por ama de casa brinda la posibilidad de tener una obra social, descuentos en medicamentos, viajes y vacaciones por un precio mínimo.
Fernández al respecto añade: “Me parece muy bueno que nos hayan reconocido la crianza de nuestros hijos como un trabajo, porque son años dedicados al cuidado de la casa. Mi mamá por ejemplo no pudo jubilarse nunca por no ser una trabajadora en blanco con aportes, y nunca pudo tener una obra social que la ayude a pagar medicamentos o viajes como yo tengo esa oportunidad. Hace unas semanas me fui de vacaciones a Mar del Plata gracias a que soy jubilada, teníamos todo pago y la pasé muy bien porque hace muchísimos años que no me iba a descansar a algún lado”.
Sin duda, las tareas domésticas en los últimos años han cobrado mayor relevancia al ser reconocidas y valorizadas como trabajo, en este sentido González señala que es importante que la responsabilidad de estos trabajos no recaiga sólo en las mujeres y que deberíamos pensar que también existen amos de casa que muchas veces no quieren ser reconocidos como tal.