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Estudiante de Comunicación Social (UNM)

Contaminación en el Reconquista: causas múltiples y respuestas escasas

Esa cuenca sufre los efectos de los residuos industriales, desperdicios cloacales, plaguicidas y hasta fármacos. Hablan científicos y vecinos.
Un tramo del Reconquista en el Partido de Moreno. La cuenca atraviesa 18 municipios, del norte al oeste del conurbano. Fotos: Magalí Druscovich, de Anccom.

La contaminación en el Río reconquista sigue siendo un problema para los vecinos de zonas aledañas. A pesar de que se hicieron cantidades de proyectos de obras con el propósito de limpiar el caudal, las aguas al día de hoy continúan siendo foco de enfermedades y malos olores. Esto enciende las alarmas de los habitantes, ya que son muchas las familias que tienen sus hogares a pocos metros del río y que deben aprender a convivir con sus consecuencias. Además, afecta profundamente al medioambiente y la biodiversidad del territorio.

El Reconquista abarca 18 partidos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) limita al noroeste con la cuenca del Río Luján; al noroeste con el Río Lujan en la zona de su desembocadura en el Río de La Plata; al suroeste con la porción media y superior de la cuenca del Riachuelo. Está dividido en cuenca alta, cuenca media y cuenca baja. Siendo la cuenca media y cuenca alta las más afectadas por la contaminación.

Para comprender mejor  la situación actual en la que se encuentra el río, charlamos con La Asociación para la Conservación y el Estudio de la Naturaleza (ACEN). Desde la entidad comentaron que la contaminación tiene lugar desde hace muchos años, pero en la década del sesenta su deterioro fue incrementándose. Jorge López, socio fundador, señaló: “El lugar más contaminado de la cuenca es la cuenca media, en donde el río prácticamente no tiene oxígeno. Se ha probado con distintos métodos, prácticamente es una alcantarilla.”

ACEN explicó que los principales factores de contaminación son industriales y vertidos cloacales de las plantas de purificación de tratamiento, que no están cumpliendo su función. Por otro lado, en los campos de pastoreo que actualmente se dedican a la agricultura de soja se  realizan fumigaciones para proteger el cultivo y al llover el agua arrastra los plaguicidas a los cauces de los arroyos. “Las causas de la contaminación son múltiples y no se está trabajando sobre eso fuertemente como se debería”, declaró López.

“Se encuentra que hay mucha contaminación orgánica, muchos nutrientes como amonio y fosforo. También hay contaminación de materia fecal. Hemos encontrado distintos fármacos de venta libre como ibuprofeno y paracetamol”, explicó,  por su parte, Natalia Ossana, docente de la UNLU e investigadora del CONICET. “Los contaminantes presentes son varios; no es algo sencillo de determinar, es complejo y costoso. Requiere personal capacitado y equipos de alta complejidad”, argumentó la investigadora.

Daiana Narváez, oriunda de Paso del Rey, declaró: “Vivir cerca del río es preocupante. El tema de los mosquitos por el pasto que hay alrededor, por la misma mugre que tira la gente suelen haber ratas y otros roedores.” Sin embargo, este es sólo uno de los inconvenientes que deben enfrentar los vecinos. “Hay ocasiones cuando hace mucho calor y hay humedad, sale un olor agrio.  Es un olor muy fuerte como cuando la bolsa de basura tiene todos los cítricos pudriéndose. Por la madrugada hay que cerrar todo porque se siente”, agrega.

Efectos en la salud

Otra de las preocupaciones que atañe a quienes viven por los alrededores del río son los efectos negativos que la contaminación puede traer en la salud. ACEN remarcó que las consecuencias, en ese sentido, pueden ser varias, entre las cuales están la leptospirosis y las enfermedades respiratorias, las cuales se dan por estar en contacto con las aguas del río o consumir peces contaminados con los efluentes del Reconquista.  

Estudios científicos realizados en sus aguas han analizado a los animales y al medio ambiente, y los resultados  arrojaron que había daños en el ADN de aquellos. “Un desorganizador endócrino es una sustancia que es capaz de actuar sustancialmente en el  sistema de distinta manera y como consecuencia puede alterar el comportamiento normal de alguna hormona. Alterando la síntesis y el metabolismo, eso puede tener distintos efectos en la fisiología normal de un organismo”, explicó  Ossana.

“Cuando hay un exceso de bacterias, también hay un exceso de consumo de oxígeno. Al haber menos oxígeno en el agua empieza a morir parte de la fauna”, manifestó Carolina Vilches, doctora en Ciencias Naturales y licenciada en Ciencias Biológicas. Asimismo explicó que la diversidad acuática varía cuando hay exceso de fósforos, producido por los fertilizantes; en estos casos, cuando llegan al agua favorecen solo a algunas especies de algas, pero no a su mayoría. Es por eso que se produce un descenso en la biodiversidad.

Respuestas y propuestas

Jorge López, por su parte, afirmó que desde ACEN han estado durante muchos años haciendo gestiones ante autoridades municipales, nacionales y provinciales, junto a otras organizaciones que integran la Red Ambientalista del Río Reconquista. Pero no se ha logrado nada.

“Utilizan un sistema hidráulico para sacar el agua más rápidamente, transformando las orillas en un canal, sin tener en cuenta toda la biodiversidad que puede albergar el río, sin dejar que se manifieste naturalmente como lo ha hecho a través de miles de años. Este es un río de llanura, lento, con muchas curvas, con muy poca pendiente que en épocas estivales, de grandes calores y pocas lluvias hace que tenga muy poca agua. Al ensanchar  demasiado el cauce del río se hizo que el agua tenga diez  centímetros en muchos sectores, lo cual hace que se vaya lentificando la corriente y depositándose basura”, explicó López, en relación a las medidas tomadas por las autoridades.

“La contaminación es muy variada. Ahí también tiene que estar el Estado invirtiendo”, apuntó, en tanto,  Ossana. Y manifestó que no todas las cuencas cuentan con plantas de tratamiento, pero las que sí lo hacen, no están equipadas para mantener los fármacos, con lo cual si existe un sistema de cloacas no retiene  este tipo de compuestos.

“Considero que desde el gobierno nacional tiene que haber una política de Estado para poder mitigar y preservar los cuerpos de agua, los arroyos urbanos que son tan complejos y que tienen contaminación de distintos orígenes”, señaló Ossana, que cree que con un gobierno como el actual, esperar respuestas y soluciones ante los problemas de la contaminación en los ríos de la Argentina, será poco factible que suceda.

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