A dos días de un nuevo proceso eleccionario que diera como ganador a Donald Trump, luego de haber conseguido los 270 votos electorales dentro del Colegio Electoral, múltiples pronósticos comienzan a suscitarse entre especialista en política internacional. Los ejes propuestos para este análisis, en el cierre del CEPI, versaron sobre la volatilidad política de América Latina la transversalidad de los electorados y el futuro de las democracias en nuestro continente.
En las elecciones de 2020 Joe Biden ganó con cerca de 81 millones de votos y ahora el Partido Demócrata solo llegó a 67, 14 millones de votantes menos. De igual forma sucedió con el Partido Republicano, que pese a obtener la victoria en estos comicios, lo hizo con 2 millones de votos por debajo de las elecciones pasadas. “Hubo un colapso del Partido Demócrata, de una intensidad desconocida, pero si juntamos los datos de ambos candidatos nos están reflejando una crisis de la democracia mucho más profunda, de una sociedad muy partida y de un cuestionamiento social al sistema polìtico e institucional, en su conjunto, notable”, expresó Tokatlian.
Es en este contexto que se observa que la volatilidad electoral en América Latina ha alcanzado a EEUU, proponiendo una latinoamericanización en este sentido; desde la elección de Barack Obama sucede una alternancia de gobiernos demócratas y republicanos.
“Tenemos que entender qué está pasando con los electorados en todo este continente, no es un tema solo de América Latina. La gente tiene cada vez más expectativas mezcladas con más frustración. La gente tiene más necesidad de certezas y los partidos políticos le ofrecen cada vez menos esperanzas. Y creo que ahí hay un secreto sobre la alta volatilidad que debiera ser más sistemáticamente estudiada”, así lo definió Juan Tokatlián.
Según las últimas encuestas de la consultora Gallup, aproximadamente el 68% de los estadounidenses carece de confianza en su gobierno nacional. Algunos expertos explican ese fenómeno con la calidad de la prestación de los servicios públicos, la necesidad de medidas contra la corrupción y la desigualdad. Tokatlian, subraya: “Los partidos de derecha radical son experiencias transversales, no responden a un solo tipo de electorado, cubren un electorado mucho mayor que el esperado”. Algunas semejanzas con estas elecciones y nuestro país pueden ayudar a pensar en esta clave.
El sociólogo e investigador también propone considerar con cautela esta época y observar cuatro ejes que considera imprescindibles para un análisis más pormenorizado en relación con Argentina. Pese a que considera que la política exterior de Trump se mantendrá constante, propone tener en cuenta: 1) La política interna, y la posibilidad de la significancia de un aval para el presidente Javier Milei en materia de la reestructuración de las instituciones. 2) Su política de defensa y las alianzas y acompañamientos que viene tejiendo con nuestro país tanto en la OTAN como en la integración a las Fuerzas Marítimas Combinadas que dirige Estados Unidos en Medio Oriente. 3) La cuestión material que deviene en los altos aranceles y la depreciación del peso. 4) Y sus marcos valorativos con quién comparte una agenda común sobre las cuestiones de género, cambio climático y el multilateralismo.
Como cierre de la exposición, Tokatlian, advirtió: “Creemos que la geopolítica va por un lado y la democracia por el otro. Tenemos que ver más a la demografía y su impacto en la democracia. Desde los años ‘80 viene declinando la clase media en EEUU, en once puntos hasta la actualidad, junto a sus valores, sus creencias, su forma de ver el mundo y sus instituciones”.
Para finalizar el evento, Robba destacó: “En este congreso construimos conocimiento situado en relación con el mundo. Conocer de economía política internacional y construir conocimiento desde nuestros lugares es la función primordial de la universidad pública”.
El CEPI 2024, en su cuarta edición en la UNM, contó con cuatro paneles centrales de figuras de renombre nacional e internacional, 24 mesas temáticas y simultáneas a lo largo de los dos días. Participaron 120 docentes e investigadores como expositores, 11 estudiantes y 12 graduados. El crecimiento de la la propia universidad se muestra en el tamaño del Congreso, ya que 2014, en su primera edición, hubo 9 mesas, 88 profes expositores, 11 estudiantes relatores y ningún graduado con presentación de ponencias.