La crisis económica que azota Argentina pone a prueba la resistencia del pueblo. Según Focus Market, el consumo masivo cayó un 20,4% interanual en abril. En este difícil escenario, las empresas recuperadas están tomando un papel central. Dichas organizaciones como “Cerealcoop”, “La Litoraleña” o “Cooperativa de Trabajo Algodonera Santa Fe Ltda” surgen de la autorregulación de sus propios trabajadores. Tras el abandono o quiebra por parte de los dueños, deciden así combatir el desempleo. Por este motivo surge la pregunta: ¿Cómo viven y afrontan la tormenta económica que se abate sobre Argentina?
Cerealcoop: un caso de perseverancia.
La empresa Cerealcoop pertenece al partido de Tres Arroyos, en la provincia de Buenos Aires. Es una firma el 2 de febrero de 2020, por parte de los trabajadores mediante un movimiento de resistencia de no abandonar la fábrica y el cuidado constante de las plantas de dicha compañía durante 2018. La puesta en marcha dio sus frutos el 15 de julio de 2021, cuando los obreros comienzan a trabajar dentro de las instalaciones. Actualmente, tiene 84 socios y 48 asociados activos.
Sobre la situación actual, Sebastián Anta, presidente de Cerealcoop, expresa que “la recesión que atravesamos repercute en todas las industrias y en nuestro caso, que somos alimentos, también, ya que los cereales no son un alimento instalado como de primera necesidad”.
Además, el titular de la cooperativa sostiene que se debe trabajar mucho en el mercado para establecer esta forma sana y nutritiva de desayunar. En caso contrario, los cereales pasan a ser alimentos sustituibles y la empresa debe colaborar con otros productos del mercado, lo que resulta en la disminución de sus ventas.
Anta menciona: “Debemos ajustar todos los servicios que contamos, como el suministro de luz y gas, ya que se han multiplicado por tres o cuatro veces en algunos casos”. Algo complementario que no ayuda a esta situación es el no acompañamiento de los sueldos de la gran mayoría de los trabajadores.
En particular sobre el futuro de la empresa, el presidente explica: “La realidad es que va a estar muy complicado seguir trabajando de esta forma, donde las ventas disminuyen y todos los servicios aumentan”. También expone que los obreros quieren mantener una vida digna, pero que a causa de la crisis se ocasiona un mayor desgaste y esto va a repercutir en el resto de la sociedad.
La Litoraleña: con las manos en la masa
La Cooperativa de Trabajo La Litoraleña está en el barrio de Chacarita, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Allí dicha empresa consta de una trayectoria de casi 50 años en productos como tapas de empanadas y actualmente también produce pastas frescas. En 2015 hubo un conflicto laboral y posteriormente una ocupación de la planta. Los trabajadores recibieron la matrícula como empresa recuperada en enero de 2016 y actualmente tienen 45 asociados.
Fabián Pierucci, síndico de la cooperativa, revela que en este contexto existen dos problemas complementarios. Por un lado, la caída del consumo, ya que que durante los meses de marzo y abril siempre tienen un pico favorable de ventas y este año eso no se notó. Por otro lado, el aumento de los servicios de energía. “Las máquinas funcionan todo con electricidad y tuvimos un incremento prácticamente del 400%, estábamos pagando poco menos de un millón de pesos y pagamos cuatro millones en abril”, cuenta Pierucci.
“Nosotros venimos ya hace 8 años llevando adelante la gestión obrera y hemos pasado todas las dificultades políticas, económicas y sociales que ha habido. Ya es el tercer mandato presidencial y entonces sabemos que la cooperativa debería sobrevivir a esta inclemencia, pero se hace muy difícil porque terminamos pagando la mala política económica y resintiendo nuestra calidad de vida”, comenta.
La visión del delegado se centra en la permanencia de la situación. Si bien son optimistas, reconocen que el contexto es muy desfavorable. “Más que crisis y gobiernos, la crisis es más que permanente; el macrismo fue un desastre, el gobierno de (Alberto) Fernández también y éste peor”, detalla Pierucci.
Cooperativa de Trabajo Algodonera Santa Fe Ltda: salvar la ropa
Por fuera de la provincia de Buenos Aires, se pueden encontrar muchas más empresas recuperadas. Una de ellas es la Cooperativa de Trabajo Algodonera Santa Fe LTDA, creada durante 2016, con 78 asociados fundadores de la empresa anterior llamada Algodonera Santa Fe que fue a quiebra. Con el tiempo, llegaron a ser 116 socios.
Francisco Hilguero, presidente de la empresa, explica que “el año pasado la situación económica del país comenzó a deteriorarse y fue ahí donde la cooperativa y los asociados comenzaron a sentirlo en la producción y en la economía”. En referencia al actual momento, argumenta que “se complicó aún peor, porque se llegó a parar la producción y en estos momentos nos encontramos con la producción parada debido al bajo consumo de nuestro país y del cual no se ven buenos horizontes en la parte económica; pero aún estamos avanzando todos porque es nuestra fuente de trabajo”.
Cuando se habla del porvenir, otros integrantes de la cooperativa quisieron compartir sus pensamientos. “Mi visión es reactivar la empresa para generar puestos de trabajo a futuro, esperanzados en que se nos dé y el gobierno nos acompañe en todo, para el bienestar de la cooperativa, la comunidad y todos los que somos parte”, dice Daniel Saucedo, tesorero.
“Mi percepción para el futuro es dar a conocer la parte de ventas de prendas de la cooperativa, ya que mucha gente no nos conoce. Con respecto a la producción, ser exportadores, ya disponemos de conocimiento, maquinarias y mucha voluntad. Mi visión es ser grandes”, desarrolla Alejandra Vallejos, encargada de las ventas de indumentaria.
En conclusión, se acentúa por parte de las tres empresas recuperadas la descripción de la situación actual como complicada a causa del costo de los servicios, sumada a la caída del consumo ocasionado por la crisis que atraviesa el país. Pese a todo, estas cooperativas mantienen una visión optimista hacia el futuro, buscando adaptarse y encontrar nuevas oportunidades para asegurar su supervivencia y contribuir al bienestar de sus trabajadores y comunidades.