Cada 9 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Adopción. Esta fecha nació en Estados Unidos a partir de la creación de la plataforma de crowdfunding Adopt Together (Adoptemos Juntos). Cuando se habla de este tipo de programa, se trata de una cooperación colectiva, llevada a cabo por grupos o personas que realizan una red para conseguir dinero u otros recursos y financiar esfuerzos e iniciativas de otros. Hank Fortener, inventor de esta plataforma, creó el #WorldAdoptionDay el 9 de noviembre de 2014, con la finalidad de conmemorar la unión de nuevas familias, promover la conciencia sobre la adopción, así como recaudar fondos para apoyar a las familias durante el proceso de adopción.
En Argentina hay demasiados mitos sociales con respecto a la adopción. Muchas veces se escuchan frases como “hace años que me anoté y no me llaman”, “es muy burocrático el trámite”, “¿y si aparece la familia de origen y lo reclama?”. Desde hace mucho tiempo, expertos y autoridades que pertenecen al mundo de la adopción concuerdan en que hay un gran problema en la concepción del espíritu que conlleva ahijar a un niño nacido. Esa problemática está en que no se debe pensar a la tarea de adopción como el encontrar un niño para una familia, sino que consiste en hallar una familia para ese niño.
Existen en nuestro país un gran número de organizaciones sin fines de lucro que se dedican a cuidar a los niños que son dados en adopción. Estas ONGs tienen una importante labor para la sociedad: se encargan de difundir información, brindar acompañamiento, formar a los futuros adoptantes, entre otras cosas. Las mismas están en vínculo constante con la Adopción como institución, encabezada por Juan José Jeannot, Director Nacional del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos (DNRUA). Jeannot, Licenciado en Psicología en la Universidad de Buenos Aires, ocupa este puesto desde este año. Cabe destacar que pertenece al Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
“Es crucial la etapa de vinculación. Implica conocerse y trabajar con los niños porque también se actualizan situaciones que ellos fueron atravesando”, sostiene Jeannot con respecto al primer acercamiento de la familia postulante con el posible adoptado. Una de las principales diferencias que buscan todos los organismos de la adopción es que se debe entender que el adoptado es un ser independiente, que tiene una historia pasada a la cual la pareja necesita comprender y trabajar paso a paso.
La Red Argentina por la Adopción (RAA) es una organización que busca difundir, concientizar a través de campañas e informar sobre la importancia de ahijar. Y darle también una familia a los niños y adolescentes que esperan un hogar, funciona como un espacio de contención. “Adoptar es alumbrar”, es el lema que propone la RAA desde sus medios de comunicación. Así lo resalta Natalia Florido, la presidenta de la Red. Ella destaca que “tomó la responsabilidad de este rol para buscar la manera de darle voz a los hijos para que cuenten sus propias historias“.
En consideración con el primer vínculo adoptado, Florido decide empezar bien desde cero e ir a los inicios de todo el proceso de adopción: “Siempre le recomiendo a las parejas que no idealicen aquel hijo que no pudieron tener biológicamente. Encaminarse en este trayecto de adopción requiere adaptarse a diversas dificultades, de aceptarlas. Todas esas piedras que se presentan sirven para aprender. No es un camino que tiene facilidades. Lo que se sugiere es que la pareja se pregunte si están preparados para ahijar un niño para toda la vida, si están listos para paternar, ya sea un niño o un adolescente, no ir directo al grano”.
“El período de vinculación es uno de los más importantes porque es un momento de inicio de lo que será la nueva familia. Por un lado, está el menor que tuvo varios de sus derechos vulnerados y lo que hace el Estado a través de la adopción es restituirlos ofreciéndole la mejor familia. Del otro lado se encuentran los adultos que van a llegar con todo el anhelo de ser padres”, insiste Florido, desde las Redes Sociales y Youtube todos los vimos, sobre los cuidados que debemos tener en cuenta si queremos adoptar.
Ser Familia por Adopción (SFPA) es otra de las organizaciones que luchan para que la adopción pare de ser tan idealista y la pareja o la persona monoparental se mantengan con más ganas y preparación. Griselda Moreno, perteneciente a SFPA en el área de prensa, destaca que siempre se necesita un predio obvio: “Cuándo uno se inscribe, uno se pone a disposición de un proyecto adoptivo que tiene que ser el mejor para el niño que espera la familia y no al revés”. Además, agrega cuál es el sentimiento que te busca impactar: “El deseo es el primer paso para ser padre por adopción. Muchas veces ese comienzo puede estar motorizado por ser papá. Con el tiempo, uno entiende el mundo de la adopción. Comienza a ser más específica la idea de ser padre o madre por adopción”.
La DNRUA, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, se creó primero con el objetivo de formalizar una base de datos de todas las familias inscriptas del país. Luego se formó la Red de Registros Federal, a la que fueron adhiriendo todas las provincias. En 2017, Catamarca fue la última provincia en adherir, así que ya está todo el país en red. Esto implica que cada persona que esté interesada en adoptar se inscribe en el registro correspondiente a su domicilio y su alta es válida en todo el país. Los datos estadísticos en Argentina reflejan una realidad: la mayoría de las familias postulantes solo adoptarían en el caso de que se trate de un bebé o un niño pequeño. Tan solo el 5% de los que están inscriptos recibiría a niños mayores de 10 años, y en 0,08% aceptaría adolescentes de 15 años o más, es decir, solo dos de los casi 2500 anotados en el mes de noviembre.
Hay casos de todo tipo para hablar de adopción. Hace unos meses, Diego tiene una monopaternalidad y es uno de los vecinos de la ciudad de Marcos Paz. El marcospacence se siente a gusto con la decisión que llevó a cabo: “A raíz de que tengo infertilidad, decidí adoptar a un hijo, con el cual compartimos muchas charlas”.
Antiguamente solo se podían inscribir aquellos que acreditaban infertilidad. Los que tenían un bebe biológico no se podían anotar. “Ese paradigma cayó”, afirma Moreno. Ahora la mirada se especializa en restaurar el derecho de un niño. Por eso los que ya tuvieron un hijo biológico ahora pueden ser también padres adoptivos. “Cuando se escucha a los niños muchos dicen que quieren tener padres que sepan serlo, se lo expresan de esa manera a los jueces. Una pareja que ya tenga hijos sería una situación ideal para ellos”, detalla Moreno.
También hay casos de familias que deciden adoptar, aún teniendo la posibilidad de traer un bebé al mundo. Los casos más habituales son las parejas gays, algunos han tenido hijos de manera biológica con su primera pareja y luego cuando definieron su sexualidad, decidieron adoptar. Florido explica el porqué de quienes tienen hijos biológicos también tienen adoptivos: “Estos no recurren a la subrogación de vientre porque es un tema que en Argentina no está muy claro todavía. También hay ejemplos de mujeres que prefieren no pasar el proceso de amamantar y estar con sus hijos muy chiquitos, y entonces adoptan. Se arman familias hermosas de todas maneras.
El principal desafío que coinciden Natalia Florido y Griselda Moreno, en representación de la RAA y la SFPA, es en la creación de esos futuros padres adoptantes y ayudarlos: “A los futuros adoptantes les brindamos películas y libros para que se ubiquen en el rol de padres. Muchas veces con estos ejemplos los hacemos poner en lugar para que comprendan la historia del adoptado, porque este tuvo una vida antes. No es una tarea fácil. Lo llevan adelante gabinetes psicológicos que trabajan en espacios municipales de adopción creados por la Red. La mirada de ser padres siempre está desde lo biológico, pero en la adopción eso cambia”.
También hay que hablar de problemáticas en la adopción. Moreno argumenta que “no puede ser que haya gente de 50 años aproximadamente que a veces quiere adoptar y que tiene una gran relación con sus sobrinos más grandes, pero un hijo bebé terminaría siendo algo totalmente distinto a lo que ellos quisieran compartir. Estas charlas de acercamiento funcionan para eso”.