Según datos de la OMS, son más de 750 millones de personas en el mundo con algún tipo de patología tiroidea y se cree que aproximadamente el 60% lo desconoce. Se estima que 2 millones de argentinos tienen trastornos tiroideos, siendo las mujeres 8 veces más propensas a contraerlas. Sin embargo, su prevalencia aumenta con la edad, aunque nadie se encuentra exento de sufrirlas
Si bien los trastornos de la tiroides son más comunes en las mujeres, también pueden afectar a hombres. El cáncer de tiroides tiene una mayor frecuencia en mujeres, representando alrededor del 80% de los casos. Es crucial tener en cuenta que la prevalencia y los porcentajes se modifican según la región geográfica y otros factores demográficos. De acuerdo con el Registro Institucional de Tumores de Argentina (RITA), durante el período de 2012 a 2018, la incidencia de tumores en la tiroides en mujeres fue del 2,1%.
Además, conforme a las estimaciones realizadas por el Observatorio Global del Cáncer (Globocan) de la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés), a partir de los datos producidos por registros de cáncer de base poblacional de nuestro país en 2020 en Argentina, el cáncer de tiroides es el octavo tumor más frecuente en el país, con más de 4.106 casos anuales, donde en mujeres tiene un total de 3.437 con un porcentaje del 5 %, mientras que en hombres solo cuenta con 669 casos, con un índice de 1,1. La enfermedad e caracteriza por su baja mortalidad y altas probabilidades de cura si es tratado a tiempo, por lo que es fundamental su detección temprana y concientizar sobre el diagnóstico precoz y prevención.
Qué es la tiroides y cómo detectar el problema a tiempo
Como indica la Asociación Americana de Tiroides, esta tiene forma de mariposa y se localiza en la parte de adelante del cuello debajo de la laringe. Su trabajo es formar las hormonas tiroideas, volcarlas al torrente sanguíneo y entregarla a todos los tejidos del cuerpo. Estas hormonas ayudan al organismo a utilizar energía, mantener la temperatura corporal y que el cerebro, el corazón, los músculos y otros órganos funcionen normalmente. Esta glándula es la más consultada por los endocrinólogos, ya que hay mayor acceso al estar ubicada en la base del cuello y de fácil palpación.
De acuerdo con la Sociedad Argentina de Endocrinología y Metabolismo (SAEM), la tiroides genera dos hormonas, la triyodotironina (T3) y tiroxina (T4), para eso precisa el yodo que es aportado por la dieta. La T3 y T4 regulan el metabolismo (la forma en que el cuerpo utiliza y almacena energía). La función tiroidea es controlada por la glándula hipófisis (que se ubica en el cerebro), esta produce la hormona estimulante de tiroides (TSH por sus siglas en inglés), la cual hace que la tiroides forme T3 y T4.
“La tiroides produce hormonas que se distribuyen por el cuerpo. Los trastornos pueden tener consecuencias significativas en el metabolismo, la energía y el equilibrio hormonal. Las causas son varias, incluyendo factores genéticos, enfermedades autoinmunes y estrés. La prevención implica la detección temprana, el seguimiento médico y el manejo adecuado de los componentes de riesgo”, explica Laura Maffei,especialista en endocrinología clínica, miembro de SAEM y directora del Maffei Centro Médico de Buenos Aires.
“Los síntomas de desequilibrios hormonales pueden variar, pero suelen incluir fatiga, cambios en el peso corporal, intolerancia al frío o al calor, problemas de concentración, alteraciones en el estado de ánimo y en el ciclo menstrual. Los mismos son insidiosos y a menudo se atribuyen a otras causas, lo que dificulta el diagnóstico. Es importante estar atentos a las modificaciones en el cuerpo y buscar atención médica para una evaluación adecuada”, añade Maffei.
“Estas hormonas son vitales porque intervienen en el desarrollo del sistema nervioso, regulan el metabolismo, controlan todas las funciones básicas de nuestro organismo como el crecimiento, el funcionamiento cardiaco, concentraciones de glucosa, colesterol, calcio, fuerza muscular, piel, entre otros aspectos”, expresa Federico Javier Flejas, médico especialista en Endocrinología y Metabolismo, también miembro titular del SAEM. En relación con esto, agregó: “El común denominador del porqué acuden los pacientes a la consulta con el endocrinólogo, son problemas como cansancio, caída de cabello, piel más seca, alteraciones en el ciclo en el caso de las mujeres”.
Asimismo, el doctor Flejas recalca que “hay dos tipos de alteraciones, funcionales y estructurales. Dentro de la primera está el hipotiroidismo, que se refiere a estas hormonas que están en menor cantidad en el cuerpo, la cual es una de las más frecuente de todos los trastornos tiroideos y también está el hipertiroidismo. Por otro lado, en el grupo de los estructurales, se encuentran los nódulos tiroideos que se llaman bocio, que es cuando la glándula aumenta de tamaño, donde es crucial resaltar que de los nódulos el 95-96 % son benignos”.
Trastornos de la tiroides, síntomas y causas relacionadas con el mal funcionamiento de la glándula
En este sentido, la doctora Inés Califano, co-coordinadora del departamento de tiroides del SAEM y de la Sociedad Latinoamericana de Tiroides (STAL), coautora del Consenso Multisocietario Argentino para el Manejo del Cáncer de Tiroides diferenciado, señala: “Con respecto al hipotiroidismo o Tiroiditis de Hashimoto, es un problema autoinmune donde las defensas del propio cuerpo te atacan una parte del organismo y hacen que paulatinamente funcione cada vez menos hasta dejar de funcionar”.
“Estas enfermedades autoinmunes son mucho más frecuentes en mujeres, la Tiroiditis de Hashimoto aparece aproximadamente en cinco mujeres por cada hombre afectado”, menciona Gustavo Zanotto, médico endocrinólogo de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y del Ministerio de Salud.
Por otra parte, Natalia Elias, médica endocrinología, docente de la Universidad Católica de Argentina (UCA) y la UBA, marca que “la prevalencia del hipotiroidismo en la población general actualmente es del 1,4% en mujeres adultas y del 0,1% en hombres. En los ciudadanos mayores de 65 años aumenta hasta un 2 a 4%, siendo de un 6% en mujeres”.
Por otro lado, la doctora Califano agrega: “La causa más común de hipertiroidismo es una enfermedad denominada Enfermedad de Graves de origen autoinmune, en la que existen unos anticuerpos que estimulan a la tiroides a fabricar más hormona de lo normal”.
“Cuando estas se producen de más o de forma errónea, en general pueden atacar la glándula, haciendo que se actúa sobre un receptor, donde produce que se sinteticen más hormonas necesitarías para el organismo”, explica la doctora Elias.
En cuanto a las sintomatologías, el doctor Fernando Jerkovich, médico especialista universitario en endocrinología, médico del staff del Instituto de Investigaciones Metabólicas (IDIM), miembro del SAEM y del STAL, declara: “Los síntomas del hipotiroidismo son muy inespecíficos, están presentes en muchos otros trastornos, a veces pueden aparecer edemas, alteraciones cognitivas como pérdida de memoria y la tiroides puede aumentar de tamaño. Estos generalmente suelen ser leves, ya que se va desarrollando muy lentamente”.
“Comúnmente podemos tener problemas en la concentración, más somnolencia, dificultad para bajar de peso, constipación, uñas quebradizas, anemia, aumento del colesterol, infertilidad y depresión”, añade la endocrinóloga Califano.
Con respecto al hipertiroidismo, el doctor Flejas nombró como los más frecuentes, el nerviosismo excesivo, irritabilidad, insomnio, palpitaciones, poca o nula tolerancia al calor, temblor fino en manos, pérdida de peso aun con apetito normal, diarreas y algunos pacientes pueden tener síntomas oculares que van desde la irritación a los ojos saltones, hasta un compromiso de la visión.
Tratamiento y mitos
“Si los trastornos de la tiroides no se tratan adecuadamente, pueden tener efectos a largo plazo. El hipotiroidismo no tratado provoca un metabolismo lento, aumento de peso, fatiga crónica y problemas cardiovasculares. El hipertiroidismo puede causar un metabolismo acelerado, pérdida de peso y afectar la salud cardiovascular. Es fundamental buscar atención médica y seguir el tratamiento recomendado para prevenir complicaciones”, formula la endocrinóloga Laura Maffei.
Asimismo, el doctor Jerkovich completa: “Una prevención apropiada se basa en llevar una vida saludable con una nutrición adecuada, realizar actividad física y corregir en el caso de que haya sobrepeso u obesidad”. Además, indicó que los efectos cuando no se trata son principalmente en la función cardiovascular, que es el más temido.
“Las complicaciones a largo plazo del hipotiroidismo no tratado varían según la causa y conforme cada persona, eso se regulariza tomando levotiroxina. Generalmente, lo que ocurre es que los síntomas persisten y en ocasiones empeoran. En casos extremos y muy raros puede haber un hipotiroidismo severo llamado “coma mixedematoso” que requerir tratamiento urgente para revertirlo”, señala el doctor Zanotto.
“Es sustancial controlar bien los problemas de tiroides, por ejemplo, en el embarazo o en situaciones de infertilidad, ya que esto puede tener consecuencias desfavorables. También es importante en todos los bebés recién nacidos hacer una evaluación, aunque no tenga ningún tipo de síntomas, porque es una patología que es relativamente frecuente en ellos”, expresa la endocrinóloga Inés Califano.
En cuanto a los mitos, la doctora Elías marca: “Un mito generalizado es que si tengo tiroides engordo, todos tenemos tiroides, aunque el hipotiroidismo puede producir un aumento de la tendencia a subir de peso por alterar el metabolismo, esto se revierte al tomar la levotiroxina en dosis recomendadas por su endocrinólogo tratante para cada caso específico”.
Además, la endocrinóloga Maffei resalta que “los mitos más comunes es que solo afectan a las mujeres, cuando en realidad también pueden afectar a los hombres. Existe la creencia errónea de que una vez diagnosticado un trastorno de la tiroides, el paciente estará condenado a un tratamiento de por vida sin mejoras. Es significativo desmitificarlas y obtener información precisa de fuentes confiables sobre estos trastornos”.
Como conclusión, el médico Zanotto afirma: “Se cree que si tengo familiares con hipotiroidismo yo también lo voy a tener, si hay antecedentes la posibilidad de tenerlo es mayor, pero eso no quiere decir que indefectiblemente lo vayas a padecer, siempre es importante consultar y hacer la evaluación correspondiente. Asimismo, las dietas que dicen prevenir o curan la Tiroiditis de Hashimoto, cabe destacar que hasta el momento no hay ninguna evidencia suficiente para recomendar alguno de estos tratamientos”. Es fundamental enfatizar que quienes son diagnosticados con alguna de estas enfermedades pueden tener una calidad de vida normal, siempre y cuando hagan sus controles y sean tratados por un especialista.