A la hora de querer escapar del ruido de la ciudad buscamos opciones que se adapten a nuestros bolsillos y de una distancia relativamente cercana a nuestra ubicación. Una de estas alternativas es el astroturismo, una opción que por su palabra pareciera que remite a otra cosa, pero en realidad es más simple de lo que se piensa. Existió desde siempre una fascinación por conocer y observar más de cerca las estrellas y sus desconocidos fenómenos, los cuales se nos dificulta observar a los que vivimos en las ciudades producto de la contaminación lumínica.
Claudio Martínez, director del Instituto Latinoamericano de Astroturismo, con sede en la ciudad de Buenos Aires, explica como se realiza esta experiencia y que le ofrece a los visitantes: “El astroturismo es una manera de mostrar el cielo de una forma diferente tratando de recrear lo que veían nuestros pueblos originarios, como si tratamos de hacerle imaginar a la gente que estamos mil años atrás en el tiempo; y mirar el cielo y explicarles lo que ellos creían, las historias que ellos tenían para tratar de interpretar los fenómenos del cielo y después por supuesto bajarlo a la actualidad y explicarles de qué se trata, el cielo, la astronomía”. Además de la divulgación de la ciencia astronómica, se invita a reflexionar sobre otros temas. “Lo puedes hacer desde la ecología, lo que es la conservación y la polución lumínica, la conservación de áreas naturales protegidas, desde la ciencia y también desde lo parte humanística”, relata Claudio.
El instituto además de difundir los distintos emprendimientos que existen en todo el país, se dedica a profesionalizar a los guías de turismo o a cualquier persona interesada en el turismo astronómico. En este sentido el director del instituto cuenta sobre el objetivo de esta iniciativa: “Decidimos hacer el instituto para poder darle todo el marco de funcionamiento, cómo generar un emprendimiento, de qué forma evaluar la competencia, cómo hacer y cómo manejar las redes sociales, que mostrar y que no mostrar; cómo utilizar un telescopio”.
Por otra parte, hay distintas maneras de formar parte de la experiencia astronómica, Martínez resalta algunas cuestiones con la que los turistas se pueden encontrar. “Buscas un lugar donde se tenga una calidad de cielo buena, que se vea la Vía Láctea, que tenga una buena oscuridad, porque la realidad es que la gran mayoría de la gente en este momento vive en ciudades, entonces los turistas cuando miran un cielo con estrellas y la vía láctea se quedan con la boca abierta porque no pueden creer que se vea así el cielo. Se les cuenta mitología si surge algún tema en ese momento, por ejemplo, a veces se ven satélites, entonces te preguntan qué es esa luz, qué son los satélites, qué es la vía láctea, cómo se pensaba que era antes y cómo es en realidad”.
Además de organizaciones que se dedican al astroturismo, existen personas aficionadas que emprendieron el camino de observar las estrellas e invitar a otras personas para que disfruten de esa experiencia. Es el caso de Juan Francisco Ceser, profesor de matemáticas, que por medio de su emprendimiento “Campo y Estrellas” se dedica a divulgar la astronomía. “Comencé con la divulgación del astroturismo en plena pandemia, hace tres años y medio en el campo de mi esposa donde empecé a llevar los telescopios. Yo tenía los telescopios en el patio de mi casa, la idea fue hacerlo un poco más abierto, realizar lo mismo que hacía en el patio de mi casa, pero con mejor cielo, en el campo, con música; como más armado y más turístico”, cuenta Ceser.
La iniciativa de “Campo y Estrellas” ofrece, desde ya, la experiencia de turismo astronómico, propuestas educativas para escuelas y otras instituciones; observaciones tanto diurnas como nocturnas y la divulgación científica. El profesor explica lo que propone: “Las experiencias que yo ofrezco son jornadas de aproximadamente de una hora y media con 6 y 7 telescopios, alguna cámara, binoculares, pantalla, música y también hay un poco de gastronomía”.
Cabe destacar la importancia de tener un cielo libre de contaminación lumínica a la hora de realizar la observación del firmamento: “Es una experiencia mezclando lo que es el turismo científico con el turismo rural. Busco en campos propios o campos que me prestan, depende, por ahí te contratan de alguna ciudad vecina. Eso te brinda un lugar muy alejado de la ciudad o te alejás algunos kilómetros para tener buen cielo”, comenta Ceser. En este sentido existen varias opciones relativamente cercanas en la provincia de Buenos Aires, Francisco resalta cuáles son las mejores zonas para realizar estas actividades: “Yo estoy en Vedia, noroeste de la provincia de Buenos Aires, ya alejándote unos dos kilómetros hacia zona de campos, tenes buenos cielos. Todo lo que es noroeste, el sur de la provincia, la zona de Tandil, Sierra de la Ventana, ahí en esos lugares se hace astroturismo también. Y acá en el noroeste de la provincia estoy en la zona de lo que es Junín, Lincoln, Bragado, Alberdi; toda esa zona la laburo yo”.
Otra forma de acercarse al turismo astronómico son los observatorios, en la localidad de Mercedes se encuentra el Observatorio Astronómico Municipal Ingeniero Ángel Di Palma. La historia de ese organismo comenzó con un grupo de aficionados a mediados de los años 60, luego fue reconocido como tal y fundado en 1974.
Ubicado en una zona rural, las actividades del observatorio no se engloban específicamente en el turismo astronómico, pero aun así está abierto al público en general y a los aficionados. Donde se pueden observar fenómenos como, objetos del cielo profundo (Cúmulos, nebulosas, galaxias), la luna en todas sus etapas y por supuesto los planteas de planetas.
El director del observatorio, Miguel De Laurenti, explica con que se pueden encontrar los visitantes: “En cuanto al astroturismo, lo nuestro es netamente observacional. No tenemos facilidades de alojamiento, tampoco grupos numerosos por falta de lugar”. Por otra parte, las actividades que se pueden realizar están disponibles de forma libre y gratuita todos los viernes hábiles de 19 a 22 hs, siempre y cuando el cielo este despejado. “Tenemos tres actividades: una de divulgación (investigación y publicaciones científicas), otra de docencia informal (cursos y talleres) y además ofrecemos soporte a la investigación científica con convenio junto con otras dos instituciones”, comenta De Laurenti.
El astroturismo en cualquiera de sus modalidades es una opción para disfrutar de las maravillas del cielo, conocer sus mitos y la ciencia astronómica; sin tener que viajar largas distancias o gastar demasiado.