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Estudiante de Comunicación Social (UNM)
Agustín Sisalli Estudiante de Comunicación Social (UNM)

Archivo de la Memoria Trans: ¿a quién le importa lo que yo haga?

Un espacio virtual que reúne documentos y testimonios de personas trans de este pais acaba de cumplir un nuevo aniversario. Hablan una de sus creadoras, dos integrantes de la iniciativa y una investigadora.
Claudia Pía Baudracco, que fue clave en la creación del Archivo. Fotos: Gentileza AMT.

El Archivo de la Memoria Trans Argentina (AMT) cumple trece años. Fundado por María Belén Correa, el espacio nació como una respuesta a la falta de registros, imágenes, palabras y testimonios sobre la vida de las personas trans en el país, muchas de las cuales fueron perseguidas, encarceladas, violentadas o borradas de la historia oficial. En este contexto, la presentación de la segunda edición del Archivo de la Memoria Trans Argentina -conocido popularmente como el libro rosa– es mucho más que una publicación: es un acto de resistencia y memoria. En sus páginas se reúnen fotografías, cartas, historias de vida y reconstrucciones colectivas, tejidas entre más de una decena de personas que colaboran con el proyecto.

El contexto actual en Argentina, marcado por políticas públicas de despidos a personas trans del Estado, un clima social que habilita discursos de odio normalizados y la constante sensación de que el fin de los derechos adquiridos está cerca, genera preocupación en quienes sostienen espacios como el Archivo: “Quitaron los documentos no binarios y nadie dijo nada, no respetan el cupo laboral trans y nadie dice nada, prendieron fuego a cuatro mujeres lesbianas y pasó. Nosotros hacemos entrevistas virtuales o en ferias donde se compra el libro, pero ya no recibimos gente en el espacio. Es parte de cuidarnos.”, señala María Belén Correa, en exclusiva para ANUNM.

¿Qué es el Archivo de la Memoria Trans Argentina?

El AMT es un espacio virtual dedicado a la protección, construcción, recuperación y reivindicación de la memoria trans en el país. Busca reunir y rescatar un acervo documental sobre la historia de vida de la comunidad trans argentina, asegurando que sus vivencias -especialmente de quienes sufrieron discriminación y violencia sistemática- se preserven y sean accesibles para la comunidad, teniendo en cuenta que se trata de historias a menudo silenciadas o borradas de los relatos oficiales.

Contiene un acervo de más de 25.000 documentos, en donde se incluye una colección de memorias fotográficas, fílmicas, sonoras, periodísticas y diversas piezas como dnis, pasaportes, cartas, notas, legajos policiales, artículos de revistas y diarios personales. Se registra un material que comienza desde principios del siglo XX hasta finales de la década de los años 90. Las archivistas del proyecto son mujeres trans mayores que, por primera vez, han accedido a un entorno profesional y laboral de esta naturaleza: “El archivo, para mí, significa aprendizaje; ahí me enseñaron y me capacitaron. Aprendí a conservar, a limpiar fotografías, a hacer los sobres y las carpetitas en donde guardamos las fotografías y los negativos, a coser a máquina y cortar a medida, a escanear y aprender en computadora”, comenta Ornella “Teté” Vega -integrante del Archivo-, en diálogo con ANUNM.

El origen: militancia, exilio y amistad

El AMT fue ideado por Claudia Pía Baudracco y María Belén Correa,​ dos activistas que tuvieron un rol fundamental en el surgimiento de la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTTA), el movimiento organizado por los derechos de las personas trans en Argentina a principios de la década de 1990. En 2012, el movimiento por los derechos trans en el país logró su mayor victoria con la aprobación de la Ley de Identidad de Género, una legislación pionera a nivel mundial que permite que las personas trans sean tratadas de acuerdo a su identidad auto percibida e inscritas en sus documentos personales y otros registros con el nombre y el género vivenciado. Sin embargo, dos meses antes de la aprobación de la ley, hubo un antes y un después: Claudia Pía falleció. Así lo cuenta María Belén: “El Archivo de la Memoria Trans fue coincidente con dos acontecimientos importantes en 2012: la muerte de Claudia Pía Baudracco -que hace que yo herede las fotografías de su vida- y la sanción de la Ley de Identidad de Género, que cambia la mirada del activismo y empieza a mirarse a futuro. Pero yo, desde el exilio, buscaba todo lo contrario: mirar qué había pasado hasta llegar a la ley. Fue un proyecto que durante mucho tiempo hablamos con Pía, una excusa para juntar a todas las trans que estaban dispersas en ese momento”, recuerda.

El Archivo nació como un grupo cerrado de Facebook creado por María Belén, con el objetivo de reunir fotos, recuerdos y contactos de mujeres trans de distintas partes del país. “Empecé a meter a mis contactos, y a incentivar a que se sumaran, de boca en boca. Desde ahí arrancó el proceso de juntarnos y recolectar información, juntándonos y conociéndonos entre nosotros. Nos decían que esas fotos había que protegerlas por su importancia. Que, si Facebook cerraba, perdíamos todo. Ahí empezamos a escanear y a registrar dónde estaba cada una”.

Con el tiempo, el Archivo fue ganando reconocimiento y hoy es considerado pionero en América latina. Su experiencia inspiró iniciativas similares en México, Honduras, Cuba, Colombia, Chile, Uruguay y otros países de la región. Desde entonces, trabajan incansablemente: reúnen, conservan y digitalizan el material, al mismo tiempo que impulsan la memoria y exigen justicia para una comunidad históricamente vulnerada.

¿Quién fue Claudia Pía Baudracco?

Claudia Pía Baudracco fue una defensora de los derechos de las personas trans que se destacó en la lucha por la identidad de género y se involucró en diferentes problemáticas: la lucha por el VIH, la reducción de daños de las adicciones y el uso medicinal del cannabis. Fundó, junto a Maria Belén Correa, la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgénero de Argentina (ATTTA). Se convirtió en una figura única, su lucha impactó profundamente a sus colegas y se convirtió en un referente en la historia de los derechos humanos en Argentina.

Claudia fue una de las impulsoras de la Ley de Identidad de Género en nuestro país. Pasó sus últimos años de vida recorriendo todo el país fomentando la idea de llevar ese proyecto de ley al Congreso de la Nación e impulsando a distintas mujeres trans a que se organicen y militen por sus derechos. La película documental ‘Álbum de Familia’, dirigida por Laura Casabé, muestra con nostalgia, pero también con fuerza, todo este camino de lucha que día a día fue abriendo Claudia para la comunidad. El documental logra mostrar, mediante el archivo de Claudia Pia Baudracco, las experiencias de otras personas pertenecientes a la lucha que formaron parte de su vida.

Tras la muerte de Claudia Pía, María Belén heredó una caja que contenía objetos, fotografías, documentos y diversos materiales que narraban su vida, su activismo y el de otras compañeras trans, el cual se convertiría en el primer fondo documental del AMT. La otra parte de documentación y objetos personales de Claudia hoy en día forman parte de la Biblioteca y Museo Claudia Pía Baudracco, dirigido por María Marta Aversa, docente, historiadora y amiga de Claudia.

En 2021 se publicó el libro Si te viera tu madre escrito por María Marta Aversa y Matías Máximo, que relata las historias de vida y activismo de Claudia al hacer un recorrido de su vida mediante las voces de quienes la acompañaron en todo este camino. El libro logra relatar toda una época que por muchos años quedó fuera de la “historia oficial” y solo fue parte de las secciones policiales, aunque Claudia sabía que en algún momento todos sus recuerdos serían valorados y por eso los guardaba.

Hacer memoria frente al olvido: entre la Biblioteca y el Archivo

Si bien el archivo y la Biblioteca son instituciones separadas, son hermanas. No solo comparten el fondo documental de Claudia, sino que ambas logran formar memoria y preservar todas esas historias que en algún momento supieron ser invisibilizadas. Así lo ve Aversa: “Somos como primas hermanas con el Archivo, porque somos dos organizaciones diferentes pero el fondo documental fotográfico que da inicio al Archivo es el de Claudia, así que somos diferentes, pero tenemos un fondo documental dividido. Yo tengo los documentos, pero el material fotográfico y audiovisual de Claudia está en el Archivo por una cuestión de conservación”, comenta, en diálogo con ANUNM.

La Biblioteca y Museo Claudia Pía Baudracco abrió sus puertas en Quilmes en diciembre de 2018 con el fin de conservar y clasificar el material documental de toda la vida y militancia de Claudia. Aversa comenta: “Un día, en el año 2018, me desperté con un mensaje de María Belén Correa y me encuentro con que me había agregado a un grupo de Whatsapp que decía ‘Biblioteca’, con logo y todo. Éramos cuatro. Nos puso fecha: 10 de diciembre. ‘Te conseguí unos chicos que van a ayudarte a pintar, tenés que arreglar todo y ese día hacemos la inauguración’, me dijo en un mensaje. Y ahí me convenció, porque la memoria es súper valiosa y ahora más todavía en estos contextos”. Estos espacios refuerzan la importancia de hacer memoria y conservar todos estos documentos como testimonio y pruebas de lo sucedido, contado por las protagonistas, para conseguir una reparación histórica.

Andrea Dafne “Missi” Guirin trabaja junto a María Marta en la Biblioteca y es consciente de la figura de Baudracco: “Claudia fue mi referente y yo le doy gracias a ella por la Identidad de Género. Hay que tenerla siempre presente. Hoy en día la gente está muy interesada en apoyar la Biblioteca, en las luchas de Claudia Pía, su vida y sus proyectos. Eso también lo vi cuando estrenamos ‘Álbum de Familia’, la gente salió satisfecha, las respuestas que nos dieron siempre fueron a favor”, asegura.

María Belén Correa y Claudia Pía Badaracco, artífices en la creación del AMT.

El libro rosa: memoria impresa y colectiva

Las disidencias sexuales víctimas del terrorismo de Estado durante años, fueron históricamente invisibilizadas, hasta por la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas, que excluyó cerca de 400 legajos catalogados bajo la categoría “depravados y sodomitas”. Sumado a esto, el recuento de las personas trans se complejiza, porque muchas no fueron buscadas por sus familias o fueron ingresadas con una identidad distinta a la autopercibida. Muchas de estas cosas durante años fueron invisibilizadas, la importancia de un archivo ayuda a que esto se sepa y formar memoria. En este sentido, el icónico libro rosa busca acercar un poco de lo que es el Archivo, impulsado por la propia editorial del ATM.

El libro muestra fotografías exclusivas e historias de distintas mujeres trans. Correa comenta: “Nosotras nunca le pusimos de nombre rosa al libro, eso se lo puso la propia gente, hablamos del libro rosa y todos sabemos de qué estamos hablando, eso dice mucho de los seguidores de nuestro trabajo”. Este libro consiguió una segunda edición donde tuvo algunos cambios en la portada e incluyó nuevas historias. Ella adelanta que se está pensando en una tercera edición, ya que quedan pocos libros a la venta de la segunda edición. Este libro logra mostrar lo que es el archivo y el potencial que este tiene, ya que es el relato más próximo y verdadero que puede existir sobre la memoria trans argentina, contado y creado por las mismas sobrevivientes.

Actualidad nacional

Con el actual Gobierno nacional, se vio afectada la comunidad trans por un retiro sistemático de varios derechos ya ganados y una campaña muy fuerte en su contra. Si bien no es algo nuevo para la comunidad, es algo que termina afectándola por completo. En estos momentos, es donde lugares como el AMT y la Biblioteca y Museo Claudia Pía Baudracco reafirman su importancia, ya que son el archivo de un recuerdo vivo que no se debe repetir. Ante los masivos discursos de odio que actualmente está recibiendo la comunidad, estos distintos espacios tuvieron que tomar algunas medidas de seguridad: María Belén Correa explica: “El local que teníamos daba a la calle y, con este gobierno, tuvimos que pasarnos a un segundo piso con una puerta blindada y no dar la dirección ni recibir visitas”. Por su parte, Aversa también se expresa sobre el tema: “El archivo y la historia desarman el negacionismo y los discursos fascistas. Si vos venís acá y yo te muestro el cuadro del fondo documental con las secciones temáticas que tiene y con los temas que aborda, te vas a dar cuenta que ninguna de las cosas a las cuales accedieron muchas compañeras trans son regalos. Son derechos y se ganaron luchando. Entonces, los derechos de la comunidad trans expresan la lucha de muchas compañeras que ya no están y que se gestó en un contexto de exclusión”.

El Gobierno nacional continúa atacando de distintas maneras a la comunidad e impulsando discursos de odio. El 29 de mayo se proyectó el documental Locas del ‘73 en el Centro Cultural Matta —un espacio cultural de la Embajada de Chile en Argentina—, que estaba planeado y agendado para ser proyectado en el actual Palacio Libertad, pero, mediante un acto de censura, decidieron cancelar el evento. El documental chileno relata, mediante entrevistas, los hechos que desencadenaron la protesta en la Plaza de Armas de Santiago, ocurrida el 22 de abril de 1973 y que se convirtió en la primera manifestación LGBT en ese país. El documental sirve y funciona como archivo de memoria trans en Chile y cómo impactó esto en los distintos países latinoamericanos. El Archivo de Memoria Trans demuestra día a día la importancia de mantener viva esa memoria para la sociedad. 

La importancia de mantener viva la memoria contada en primera persona

Ornella Olivia “Teté Vega” tiene 61 años, actualmente vive en Tigre y trabaja como administrativa en el Hospital de Pacheco. Es de la ciudad de Vera, provincia de Santa Fé y llegó a los 19 a Buenos Aires, con la intención de ser una artista, pero su sueño se vio rápidamente truncado por una realidad abrumadora: “Vine con la intención de querer ser una artista y lamentablemente la vida me llevó por otro camino. Tuve que ejercer el trabajo sexual porque no me quedaba otra alternativa de vida”, recuerda.

Con el paso del tiempo, su vida fue cambiando: “Una vez conocí a una señora en la parada de colectivo, me invitó a su casa y me ofreció trabajo doméstico. A partir de ahí fui dejando el trabajo sexual”, cuenta. Desde hace más de una década trabaja en el sistema de salud, pero su lugar en el mundo está en otro lado: “El archivo es el trabajo que elijo siempre, es mi lugar de estar, al que yo adoro ir por más que me duela el cuerpo y esté cansada, es lo más hermoso que me ha tocado en esta vida, voy a estar ahí hasta que Dios diga”.

El Archivo es mucho más que una colección: es un refugio, una herramienta de lucha y un acto de preservación. Allí, muchas mujeres trans mayores —como Teté— encuentran un espacio para contar su historia y dejar huella. Wanda Sanchez -compañera de Missi en la Biblioteca y Museo Claudia Pía Baudracco- lo dice con claridad: “Es muy importante que la gente conozca nuestras historias porque la gente no sabe todo lo que hemos pasado y superado. Al identificarnos y dar a conocer nuestra vivencia travesti, nuestras familias nos echaban y fuimos a parar a la calle. No estudiamos más, no accedimos a un trabajo y muchas terminamos en la prostitución. Había un Estado represor, perseguidor, violador y vividor de nosotras.

Hoy, Wanda integra el grupo de mujeres trans mayores de 50 años que reclaman una reparación histórica por las décadas de exclusión. “Nosotras, las mayores de 50 años, estamos pidiendo una reparación por el daño que el Estado nos ha causado y las privaciones que hemos tenido, porque no tuvimos oportunidad de nada. Ninguna tiene un aporte para jubilarse”, denuncia. Su compañera Missi, comparte: “Hemos luchado demasiado contra la falta de empatía de la gente. No podíamos salir a comprar pan o ir al supermercado porque nos detenían y nos mantenían presas, era muy jodida esa época”.

La memoria trans no es sólo la narración del pasado, es también una herramienta para exigir justicia. Así lo vive Teté: “Para mí, el archivo es reconstruir la vida de las compañeras trans, mantener la memoria activa y poder contar todas nuestras historias y vivencias en primera persona, que no haya nadie que lo cuente por nosotras, porque la mayoría de la sociedad nunca lo supo. El archivo se tiene que seguir manteniendo estemos o no nosotras. Tiene que seguir adelante para que las chicas jóvenes vean que todo lo que se hizo y se sigue haciendo no es en vano”.

Correa, con claridad, recuerda los años más duros: “A nosotras nos perseguía la policía y eso recién terminó en 2012 cuando empezaron, desde el Estado, las políticas de inclusión. Hasta ese momento, cosas básicas como tener un DNI, poder entrar a un hospital o que no te echen del colegio, las tenía todo el mundo menos nosotras. ¿Quién se puede imaginar que te echen del colegio por tener el pelo largo o ser afeminado? Desde la primaria está ese mecanismo de exclusión. Actualmente, estamos trabajando en la reconstrucción del pasado en documentos. Antes teníamos sólo los testimonios y ahora estamos recolectando las pruebas suficientes para, en un futuro, poder lograr una reparación histórica, como tuvo el resto de la sociedad que sufrió persecución.

Hoy, el trabajo del Archivo que fundó sigue creciendo: “Estamos todo el tiempo ingresando material. Hoy tenemos alrededor de 25 y 30 mil documentos, estamos haciendo un nuevo archivo visual con entrevistas largas -de más de 4 horas por persona-, es un proyecto nuevo que arrancamos hace poco más de un año y ya contamos con 44 entrevistas. Es un reconocimiento al trabajo”. El Archivo de la Memoria Trans no guarda solo fotografías o documentos: cuenta historias y vivencias personales. Cada imagen, carta y testimonio es una lucha contra el olvido. En tiempos donde los derechos conquistados están en riesgo y los discursos de odio vuelven a ganar terreno, este espacio funciona como una voz de resistencia. Las historias, -contadas por sus propias protagonistas- son prueba de que luchar por la memoria también es exigir una reparación histórica, porque el Archivo no guarda el pasado: lo transforma. Para conocer más, ingresá a Archivo de la Mermoria Trans.

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