Logros, balances, desafíos, iniciativas. Todas palabras que inevitablemente surgen a finales de cada año. Este 2022 que termina estuvo atravesado por la recuperación de la educación presencial y por todas las demandas que previsiblemente envuelven a una universidad. En ese contexto, la máxima autoridad de la UNM dio un panorama de lo hecho y por hacer
¿Cuáles considera que fueron los logros de la UNM en 2022?
En primer lugar, haciendo un balance de los 12 años de funcionamiento de la UNM, podemos celebrar con orgullo el haber conformado una comunidad universitaria que transita su tercer gobierno autónomo y que a lo largo de estos años ha alcanzado logros significativos tales como haber superado una matriculación de más de 30 mil estudiantes, computando a los ingresantes del próximo año, en actualmente 14 carreras de grado, 2 ciclos de Licenciatura y 8 Tecnicaturas universitarias; a esto se suman 2 Especializaciones y 2 Diplomaturas en marcha y diferentes actividades de posgrado que son la base nuevos proyectos de ese nivel, y especialmente, por nuestros casi 1.500 graduados y titulados al día de la fecha.
También por los más de 700 Proyectos de Investigación y Desarrollo Tecnológico, de Desarrollo Tecnológico y Social, de Vinculación Tecnológica y de Extensión y Voluntariado Universitario realizados o en curso, con financiamiento propio o de otras entidades; y que dan muestra de los progresos que esta comunidad universitaria ha logrado en tan corto tiempo. Por otra parte, hemos concretado la puesta en marcha de la Escuela Secundaria Politécnica en 2021, dando un paso muy importante en el despliegue institucional de la UNM.
Lo enumerado, también se apoya en los más de 21.000 m2 de superficie cubierta acumulada en 86 aulas y 26 laboratorios y aulas-taller, además de otros espacios que dan soporte al despliegue a las actividades y funciones mencionadas, y sin computar obras en marcha que seguirán aumentando las capacidades de la UNM para seguir creciendo.
En particular, en 2022 podemos destacar la puesta en marcha del Instituto Tecnológico de la Universidad, y la concreción de nuevas propuestas de formación que iniciaran más adelante (por la carrera de Abogacía y 4 Diplomaturas), cumpliendo los objetivos iniciales del primer Plan Estratégico Plurianual aprobado el año anterior, el que junto a otros planes y programas de actividades sustentan su desarrollo y fortalecimiento institucional.
¿Cuál es su balance personal de su período al frente de la UNM, que comenzó con su rol de Rector Organizador?
He pasado por todas las sensaciones: alegrías, satisfacciones pero también preocupaciones y amarguras, innumerables de contar. Siempre digo que han sido vertiginosos e intensos todos estos años y aún hoy los vivo como el primer día. Es una cotidianeidad muy poco regular, siempre urgente y, siendo yo muy detallista agrego un plus de intensidad que seguro atraviesa a todo el equipo.
Independientemente de estas sensaciones, el balance es muy positivo y gratificante y me siento parte importante de haber contribuido a conformar “una comunidad organizada”, porque sin lugar a dudas, es un logro colectivo haber podido poner en marcha una Universidad en tan poco tiempo de organización y haber experimentado el crecimiento que hemos tenido en esta corto tiempo de existencia. Creo que el esfuerzo adicional que ha sido para todos, se sostiene en la trascendencia de nuestro trabajo que como docentes, no docentes y estudiantes compartimos, al ser parte de la realización del derecho humano a la educación superior en nuestro territorio. Sentimiento compartido desde el que tiene la responsabilidad más pequeña hasta los que tienen las mayores.
Así lo vivimos cotidianamente, más allá de la larga lista de logros o de cuestiones pendientes que podamos enumerar. En todos estos años, no pocas veces me detengo un minuto y me conmuevo de las muchas situaciones que se me presentan por las alegrías compartidas de los que estudian o transitan por la Universidad. Indudablemente, las ceremonias de graduación son las más intensas. Mezcla de orgullo y emoción compartida por todos los presentes que me representan el hecho de que hemos contribuido a cambiar las vidas de esas personas que se reciben.
Siempre remarco en esos actos que nuestros graduados son la mayor contribución que hace la Universidad al pueblo de Moreno y la responsabilidad que tienen de ser artífices de la transformación que necesitamos para que Moreno crezca en calidad de vida, en desarrollo, en justicia social, en todo lo que hace falta y que sería largo enumerar y que deberán realizar como dirigentes en futuro no muy lejano.
Algo que me conmueve mucho son las historias personales que suceden en los momentos y lugares más impensados, cuando alguien me reconoce y me cuenta de su paso por la UNM o sus sueños por recibirse o un padre de un estudiante, aun los que todavía no lo son, por el futuro de sus hijos. Te aseguro que es muy fuerte y agradezco mucho esas pequeñas satisfacciones del deber cumplido y de las consecuencias de la tarea cotidiana en una cadena de eslabonamientos que siempre es provechosa, aun cuando muchos no se reciban, ya que es innegable que todo el que pasa por la Universidad se lleva más conocimientos y oportunidades, cualquiera sea la intensidad de ese tránsito. Son transformaciones personales y valores transmitidos que te alientan a seguir trabajando y luchando por el crecimiento de la UNM.
Por último, que decirte del valor que representa para mí que vivo en esta comunidad desde que inicie la escuela primaria en los años ’60, ser protagonista privilegiado de la construcción de una institución de esta naturaleza, teniendo en cuenta que la institución universitaria ya no es solo centenaria sino milenaria.
¿Cuáles son los principales desafíos que tiene por delante la UNM?
En 2021, la UNM inició un tercer gobierno autónomo, lo que implicó una importante renovación de sus autoridades y la incorporación de sus primeros graduados como consejeros electos, luego de acceder a sus cargos docentes por concurso. Lo que también nos llena de orgullo y reafirma la consolidación del perfil que hemos construimos en este tiempo.
Con este marco, aspiramos a dar un salto cualitativo en el mayor despliegue de las funciones de investigación, vinculación y extensión, lo que potenciará el impacto en la presencia de la Universidad en el territorio, en el desarrollo del nivel de posgrado y de los espacios culturales, deportivos y recreativos.
Por otra parte, en esta nueva etapa aspiramos a cumplir el objetivo originario de desarrollar carreras del campo de la salud, lo que implicará la apertura de un nuevo departamento académico.
Por último, el haber transitado la pandemia en la forma que lo hicimos, nos ha permitido generar un impensada capacidad para desarrollar la virtualidad de la enseñanza y de una manera más proactiva, por lo que nos hallamos abocados a la apertura de nuevas propuestas a distancia, siendo que ya hemos obtenido el reconocimiento institucional del Sistema de Educación a Distancia de la UNM.
¿Qué otras iniciativas aspira a concretar la UNM?
Como la revolución, la universidad es un sueño eterno. Si hay algo que pude comprobar en este tiempo es que la universidad no solo es un sueño hecho realidad sino que la universidad hace realidad muchos sueños personales y colectivos. Eso es algo que retroalimenta permanentemente la alegría de ser parte de este proyecto. En este sentido, quisiera manifestarte que confío plenamente en la comunidad universitaria que supimos construir y en los valores transmitidos a nuestros graduados, los que han de dar cuenta del verdadero prestigio de esta institución, mucho más que por las cualidades y antecedentes de sus docentes.
La UNM nació en un momento histórico en el que hubo una mejora en la distribución del ingreso y los estratos más postergados recuperaron ingresos y empleo, lo que en alguna medida incidió en que recrearan un rasgo identitario de la sociedad argentina que tiene que ver con la búsqueda del progreso individual o ascenso social a través de la educación superior. Eso se ha reflejado en la matricula que ha reunido la Universidad. De hecho, cuando proyectamos nuestra matrícula para los primeros cinco años de existencia, nos quedamos muy cortos y los primeros ingresantes del 2011 casi triplicaron nuestros cálculos.
Hoy con casi 1.500 graduados que han encontrado mejores oportunidades laborales y obtenido mayores ingresos, a partir de los seguimientos que hemos hecho sobre nuestros egresados, podemos afirmar que la Universidad ha contribuido a que nuestra tradición cultural se reafirme en los hechos. Por otra parte, nuestra propuesta es decididamente inclusiva, y siempre en revisión, en procura de dar apoyo a quienes lo necesiten, enfrentando el gran desafío de todas las universidades: la retención de estudiantes y la mayor terminalidad sin renunciar a la calidad educativa.
Creo que esta premisa es nuestro sueño esencial, el cual se despliega y articula con otros que para poder realizarlos, pienso debemos ser fieles al plan estratégico que nos hemos trazado, al perfilar ciertos campos y cuestiones estratégicas donde la Universidad debe enfocarse de cara al logro de objetivos estatutarios de contribución al desarrollo social y productivo del territorio. En este sentido, la puesta en marcha del Instituto Tecnológico y el Nodo de Gestión Tecnológica e Innovación Productiva (Nodo GETEC-UNM), los que en conjunto con la ESPUNM conforman el espacio UNM-TEC, son de vital importancia para alcanzar este cometido, que tambien abarca el de la inclusión y acceso de todos los sectores a la Universidad.
En linea con lo anterior, el desarrollo del nivel de posgrado y el mayor despliegue de las funciones de investigación, vinculación y extensión pensados como los desafios de los proximos años, abrirán y reafirmarán el recorrido de apertura e interaccion con otras instituciones universitarias, no solo nacionales; lo que incluye y es nuestro mayor deseo, facilitar las experiencias de formación de posgrado de nuestros graduados en otras universidades, inclusive del extranjero. Algo que ya ha comenzado a producirse y nos halaga por el éxito logrado por nuestros egresados.
Por otra parte, el desarrollo del Campus Deportivo, que viene sufriendo muchos contratiempos para lograrlo, recrear el museo de sitio del Riglos y el espacio que se viene conformando con el escenario al aire libre y el vagón que hemos recibido de Ferrocarriles Argentinos, junto con el proyecto de Memoria Morenense, aportan a un sueño de preservación de la identidad y la historia local y de construccion de nuestra propia identidad como universidad conurbana que considero de enorme trascendencia institucional.
En esta perspectiva, también cabe incluir nuestro proyecto de construcción del complejo cultural que hemos delineado y que permitirá albergar y desarrollar completamente los medios de comunicación de la Universidad que ya hemos puesto en marcha.
