
La Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el Día Mundial del Medio Ambiente en 1972, coincidiendo con el inicio de la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Humano. Desde ese entonces, cada 5 de junio se celebra la fecha y es organizada por un país diferente con el fin de concientizar sobre la importancia de preservar nuestro entorno. Este año el rol de anfitriona lo cumplirá la República de Corea. Por otro lado, El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) este año llama a la acción promoviendo el movimiento #SinContaminaciónPorPlásticos, el tema central de este 2025. Según datos de Naciones Unidas, se estima que anualmente 11 millones de toneladas de desechos plásticos terminan en ríos y mares. Y mientras tanto, los microplásticos se hacen cada vez más presentes en los alimentos, el agua e incluso el aire. ¿Pero qué pasa en nuestro país con las urgencias ambientales?
Por casa, ¿cómo andamos?
En su contexto particular, nuestro país presenta sus propios desafíos. Marina Abruzzini, especialista en Educación Ambiental y docente de la UNM, destaca algunos de ellos: “En primer lugar podemos mencionar la deforestación en el Gran Chaco y la Selva Misionera. Es la principal causa de la pérdida de bosques nativos en estas regiones y tiene graves consecuencias para la biodiversidad y el clima”, explica.
Abruzzini participará hoy desde las 14 en una charla en la UNM titulada “Cómo se monitorea la calidad del aire que respiramos y la tecnología asociada a la medición remota”, junto a Pablo Paniceres, también docente de la UNM, con Coordinadora-Vicedecana de la Licenciatura en Gestión Ambiental Marcela Álvarez como moderadora. La actividad es la primera de una serie de tres sobre el Día del Medio Ambiente.. Las otras dos se realizarán los viernes 13 y 27.
Poe su parte, Alicia de la Colina integra el epartamento de Conservación e Investigación de la Fundación Temaikén, que trabaja por la conservación de la biodiversidad, la restauración de ecosistemas y la recuperación de fauna.. La especialista confirma que “casi todas las especies autóctonas con las que trabajamos están afectadas por la actividad humana”.
Entre los factores que afectan a las especies nativas menciona el tráfico ilegal y la pérdida de hábitat, aunque también inciden variables como la presencia de especies exóticas invasoras. Aun así, de la Colina sostiene que independientemente de la razón el impacto ambiental es amplio y constante y siempre está, de alguna u otra forma, vinculada a la acción del ser humano.
También hay problemáticas de antaño que siguen sin resolverse y, lejos de lograrlo, encienden nuevas alarmas: “La contaminación de ríos como el Matanza-Riachuelo, Reconquista y otros es un problema histórico, pero también existen preocupaciones de más reciente expresión y envergadura por la contaminación por agroquímicos en zonas agrícolas y por las actividades extractivas y su generación de residuales”, añade Abruzzini.
Leandro Sciancalepore es socio fundador de Germinar (@germinarong), una ONG del partido de Escobar que busca concientizar sobre el cuidado del ambiente y la preservación de la biodiversidad. Respecto a las principales problemáticas que presenta el territorio, sostiene que “estamos en un país que enfrenta muchas urgencias ambientales, sobre todo con la profundización del modelo extractivista que se está intensificando en este tiempo con el RIGI”.
El Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI) es un programa impulsado por el oficialismo dentro de la Ley Bases que tiene como objetivo alentar las inversiones extranjeras en sectores como la minería, petróleo, gas y energía en un período de 30 años. En la propuesta, que apunta directamente al sector empresarial, no se tuvieron en cuenta las implicancias ambientales que tiene la explotación masiva de recursos naturales.
Entonces la lista continúa. Abruzzini agrega al catálogo problemas tales como el fracking y su contaminación del agua, la megaminería y su impacto en la vida de las comunidades cercanas, la pérdida de humedales por la expansión agrícola y urbana y los problemas que tienen muchos municipios con la recolección, gestión y disposición final de residuos sólidos que no se transforman ni aprovechan.

Educación para la acción
A nivel mundial la mayor preocupación hoy en día es sin dudas el cambio climático. A las preocupaciones específicas de nuestro territorio se le suman también las consecuencias de una crisis que se manifiesta en cada rincón del mundo. Sin ir más lejos, las intensas lluvias e inundaciones que han tenido lugar estas últimas semanas en distintos puntos del país son un ejemplo de ello.
Cada decisión tomada y las que se seguirán tomando tanto a nivel personal como aquellas que dependen de entidades mucho más grandes, repercuten directa o indirectamente en la problemática más urgente: el calentamiento global. El impacto acumulativo de cada acción y sus consecuencias son, a esta altura, innegables.
Alejandra Romeo, encargada del área de Educación para la Conservación de Temaikén, afirma que “la educación ambiental es educación para la acción“. Esto es clave para construir un vínculo respetuoso con nuestro entorno: “Algunas personas establecen buena relación con la flora, otras con los animales. Respetar a todas las formas de vida siempre es el camino correcto”, finaliza.
“Es importante la participación ciudadana en los espacios que se pueda y la coordinación de trabajo en las organizaciones de la sociedad civil para poder incidir políticamente en la toma y revisión de decisiones”, agrega Sciancalepore. Muchas veces, los pasos a seguir están marcados por el sector privado empresarial que relega cuestiones ambientales en pos de sus propios intereses. Esto sucede, por ejemplo, con las inmobiliarias.
Nasha Cuello (@nashy.a), licenciada en Ciencias Ambientales y cofundadora de Sustentabilidad sin Fronteras, una fundación que lucha contra el cambio climático, sostiene que “la educación ambiental es una herramienta fundamental para desarrollar una conciencia y sensibilidad ambiental y para la construcción de una ciudadanía crítica y reflexiva”.
Según Cuello, la educación ambiental nos permite comprender el problema de fondo en la situación actual del planeta: la extracción de recursos naturales, la obsolescencia programada, el exceso de consumo, las emisiones de gases de efecto invernadero asociadas a distintas actividades, la responsabilidad extendida del productor, entre otras cuestiones.
Abruzzini, por su lado, afirma: “La educación ambiental juega un rol fundamental y transversal en la temática y en los esquemas de involucramiento de gobiernos, empresas, y ciudadanos”, entendiendo que cumple un rol clave en la concientización y sensibilización, el fomento de valores y actitudes proambientales, y el desarrollo de habilidades para la acción.
Es importante resaltar que no se trata de un único día de reflexión. Tal como sostiene Sciancalepore: “El día Mundial del Medio Ambiente es una fecha que moviliza. Sin embargo, todas las fechas ambientales deberían ser tomadas en cuenta como algo que trasciende la fecha en sí. Las acciones deberían ser parte de un plan. Estaría bueno saber cuál es tanto a nivel gobierno como a nivel individual, empresarial e institucional”.