El Centro de Investigaciones Científicas (CIC) de la provincia de Buenos Aires, lanzó en 2020 una convocatoria para becarios y becarias doctorales destinada a graduados y graduadas de las distintas universidades públicas de la provincia. Nahuel Almirón Rodríguez, licenciado en Comunicación Social por la UNM, y Cecilia Flores, licenciada en Economía por la misma casa de estudios, fueron dos de los elegidos por esa iniciativa y en esta nota cuentan sus experiencias y propuestas de trabajo.
Desde la Gestión de Investigación Científica de la UNM se articulan las postulaciones y el financiamiento de becarios y becarias de todas las carreras para las diferentes convocatorias tanto de grado como de posgrado. La directora de aquella área, Marcela Basterrechea, cuenta que “la idea es que la UNM esté habitada por la investigación y en el marco de esta política de consolidación de equipos es que los graduados tienen destinadas políticas especiales. Una de ellas, que se plasma en la Resolución Nº 560 del Consejo Superior de marzo del 2020, nos permite apoyar a graduados/as de la Universidad Nacional de Moreno y también de grado, para que sean profesores/as o docentes auxiliares, generalmente en nuestra universidad.”
Para este y otro tipo de becas existen dos tipos de financiamiento. Uno es cofinanciado, en el que la universidad a la que pertenece el becario financia la mitad del estipendio, quedando la segunda parte a cargo de la entidad que la otorga. La otra es de tipo general, financiada en su totalidad por la CIC.
Teniendo en cuenta las diferentes políticas que lleva acabo la UNM para la incorporación de estudiantes y graduados a las carreras de investigación, la directora de Gestión de Investigación Científica explicó la importancia del desarrollo de postulantes: “La política de la Universidad hacia estudiantes, graduados/as en relación a la investigación es una política que busca consolidarse con fuerza, porque nos parece esencial la integración de estudiantes a la función de investigación y también la continuidad de la carrera de investigación en cuanto a los graduados y esto se hace a través de, especialmente, becas doctorales.”
Historias de vida
Dos de los protagonistas de la UNM en este incentivo a la formación en la investigación en posgrado y actualmente becarios doctorales del CIC son la economista Cecilia Flores y el comunicador social Nahuel Almirón Rodríguez. Ambos cuentan sobre sus proyectos de becas doctorales, los diferentes desafíos y gratitudes de presentarse a convocatorias como esta y la importancia de ser parte de la primera generación de estudiantes universitarios/as en sus familias y poder continuar el proceso de formación en investigación científica desde el Conurbano.
Flores elaboró su plan de trabajo titulado: “Agendas del desarrollo local y financiamiento multilateral en Argentina, Brasil y México (1990-2019).” Este proyecto se orienta en la necesidad de revisar el papel de tres organismos multilaterales de crédito: el Banco Interamericano de Desarrollo, el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, y la Corporación Andina de Fomento, sobre el desarrollo local en aquellos tres países .
En este sentido, Basterrechea cuenta la dimensión de desarrollo económico y productivo local al que apuntan las becas doctorales del CIC: “Tenemos un gran desafío; que los estudiantes se visualicen investigando y las universidades el Conurbano tenemos mucho por hacer en este sentido, porque en la mayoría son primera generación de estudiantes universitarios y no sólo no se visualizan participando en proyectos de investigación, sino que piensan que la investigación es algo para pocos, que es algo que está en una cápsula y la investigación en la universidad se piensa en el entorno socio productivo. La búsqueda es poder dar respuestas a las necesidades problemas e iniciativas del territorio.”
Por su parte, el licenciado en Comunicación Social con orientación Multimedial, Nahuel Almirón Rodríguez, cuenta su propuesta de trabajo para la beca doctoral del CIC: “Mi trabajo se llama ‘Retratos de Buenos Aires en las trasposiciones cinematográficas del cuento realista nacional (1950-1970)’. Entonces, enmarcado dentro del área de transposición, es decir, desde cómo el cine toma relatos literarios para ponerlos en la pantalla, empiezan a pasar cosas interesantes que tienen que ver con la relectura que hace el cineasta de las obras literarias. Se pone también en tela de juicio la fidelidad de películas basadas en cuentos y novelas, pero el trabajo propone un marco teórico que no remita a la fidelidad o a falta de fidelidad de las obras, sino al estudio de esas representaciones de cada artista”.
La apuesta por la investigación desde el Gran Buenos Aires
Con respecto al interés en las representaciones sobre la provincia y a su dinámica económica en consonancia con el resto del país, Basterrechea afirma un punto de vista territorializado, en el que lo fundamental es que “en su incorporación a proyectos los becarios tienen mucho que aportar como estudiantes del Conurbano, y eso, unido a una buena trayectoria académica y a un proceso de formación continuos, llevan a tener personas calificadas en las universidades para investigar en proyectos que puedan aportar al desarrollo socioeconómico local y regional.”
En este sentido, Almirón Rodríguez aporta: “Creo que el CIC está apostando a un desarrollo en temas estratégicos que no refieren solamente al desarrollo industrial, económico y tecnológico, sino que también, y aprovecho mi tema desde las ciencias sociales y desde las artes, es interesante la apuesta a la cultura y la memoria, esenciales para la provincia. Estas becas no solamente son un fomento para continuar estudiando, sino para también investigar en temas centrales para los y las bonaerenses.”
Para ambos becarios, la formación previa en temas de interés, ya sea a través de iniciativas de la UNM o de otras actividades como congresos, festivales o jornadas, fue de vital importancia a la hora de trazar un futuro profesional. Por ello, también comparten sus experiencias en relación a investigaciones previas y a la importancia de ser parte de la primera generación de graduados universitarios.
Flores cuenta con un recorrido previo en este tema de interés, que comenzó a investigar a partir de la posibilidad de acceder a una beca de Estímulo a las Vocaciones Científicas (EVC) del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), con el que la UNM también articula para desarrollar capacidades en investigación. La licenciada expresa: “Como estudiante, en el último tramo de mi carrera durante 2019, mi primera labor de investigación fue la realización de un proyecto sobre la estructura de la Deuda Argentina (2019/2024). Ese mismo año obtuve la beca de Estímulo a la Vocación Científica, con una propuesta de proyecto que realizamos junto a los docentes Esteban Sánchez, Florencia Médici y Leticia Patrucchi, relacionado con el tema de trabajo que continuo hasta hoy; el análisis de la dinámica y el impacto de los flujos de capitales externos desde los organismos hacia el desarrollo local y también al desarrollo urbano de estos países.”
Por su parte, Almirón Rodríguez remarca: “En toda mi trayectoria personal, académica y laboral he tenido la posibilidad de trabajar en producción multimedia, diseño web, plataformas y producción de contenido en el mundo digital. Investigué mucho sobre nuevas pantallas y la producción en YouTube y Twitch, dos plataformas que hoy en día son muy utilizadas, es decir, reflexioné sobre cómo estas nuevas comunidades de generadores de contenidos se piensan a sí mismos en formatos audiovisuales distintos y qué es lo que las diferencia de las tradicionales. Pero, principalmente, lo que investigué siempre tuvo más vínculo con lo que sucede entre la literatura y el cine.”
En las universidades del Conurbano Bonaerense y, principalmente, en las del Bicentenario como la UNM, tiene lugar un fenómeno particular en relación a las primeras generaciones de estudiantes universitarios en contextos familiares humildes y trabajadores. “Soy, con mucho orgullo la primera generación de mi familia en poder acceder al estudio universitario, y poder haberme graduado en una Universidad Pública y del Conurbano. Mis padres quizás no pudieron, pero porque no había posibilidades para el trabajador, para el obrero, para los sectores populares. Pero desde que tengo uso de razón ellos fueron los que siempre me ayudaron”, cuenta Cecilia Flores.
En sintonía, Almirón Rodríguez asegura: “Somos de una familia de laburantes que hicieron un esfuerzo enorme para solventar económicamente y apoyarme en la decisión de seguir estudiando. También lo que quiero mencionar es que durante los cinco años que fui estudiante fui becario de la universidad, me acompañó mucho la con becas y pasantías. Estas son cosas que se van dando en el camino y son herramientas que la universidad pública tiene para ofrecer a personas como nosotros que venimos de familias de laburantes.”
Este punto en común conforma un elemento más de identificación con aquellos estudiantes o egresados. Otro de ellos es una reflexión sobre la incertidumbre que genera formar parte del mundo de la investigación y de las motivaciones para participar. En este aspecto, ambos becarios doctorales del CIC, graduados de la UNM, coinciden en que postularse requiere aceptar, previamente, un compromiso de trabajo completo. Al mismo tiempo, son enormes oportunidades de formación profesional por el apoyo económico que significan. En suma, una herramienta de producción de conocimiento y, a la larga, de transformación social.
