Nuestro derecho, nuestro lugar, nuestro futuro…

Texto:

Inteligencia Artificial: la necesidad de regulaciones

La masificación de la IA puede abrir oportunidades educativas pero en la práctica muchas veces es utilizada para evitar cualquier mínimo esfuerzo intelectual. ¿Qué pasa en el sistema escolar?
Sin control ni orientaciones, el ChatGPT induce a errores y empobrece el aprendizaje. Foto: Clara Pérez Colman, de ANCCOM.

El 90% de los estudiantes argentinos utilizan ChatGPT para sus tareas académicas., según una encuesta del Instituto Universitario para el Desarrollo Productivo y Tecnológico Empresarial de la Argentina (IUDPT) realizada en 2024. Este fenómeno pone en evidencia los riesgos y oportunidades que la inteligencia artificial presenta en la educación de los adolescentes.

El reciente informe del IUDPT destaca la creciente dependencia de los alumnos en esta aplicación para sus trabajos escolares. Este uso masivo de la tecnología avanzada abre oportunidades educativas, pero también plantea retos que deben abordarse para asegurar una formación académica equilibrada. Aunque el estudio se enfoca en el nivel universitario, es probable que esta tendencia sea aún más prevalente entre los jóvenes en la secundaria.

Para empezar, es preciso definir la inteligencia artificial (IA) como “máquinas capaces de imitar ciertas funcionalidades de la inteligencia humana, incluyendo la percepción, el aprendizaje, el razonamiento, la resolución de problemas, la interacción del lenguaje e incluso la producción creativa”, según la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).

Hoy en día, la IA invade la vida de los humanos desde múltiples frentes, desde asistentes virtuales como Siri y Alexa hasta plataformas como Netflix y Spotify, que nos sugieren contenido personalizado.

Esta presencia constante tiene un impacto significativo en la educación secundaria, ya que los estudiantes no solo usan ChatGPT para sus tareas, sino que también interactúan con ella en otros contextos cotidianos, lo que influye en cómo aprenden y acceden a la información.

En este contexto, la incorporación de la IA en la educación no está exenta de obstáculos. Marisa Cejas, profesora de Prácticas del Lenguaje en secundaria básica y especialista en lengua y literatura, señala: “Es una herramienta muy buena, si se la usa apropiadamente. La información está al alcance de la mano, y los ejemplos e imágenes ayudan mucho para la comprensión.” No obstante, advierte: “Si se utiliza solo para el completamiento automático, sin la lectura previa y la crítica de la respuesta, no es útil para el ser humano.”

Marina Mendes de Sousa, preceptora de la escuela 12 de Octubre en Moreno, menciona que considera la posibilidad de emitir boletines virtuales y permitir a las familias seguir el progreso de sus hijos. Además destaca: “Lo digital, tanto las aplicaciones de inteligencia artificial como distintos programas, llegaron para quedarse. Es importante regular el uso de ChatGPT y otras apps en los niños para que puedan desarrollar distintas habilidades”.

Desafíos educativos: concentración y dependencia tecnológica

Respecto del uso en aulas, Marisa Cejas apunta: “El comportamiento de los chicos en el aula con respecto al uso del teléfono cambió muchísimo porque se la pasan todo el tiempo con el móvil en la mano, como si fuera una extensión del cuerpo”. Además, dice sobre la situación de los jóvenes: “Cuando están en clase, lo que menos hacen es prestar atención al profesor. Su breve lapso de concentración se interrumpe porque enseguida sienten la abstinencia del celular.”

Por su parte, Melody González,  alumna del colegio María del Lujan Sierra de Moreno, expone: “La verdad yo no lo uso, pero sé de compañeros que sí la utilizan para las tareas. No me parece mal, pero cuando llegan las evaluaciones tienen problemas para hacerlas”. También  esta estudiante cuenta que algunos profesores están preocupados por esta situación y que es un tema que se debate en el salón.  

Esto se puede vincular a la idea presentada por Marisa, la docente, cuando habla sobre los obstáculos de concentración que presentan los alumnos. Ella advierte sobre “el escaso tiempo que les dura la concentración, se fatigan mucho más rápido que hace 10 años atrás”. Y agrega: “El uso de la tecnología y su inmediatez, es decir, la rapidez con la que se buscan y obtienen respuestas, el poco margen que queda para la imaginación, ya que ante cualquier duda se busca la imagen o el video en el celular, la tablet o la netbook, hacen que los chicos quieran todo ya,”.

“Escucho casos por parte de los profesores en donde los chicos  tienen exactamente la misma respuesta y, a la hora de comparar oralmente en el curso, quedan en evidencia delante de todos”, comenta por su parte Marina, la preceptora. Agrega que cuando los docentes descubren esta situación, deciden que los estudiantes realicen nuevamente la tarea en clase y sin el uso de los celulares, utilizando solo los manuales de texto.

En relación con lo expuesto  Lorenza Noguera Saucedo, jubilada y maestra particular del barrio La Reja, expone: “Muchas madres vienen para que sus hijos hagan la tarea y vayan aprendiendo en el proceso para que luego en la evaluación les vaya bien. Trabajamos juntos en comprender los temas y resolver los ejercicios, asegurándonos de que realmente entiendan el contenido y no solo memoricen las respuestas”.

“No me parece un buen recurso el ChatGPT porque siento que los niños acceden rápidamente a las respuestas y pierden la capacidad de relacionar conceptos”, detalla Lorenza. La rapidez con la que obtienen información puede limitar el desarrollo de habilidades críticas y analíticas. En lugar de enfrentar desafíos y resolver problemas de forma independiente, los estudiantes tienden a depender de herramientas tecnológicas, lo que puede impedir que desarrollen el pensamiento crítico necesario.

Asimismo, Ariel González, técnico en aire acondicionado y padre de tres hijos, menciona: “Mi hija mayor, que va a secundaria, no usa ChatGPT, pero sé de amigos de ella que sí deciden utilizarla. Para mí la IA tiene que usarse con responsabilidad. Es decir, primero resolver las consignas por uno mismo y luego, a modo de corrección, compararla con la aplicación”. Esta forma de regulación es una estrategia, pero también puede crear una dependencia con la herramienta.

Sobre este tema, Enzo Mortonfy, licenciado en Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA), señala: “La dependencia de la tecnología tiene que ver con la necesidad de estar conectados cada vez más tiempo. En el cerebro, genera un exceso de dopamina similar al consumo de sustancias, lo que provoca un sentimiento de placer intenso al utilizarlas y una incapacidad para regular su uso”. Además, agrega que uno de los mayores peligros de esta dependencia es que está tan naturalizada que no se consideran sus posibles efectos psíquicos, especialmente en niños y adolescentes.

Recomendaciones de los expertos y educadores

Para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos de la inteligencia artificial en la educación, se requieren estrategias equilibradas.  Cejas aconseja: “Al usar ChatGPT, hay que leer bien la respuesta, razonar su utilidad, buscar otras fuentes para comparar y luego elaborar la resolución, ya que la primera respuesta de esta tecnología puede ser incompleta, falsa o errónea”.

Esta profesora también presenta planificaciones que emplea: “Cuando veo que están usando mucho el celular y hay que leer un capítulo de una novela,   pongo una caja y con una cinta de papel comienzo a poner el nombre de cada estudiante  en sus respectivos teléfonos  y va a la caja, cuando termino la actividad se devuelve”.  Otra t{actica es “que si acaban la actividad rápido pueden usar el móvil, en caso de que no  la terminen no lo pueden volver a utilizar”.

Por otro lado está lo que aconseja González como padre: “Creo que debemos fomentar el esfuerzo crítico por parte de nuestros hijos. En el caso de que usen cierta aplicación, que sea bajo responsabilidad y con un tiempo controlado. Los excesos pueden ser malos”.

En la misma línea Mortonfy  añade: “Vuelvo a remarcar la importancia de que los padres puedan marcar esa regulación, no se puede estar todo el día con el celular, una herramienta que hoy en día se puede utilizar es el control parental”. Este recurso en los teléfonos permite a los adultos gestionar y supervisar cómo y cuánto usan sus hijos sus dispositivos móviles.

Además aporta: “No se trata de prohibir, porque es algo que llegó para quedarse y es propio de la época, pero sí enseñar un uso responsable. Y estar atentos a cualquier cambio de comportamiento, problemas en el sueño, o excesiva dependencia de las tecnologías. En ese caso, consultar con un profesional de la salud mental”.

La adopción de ChatGPT y otras tecnologías en la educación argentina presenta oportunidades y desafíos. Mientras la IA enriquece el aprendizaje, su uso indiscriminado puede causar problemas de concentración y dependencia. Padres y educadores deben promover un uso equilibrado y crítico de estas herramientas, asegurando una supervisión adecuada para maximizar beneficios y minimizar riesgos.

Comparte esta nota 

otros artículos
relacionados

Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Moreno

Av. Bme. Mitre N° 1891, Moreno (B1744OHC), provincia de Buenos Aires.
Edificio Histórico – Ala Oeste P.B. – Interno: 3771
Teléfonos:
0237 460-9300 (líneas rotativas)
011 2078-9170 (líneas rotativas)
Correo electrónico: anunm@unm.edu.ar

UNM_bicentenario_blanco
Ingresar usuario y contraseña
Logout