Kaiken Cultivo Natural es conocida por priorizar uno de los cinco reinos de la naturaleza: el reino fungi, es decir, el de los hongos. La marca de la Cooperativa ALDEA cultiva, comercializa y distribuye esos productos para la región, motivando a sus clientes a adoptar la práctica de incluirlos en el día a día. Asimismo, invita a conocer más sobre la importancia de consumirlos y llevar una vida más arraigada a lo natural.
¿Qué tipo de hongos se cultivan en Kaiken? La respuesta es: gírgolas, shiitake, portobello y champiñón. En cuanto a los secos, hay de pino, gírgolas y shiitake. Y también comercializan sales naturales elaboradas con estas especies. Todos ellos pueden encontrarse en su tienda online (https://kaikencultivo.ar/) , donde comercializan sus productos.
Los comienzos
En 2012, pequeños productores de hongos se unían para crear algo novedoso y poco conocido en el mercado. Especialmente porque en aquellos tiempos, lo ecológico y natural era poco practicado por las personas de la zona. En ese contexto surge la cooperativa ALDEA. “Como no eran muy conocidos los hongos en esa época le pusimos siglas a ALDEA, que era Asociación de Locos de Atar, porque básicamente estábamos yendo hacia un lugar inexplorado, emprendiendo en algo que no se conocía ” , recuerda entre risas Ignacio Tirelli, socio fundador y productor de Kaiken.
Él y otros pequeños productores de hongos constituyeron ALDEA y crearon la marca Kaiken Cultivo Natural. Por otra parte, en 2021 fundaron la Cooperativa de Trabajo Investigación , Desarrollo y Producción Fungican, que es la encargada de la producción de suplementos alimenticios. Ambas trabajan en sincronía, ya que persiguen un mismo objetivo: promover una economía circular.
Tirelli cuenta que su propia casa fue mutando hasta convertirse en una sala de producción de hongos. Al recorrer el lugar se pueden ver la sala de envasados y frescos y la de fructificación, en la cual en el 2013 se comenzaron a producir las primeras gírgolas en Moreno. También se puede apreciar cómo está en desarrollo una nueva planta de producción de deshidratados de hongos y vegetales. En cada espacio se siente un olor terroso que lleva a conectar con la naturaleza.
En Kaiken no sólo tienen como objetivo vender esos alimentos sino que también ofrecen espacios para educar sobre la importancia de adquirir los nutrientes de los mismos. “Estamos por crear un comedor y una sala de formación y capacitación para darle charlas a las escuelas”, cuenta Tirelli. Además informa que están por presentar un nuevo proyecto en Parque Los Robles para formar a los chicos en la producción de hongos.
“No solamente tenemos que lograr traer plata, sino también traer el conocimiento hacia nuestro desarrollo. Si nosotros nos quedamos solamente con que necesitamos financiamiento nos olvidamos también de la otra parte, que es la que nos hace crecer y generar valor”, expresa Tirelli.
Salud y sostenibilidad
En cuanto al proceso de cultivo de los hongos, se parte de una cepa de madre, aunque Tirelli aclara que en Argentina no hay un gran cepario. “Los hongos que trabajamos nosotros refieren a la madera. Lo que hacemos es fabricar un tronco de madera controlado, tratando de llevar a la máxima eficiencia en su producción”, señala. Lo positivo de este proceso es que al trabajar con ese tipo de residuos, se está ayudando a degradarlos y a obtener biocompuestos, proteínas y nutrientes.
La cooperativa apuesta e impulsa a cuidar el medio ambiente, al tomar conciencia de la importancia de adquirir hábitos más naturales. Es por eso que están presentes en cada detalle de la producción para que sea siempre respetando la sostenibilidad. Tirelli manifiesta: “El proyecto implica la economía circular. Hay varios ejes ahí, tenemos que minimizar los insumos que van a terminar en un sistema de residuos. Entonces lo importante es trabajar con insumos que vayan a compostarse”. Además subraya que deben garantizar que el consumidor reciba un producto sano, inocuo y que no esté alterado.
Por eso mismo tampoco utilizan bolsas de papel sino que los productos son entregados en bolsas biodegradables, hechas con fécula de maíz. En tanto, hay otras organizaciones que compran estos hongos y reivindican la tarea de la cooperativa. “La sostenibilidad en la producción es fundamental, particularmente no concebimos al desarrollo económico y a la producción de alimentos de otra manera que no sea esta. Explotar recursos de manera tal que en unos años no sirvan más, es pegarse un tiro en el pie”, declara por su parte Ignacio Vila, integrante de Alimentos Cooperativos, clientes regulares que comercializan los productos de Kaiken.
Vila comenta que compran a Kaiken para revender sus productos en sus almacenes ubicados en la localidad de Buenos Aires, pero después viajan a través del país con la Red Nacional de Alimentos Cooperativos, que tiene varios puntos de ventas en diferentes sedes. “Son compañeros y compañeras que ponen la centralidad en la necesidad de alimentarse correctamente y nutricionalmente. Siempre la preocupación está puesta en ese oco y no sólo en una cuestión económica”, dice.
Innovación y futuro
Federico Mosca es bioquímico y comenzó a formar parte en la cooperativa ALDEA tres años atrás. Su rol es realizar el desarrollo de nuevos productos par, agregar valor y controles de calidad a los productos generados por Kaiken y Fungican. “Estamos desarrollando nuevas fórmulas para lograr que el hongo entre en la mesa de los argentinos que no tienen una cultura de consumir este tipo de alimentos, el cual es muy nutricional”, anticipa.
Por otro lado, los valores nutricionales que aportan los hongos a nuestro organismo, cuando los consumimos, son potencialmente altos. Mosca explica: “Los beneficios nutricionales de los hongos son de una amplia gama. Es un gran aporte de vitaminas y fibras. Hay compuestos que tienen que no suelen estar muy distribuidos en lo que solemos tener de dieta en Argentina”.
“La base de este proyecto es que no importa como lo consumas, pero que vos en tu casa tengas hongos de cualquier forma. Así vas a estar incorporando lo que nosotros llamamos la tercera pata de la nutrición”, apunta con orgullo Tirelli. La cooperativa pone su empeño y dedicación para que los consumidores gocen de salud al consumir sus productos y que a su vez sean activos ante el cuidado de la tierra que habitamos.