Desde sus inicios hasta la actualidad, el rock se enriquece con las fusiones que proponen los músicos, ya que cuenta con una capacidad de ser muy diverso en sus estilos. Así es como Ivo Buratovich, integrante de Ghost Perros, una banda de Luján que se define como de “western post rock”, explica: “De a poco empezamos a incluir elementos electrónicos, computadoras y ya para 2018 habíamos dado un vuelco que combinaba la canción nacional con ritmos DNB y House”. Esta estrategia se ve replicada en varias bandas, quienes se encargan de mezclar estilos para crear los propios. Ivo agrega: “El rock para nosotros es el intento de revolución más palpable que tenemos”. Él y su grupo forman parte de la camada del rock emergente de la zona oeste, de la que salió Bastardos del Under, que telonearon a Green Day el año pasado.
Siempre se vincula al rock con la reflexión, la situación social y el poder expresarse. Todo se basa en adquirir distintos sonidos durante la vida para poder crear el propio, según las palabras de Molina Venezia, guitarrista y voz de Santos Vega, una banda compuesta por músicos y músicas de General Rodríguez y Moreno.
Minerva Santini, baterista de Señorita Miel, un grupo punk de Mercedes y de Luján formado solo por mujeres, expone: “Yo creo que el rock históricamente siempre fue rebelarse contra algo, y por ahí hace un tiempo estábamos un poco perdidos al respecto y ahora siento como que está volviendo eso, la ira, que tiene que explotar por algún lado. Y creo que la música es un medio hermoso para que eso se exprese”.
Una de las cuestiones más interesantes es la composición de las canciones. Sobre esto, Jonathan Roldán, vocalista de Frases Nómades, banda de Merlo, relata: “La inspiración surge de la vida, creo yo, de las experiencias y lógicamente también de la literatura o el cine. A mí me gusta mucho leer. Además de la inspiración cotidiana, le sumamos las herramientas que te da tener una carrera y leer diferentes autores”. Es decir, plantea consumir culturalmente cosas que enriquezcan a la persona para la creación de las letras.
Santiago Mauregui, bajista de Calavera Azteca, de Moreno, agrega: “Generalmente, las letras son introspectivas. Tratan cuestiones que nos pueden llegar a angustiar, preguntas existenciales, por eso tratamos de que sea lo más sincero posible”.
Es una realidad que existen diferentes tipos de ambientes dentro del rock, pero todos los testimonios coinciden en que una de sus particularidades es la conexión constante entre bandas. Jonathan, de Frases Nómades, que es graduado en Comunicación Social por la UNM y becario doctoral, explica: “Tratamos de que sea un ambiente consciente, en donde se busque, además de divertirse, tratar de dar un mensaje y de educarnos nosotros mismos todo el tiempo”.
También hay situaciones que exceden el trabajo de las y los músicos, en este caso Enzo Zunino, bajista, de Prema, de Mercedes, manifiesta: “Hay una imbancable dificultad de conseguir espacios y condiciones que acompañen debidamente a las agrupaciones, en definitiva a la persona artista sea cual sea su o sus ramas. Hoy en día es muchísimo más fructífera y real la autogestión, pero eso implica mucha fuerza de trabajo y equipo”.
Por eso es que Molina Venezia explica que la mayoría de las veces tocan e invitan a bandas amigas para generar más encuentros, conocer artistas y poder difundirse entre sí. La mayoría de los testimonios aclaran la importancia del trabajo en equipo, sobre todo si se manejan de forma independiente y autogestiva. La división de tareas y roles son claves para que todo funcione como desean. Santiago Mauregui también recalca que eso significa, no sólo componer la música, sino también hacer la publicidad, encargarse de las redes, gestionar las fechas y la elección de lugares. Molina Venezia, apunta que es posible que a veces se sienta una diferencia en el trato con los dueños de los bares, y también si tocan en festivales: “Al no ser uno por ahora conocido como le gustaría, no existe un trato muy de igual a igual como pasa con las que son las estrellas o cabezas de cartel o las bandas más importantes, como los que venimos tocando en el under”, dice.
Luego de la pandemia, la gente volvió a salir para empezar a introducirse nuevamente en el ambiente del rock under. Minerva Santini asegura: “El público ahora tiene muchas ganas de salir y de ir a ver bandas y de escuchar música”. Y en cuanto a los lugares también, ya que Santiago Mauregui cuenta: “La movida nocturna se reactivó mucho después de que pasó la cuarentena. Hubo un resurgimiento de distintos lugares. Hay más lugares ahora para tocar que antes”.
En este ámbito, como todavía en muchos, siguen presentes algunos estereotipos- Delfina Canessa, vocalista y guitarrista de Señorita Miel, afirma: “Hoy el rock está lleno de mujeres. Siento que ya está, el rock no es más de chabones”. Y aunque aclara que en algunos lugares aún falta representatividad femenina en los escenarios, hay un gran cambio. Delfina añade: “Yo me quedo con lo positivo para mí, que es que cada vez somos más arriba en los escenarios y me parece que lo estamos logrando y que eso es muy hermoso”.
Una de las ideas latentes que propone Molina Venezia, es la importancia de la integración entre estilos. “Estaría bueno dejar un poco de sectorizar, que me parece que a nivel local y nacional, no es algo que sume a la cultura de nuestro país, sino todo lo contrario, la idea es compartir independientemente del estilo que hagan”, señala. Esta es una interesante perspectiva que acompaña y atraviesa a todas las bandas que dieron su testimonio, ya que muchas de estas se centran no solo en el rock sino en una fusión de éste, con otros géneros e instrumentos.