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Estudiante de Comunicación Social (UNM)

“El trabajo periodístico es desmentir las gacetillas oficiales”

El periodista Ari Lijalad fue denunciado por el actual presidente por un artículo periodístico. La Justicia rechazó la demanda y en esta entrevista el trabajador de prensa habla sobre la causa y sobre el presente de la profesión bajo el actual gobierno.
“Leo una táctica para generar silencio bien planificada”, asegura el periodista.

Ari Lijalad es un reconocido periodista de El Destape, estudió la carrera de Música, y también Ciencia Política en la UBA y comenzó su carrera en el periodismo de investigación junto a destacados profesionales de la comunicación como María Seoane, Cecilia Fumagalli, y David “Coco” Blaustein, entre otros.  En mayo de este año,  fue denunciado penalmente por el actual presidente, Javier Milei, por una nota que publicó en El Destape web, en la cual se hacía un paralelismo entre los discursos del jefe de Estado  y el nazismo. Luego fue absuelto por el juez federal Daniel Rafecas, que no encontró delito alguno.

En esta entrevista,Lijalad describe la importancia del ejercicio del periodismo en la Argentina como un derecho fundamental y explica por qué los periodistas son atacados por funcionarios del gobierno actual.

 ¿Por qué creyó necesario escribir y publicar la nota en El Destape sobre los discursos de Milei?

La idea de la nota surgió a partir de una escalada que notamos en la cual Milei  no solo escribió no odiamos lo suficiente a los periodistasy pocos días después fue agredido Roberto Navarro con los mismos argumentos que dicen los que repiten a Milei, sino que empezamos a ver una escalada en que empieza primero Milei a agredir en términos generales, después agredir específicamente a los periodistas, y después el Gordo Dan diciendo que había que meter presos a periodistas.

Además, a mí me había quedado en la memoria ese video que subió Milei donde compara a todos los que piensan distinto con zombies que están contagiados del virus “Kuka-12” y llega el león a extirpar ese virus de la sociedad y entonces conecté esas dos cosas. Yo no creo que el problema de Milei sea con los periodistas, sino con la información periodística, pero lo personaliza para que no se note eso.

Y también, una advertencia que venimos llevando a cabo en El Destape y varios periodistas, son las similitudes con las prácticas del fascismo y el discurso nazi. No le decimos ni nazi ni fascista, porque es más complejo y son definiciones mucho más amplias, pero sí que tienen características de esos procesos históricos y una parte es en el discurso, por eso fue la decisión de escribir la nota y con ese eje.

¿Cree que la denuncia penal en parte la realizó porque se lo tomó de forma personal o demuestra su contradicción discursiva entre la religión que dice practicar y las medidas políticas que está llevando a cabo?

Milei no está practicando el judaísmo, Milei dice que se va a convertir al judaísmo lo cual es bastante distinto. Hay una nota muy buena de Alejandro Kaufman donde él  explica en esta cómo anuncia que se va a convertir al judaísmo y es en realidad una versión perversa de “tengo un amigo judío”. Como se suele decir que “si tengo un amigo judío, no puedo ser nazi” y como él se va a convertir al judaísmo, no se le puede decir nazi. Pero yo no le dije nazi, yo dije que tenía un discurso nazi, son cosas distintas.

Además, la mayoría de las religiones te hablan de la libertad en serio, de cuidar al otro, de cuidar la vida, etcétera. Ninguna religión en su versión original tiene que ver con lo que hace Milei, ni el judaísmo, ni el cristianismo, ni los musulmanes, ni nadie. Pero de vuelta, Milei no practica el judaísmo, Milei dice que se va a hacer judío en algún momento y lo que hace es tener muy buena relación con el sector más retrógrado y conservador del judaísmo en Argentina.

¿Cómo repercuten en la profesión los ataques oficialistas al periodismo?

El ataque constante es justamente para generar algún tipo de miedo y autocensura y que ante la posibilidad de ser atacado, los periodistas se limiten en su acción. Depende de cada uno. En mi caso claramente no lo va a lograr, pero él lo hace para  lograrlo, porque su interés es que el trabajo periodístico deje de hacer lo que puede hacer que es trabajar, chequear, producir información y desmentir las gacetillas oficiales y el objetivo es ese. Pero bueno, depende mucho de cada periodista.

¿Por qué cree que el actual gobierno ataca a  los profesionales de la comunicación, a los científicos, académicos y a otros sectores?

Ataca a todo el que tiene información y datos, por eso está bien la pregunta. Vos ponés “periodista, ciencia y académicos” y es por lo mismo que creo que dije antes, o sea, es un gobierno que pretende que su opinión sea un hecho incontrastable. 

Cuando Milei dice algo en materia económica, social, política, de salud o en todas las áreas, hay académicos, periodistas y gente que tiene conocimientos e información que contrasta esa opinión. Entonces, lo que él hace es atacar sistemáticamente a cualquiera para justamente eso, para que su opinión no sea contrastada con información. Ese es el objetivo.

¿Cómo analizá el uso de las redes sociales por parte de los  trolls cercanos al oficialismo?

Yo creo que las redes son una herramienta y que las puede usar el presidente y sus trolls, las puede usar la oposición, las puedo usar yo y las podés usar vos. Creo que pelearse con el formato lo que oculta es el verdadero fondo. Primero fue el texto, después fue la radio, después fue la tele, internet, después fueron los portales y ahora son las redes; y veremos en el futuro cuál va a ser.

Pero bueno, son herramientas. Yo creo que hay que usarlas, obviamente sabiendo a quién responden, quién las controla, que son espacios privados, que tienen un dueño, que tienen un algoritmo que no manejamos, pero que también pueden ser útiles.

Efectivamente le molesta mucho cuando las usamos nosotros y no puede prohibirlo. De vuelta, los ataques en redes tienen que ver con eso, con que nadie más las use excepto él y los que piensan como él.

¿Qué le diría a los periodistas que están siendo atacados por el presidente?

Les diría que si los atacan es que habla de que efectivamente el periodismo sirve. Yo creo al revés que lo que se dice que no existe más el periodismo, que el periodismo murió y etcétera.

Hay mucho periodismo, muchísimos grandes periodistas en todos los medios y les diría que sigan haciendo periodismo que vale la pena. El periodismo es una forma muy importante de incidir en la realidad y que en el país de Rodolfo Walsh, de los más de 100 periodistas detenidos y desaparecidos, de (José Luis) Cabezas, de Pablo Grillo de un montón de colegas que han puesto el cuerpo y el laburo para  tratar de cambiar el mundo desde el periodismo, que lo sigan haciendo.

Recomienda siempre Operación Masacre, de Rodolfo Walsh. ¿Qué puntos del libro se ven reflejados en la actualidad o por qué menciona que es importante releerlo?

Es importante releerlo porque es la obra cumbre del periodismo, no solo argentino, es una de las obras periodísticas más importante de la historia, por lo que descubre, por cómo está hecho, porque inaugura el género de la no ficción, porque está escrito magistralmente, porque encuentra un lugar perfecto del periodista que no es una simple máquina de reproducir.

Walsh hace ese libro y lo escribe porque se siente insultado por aquello de lo que se entera, pero ese insulto no lo lleva a la indignación sino que lo lleva a hacer trabajo periodístico profesional y lo hace de una forma magistral. Además, el relato coincide con la actualidad en el cual se confirma la condena a Cristina que, curiosamente en esas vueltas de la historia, es “una fusilada que vive” como ella lo dijo; igual que el fusilado que vive que Walsh conoce y a partir del cual hace la investigación.

Pero además, en Operación Masacre Walsh demuestra la ilegalidad del propio régimen militar, o sea,  básicamente él encuentra que el decreto marcial se emitió después de los secuestros de las personas que fueron fusiladas en José León Suárez, por ende, no se les podía aplicar retroactivamente.

En ese descubrimiento, Walsh anticipa 20 años antes lo que iba a hacer la clandestinidad de la represión de la dictadura empresario-militar de 1976, el libro es de 1956; y tiene una relectura hoy en la prisión de Cristina, porque el “fusilamiento judicial” de Cristina, es eso.

Por último, ¿qué le sucede cuando lee la frase “No odiamos lo suficiente a los periodistas”?

Lo que pienso es que Milei sigue un manual. No odiamos lo suficiente a los periodistas” no es un invento de él, son manuales que él sigue, que son sectarios y tal vez poco conocidos, pero que él estudia y ejecuta. Lo hace conscientemente, no hay ningún exabrupto, no hay ningún momento en el cual haga algo que no quiera hacer, lo hace muy bien y lo actúa muy bien.

En realidad, lo que significa no es que odia a los periodistas, sino que Milei lo que odia es a la información periodística, porque es lo que puede contrastar su opinión y demostrar que simplemente es una opinión o una mentira o una operación o algo falso y no información que se pueda verificar y chequear.

Obviamente es preocupante, porque eso incita a la violencia y la violencia después efectivamente sucede. Yo lo que leo es eso, leo una táctica para generar silencio bien planificada, pero está en nosotros que no la cumpla.

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