Hace exactamente una semana, la agencia oficial Télam amanecía vallada por la Policía Federal, impidiendo el ingreso de sus trabajadores. Ese mismo lunes, a través de un comunicado firmado por Diego Chaer, el interventor designado por el gobierno, se notificó vía email a todo el personal que se encontraban dispensados de realizar sus tareas periodísticas por el plazo de siete días. Además, de forma inmediata el sitio web de la agencia quedó deshabilitado y, como dice su leyenda, “en reconstrucción”.
La decisión, sin duda, generó rápidamente un fuerte repudio frente al posible cierre de Télam y un apoyo hacia los trabajadores perjudicados. “Nosotros ahora estamos dispensados, eso quiere decir que no vamos a trabajar pero cobramos el salario. Frente a esta situación, el sindicato presentó una queja vía judicial porque no se explican cuáles son los motivos de la dispensa, por eso nosotros consideramos que no sirve”, explica Nicolás Luna, delegado de SiPreBa (Sindicato de Prensa de Buenos Aires) y trabajador de Télam.
Por lo pronto, durante la noche del domingo, los trabajadores fueron informados de la extensión de la dispensa laboral por siete días más, es decir, hasta el lunes 18. Y en el día de hoy, en asamblea, aquellos rechazaron el plan de retiros voluntarios impulsado por el gobierno. Cabe destacar que, desde el primer día en que fue vallado el lugar, el personal de Télam se encuentra llevando adelante un acampe pacífico, tanto en la sede ubicada en Bolívar 531 como en Belgrano 347, para resguardar el patrimonio de la agencia.
En simultáneo, tanto el sitio web como el habitual servicio de información a través de cables, al que acceden los distintos medios, se encuentran caídos. “Nosotros los trabajadores tampoco podemos acceder y estamos preocupados por eso. Estamos hablando de un archivo periodístico y fotográfico visual muy importante”, expresa Luna. Mientras tanto, el personal se encuentra trabajando en el sitio “Somos Télam”, una web periodística que iniciaron en el 2018 ante la medida que había tomado el ex ministro Hernán Lombardi en el marco del proceso de ajuste sobre los medios públicos.
Por su parte, Tomás Eliaschev, periodista y delegado de SiPreBa en la Agencia Télam, sostiene: “Consideramos injusta, ilegítima e ilegal. Esto no solo atenta contra los puestos de trabajo, sino también contra la democracia y el federalismo”. Además destaca el acompañamiento que han recibido en estos días por parte de colegas de medios grandes, chicos y medianos, de todos puntos del país. “Por suerte esta lucha se está difundiendo pese al silenciamiento de los medios afines al gobierno y se da a conocer que Télam es importante para que todo el mundo pueda informarse sobre sus reclamos y situaciones”, agrega.
La importancia del rol de Télam
El intento de cierre puso sobre la mesa el rol que cumplen las agencias de noticias estatales y su relevancia social. El contenido generado constituye un recurso primordial para los distintos medios de comunicación, garantizando una circulación federal de la información. “Los medios del AMBA como del interior del país se sustentan con Télam. Muchos no cuentan con grandes redacciones e insumos, y nosotros podemos suplir con esa falta de una manera democrática. La gente acude desde Tierra del Fuego a La Quiaca”, señala Luna.
Sin duda, la medida ha afectado también de forma directa el trabajo de los periodistas. “Como integrante de un medio nacional me afectó porque nosotros nos nutrimos de la cablera. Télam lo que hacía era subir notas escritas por un periodista desde el lugar de los hechos y nosotros podíamos usar la información que nos brindaban esos cables”, cuenta Andrea Lonardi, periodista de C5N.
Situación similar sucede ahora con las imágenes. “Vos podías acceder a buenas fotografías, de calidad, en el momento, que podías subir al instante. Ahora eso no sucede”, enfatiza. A su vez, no solo se ve afectado el trabajo de los periodistas argentinos, sino también de los internacionales. “A ellos también les brindaba información certera, que sabés que no va a fallar y, por lo tanto, no te tenés que nutrir de otros lados como las redes sociales, donde siempre hay información que puede ser errónea”, agrega Lonardi.
Por su parte, Alejandro Linares, doctor en Ciencias Sociales y Magíster en Comunicación y Cultura, menciona que esta decisión implica un achicamiento de los márgenes de la libertad de expresión. “El espectro mediático en Argentina, su calidad y amplitud informativa, depende en gran medida de la cantidad de fuentes de noticias que tengan a su alcance y estén dispuestos a recibir los distintos medios que existen. La agencia Télam era una fuente muy relevante de información de muchísimos diarios, tanto prensa escrita como portales de internet”, explica.
Además, afirma que la producción informativa funciona habitualmente en “forma de relevo”, esto significa que los medios van tomando información que otros producen. “Si esos medios se quedan sin uno de sus aportantes informativos relevantes, federales, permanentes y amplios en términos temáticos se ve afectado un conjunto de medios de comunicación”, dice Linares, quien se desempeña como docente en la Universidad Nacional de Formosa (UNF).
Por ejemplo, tanto la televisión como la radio retoman temas y notas que son subidas por los portales de noticias. Mientras que las noticias más relevantes son más fáciles de alcanzar, hay otras que se producen en lugares más alejados geográficamente, lo cual hace que no tengan la cobertura que necesitan. “Ahí es donde la agencia tiene un rol informativo muy importante y enriquece la pluralidad de voces y perspectivas”, señala Linares. Como producto de esto, las audiencias son las primeras afectadas en toda esta dinámica ya que, en definitiva, se ve afectado su derecho a acceder a información variada y plural.