Entre el 14 y el 20 de mayo se lleva a cabo la Semana del Parto Respetado, con el objetivo de visibilizar los derechos de las personas gestantes y los recién nacidos. En nuestro país, existe la Ley Nacional 25.929 de Derechos de Padres e hijos/as al momento del nacimiento, sancionada y promulgada en 2004, y finalmente reglamentada en 2015. En ese marco, en el año 2013, se inaugura en el distrito de Moreno la Maternidad Estela de Carlotto que hoy es reconocida por ser una de las instituciones públicas referentes del parto respetado.
“Cuando nosotros empezamos a soñar la Maternidad, sabíamos que en Moreno teníamos una de las tasas más altas de mortalidad materna. Es decir, muertes relacionadas con la atención ya sea en el embarazo, el parto o el puerperio. Las causas eran por abortos y por emergencias obstétricas. Entonces propusimos, a partir de la creación de esta institución, que las personas no se mueran por lo que no tenían que morirse”, relata Patricia Rosemberg, ex directora de la Maternidad desde su creación hasta el año 2017 y docente de la Universidad Nacional de Moreno.
Además, Rosemberg menciona que, durante el inicio del recorrido, entendieron que la salud era mucho más que la ausencia de enfermedad. “Las personas tienen derechos y los profesionales tenemos la obligación de poder garantizarlos. Sin duda, la experiencia de la Maternidad nos cambió la vida a todos, una vez que vos acompañás este tipo de partos no se vuelve atrás, es muy conmovedor”, afirma. En ese sentido, la Maternidad fue pionera sobre todo en el hecho de revisar las prácticas tradicionales y formar a los profesionales para acompañar, y no para intervenir de forma sistemática en todos los casos.
Entre sus puntos principales, la ley menciona que toda mujer, tanto en el embarazo, el parto y el post parto, tiene derecho a ser informada sobre las distintas intervenciones médicas, a ser tratada con respeto y a no ser sometida a ningún tipo de intervención innecesaria. En relación a los partos medicalizados, es decir, aquellos en donde se interviene desde el inicio, independientemente de si es necesario o no, Rosemberg explica que suelen entorpecer el proceso fisiológico.
“Muchas veces el exceso de intervención no solamente crea patologías, sino que también anula la posibilidad de decidir. Tampoco está bien que te apuren o que hagan episiotomías ya que, fisiológicamente, nuestra anatomía no lo requiere”, dice Rosemberg. Por otro lado, en relación a las cesáreas menciona que, cuando son necesarias, salvan vidas. Sin embargo, agrega que la alta tasa de partos por cesárea en Argentina principalmente responde a una cuestión de comodidad para los equipos de salud, debido a que se trata de un proceso que es más rápido.
Por su parte, Eduardo Fernández, director de la institución, dice: “Todo lo que no es respetado en obstetricia es violento. El respeto no solo debe estar durante el parto, sino desde que se ingresa a la maternidad hasta el puerperio, donde después se les da el alta definitiva. Es una cadena de asistencia respetada, que va desde el administrativo que te recibe, el camillero que lleva a la persona a las unidades de parto, hasta la enfermera que informa y acompaña, etc.”.
Además, Fernández destaca que en la Maternidad no solamente acompañan en lo que refiere a la Ley de Parto Respetado, sino también en el hecho de garantizar derechos que abarcan lo que es la medicina perinatal. “Por ejemplo, el acceso a lo que tiene que ver con la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), la anticoncepción quirúrgica, entre otras. Hemos realizado más de 3000 ligaduras tubarias, 1600 vasectomías y 12 mil nacimientos. Son indicadores de mucha relevancia para la salud pública”, expresa el actual director. En ese sentido, agrega que la Maternidad dejó de ser una institución prestadora de servicios para ser una “institución garante de derechos”.
La información es poder
Desde el año pasado la Universidad Nacional de Moreno lleva adelante el proyecto titulado “Ampliando derechos: estrategias integrales para el acceso a la salud sexual y reproductiva en barrios populares del partido de Moreno”. Se trata de una iniciativa surgida de la convocatoria 2020-2021 de la Secretaría de Políticas Universitarias, en conjunto con la doctora Rosemberg, donde también participan docentes y becarios de las carreras de Trabajo Social y Comunicación Social.
“El proyecto nace a partir de visualizar algunos indicadores de Moreno en relación al acceso de mujeres, personas trans y adolescentes a métodos anticonceptivos, y a la posibilidad de acceder a información sobre aquellos temas vinculados a la salud sexual y reproductiva”, cuenta Victoria Sverdlick, directora de Coordinación Técnica de Proyectos del Departamento de Humanidades y Ciencias Sociales. La primera parte del proceso estuvo dedicada a la formación interna del equipo de trabajo y la producción de materiales sobre estas temáticas.
“Luego convocamos a organizaciones de Moreno y de Merlo para empezar a trabajar sobre estos temas con la idea de crear, en una segunda instancia, consejerías de salud integral en los barrios”, señala Sverdlick. Se trata de la posibilidad de contar con un espacio situado en las organizaciones, supervisado por profesionales de la Maternidad Estela de Carlotto, lo cual ayudaría a profundizar la articulación del hospital con la llegada a los barrios.
En relación al trabajo en conjunto, menciona que nuestro territorio cuenta con la presencia de un montón de organizaciones que trabajan hace muchos años con estos temas. “La universidad es un hermoso puente que puede potenciar esos saberes, que se puedan sistematizar y financiar con un proyecto que ha dejado también el aporte, a partir de sus becarios, de información accesible”. Como producto del proyecto se ha desarrollado una revista digital que recorre diversos temas como los métodos anticonceptivos, la violencia, la interrupción legal del embarazo, entre otros.
“La revista recupera, a partir del proyecto, los saberes de la gente y los pone a disposición en un instrumento para seguir trabajándolo en los barrios”, comenta Sverdlick. Por su parte, Rosemberg, destaca la importancia de que las personas que viven en el territorio también puedan ser protagonistas de estos derechos. “No solo se trata de la difusión del parto respetado, sino también de los derechos sexuales, de la sexualidad y la posibilidad de elegir. A veces una persona no accede porque no reconoce que tiene esa posibilidad cerquita de su casa”, concluye.