
“La situación actual está complicada, la venta fuerte es del 1 al 10-12, y después la gente pucherea, compra lo básico y lo indispensable”, comenta Edgardo Szpiro, trabajador del mayorista Yaguar, ubicado en Moreno. “La inflación, de un año al otro, afectó, casi un 40%, y en lo que va de este año, casi no afectó porque no hubo variación de precio. Hubo una variación de un 1-2% mensual, más de eso no”, agrega. Por su parte, Federico Marco, trabajador externo de Yaguar, afirma que “la situación actual del mercado es que ha bajado su caudal de gente durante este comienzo de año. Noto que, a partir de Año Nuevo empezó a bajar mucho el caudal de gente”.
En relación a esto, Szpiro dice que “hay problemas con las listas de precios. En el local no aceptan las nuevas listas de precios por excederse del tope inflacionario. No se la aceptan, entonces dejan de entregar por una equis cantidad de tiempo hasta que se arregla la lista de precios nueva”. Esto, lógicamente, es negativo para la empresa ya que, en caso de que un producto sea demandado, deben de privarse de venderlo por esperar a la llegada de una nueva lista de precios.
El margen de ganancia y cómo mantenerlo
En consonancia, Marco comenta: “He notado que Yaguar ha reducido mucho su margen de ganancia, han dejado de comprar mucha mercadería en volumen”. Esto no afecta solamente a las ganancias del mercado sino además a sus mismos trabajadores. “He notado que, en el último tiempo, han recortado la parte del personal de limpieza en el mercado. Antes había dos y se quedaron con uno solo, y de ocho horas, ahora hace seis”, agrega.
De esta manera, aunque la inflación se encuentre estable, incluso con una ligera tendencia a la baja, sigue provocando efectos adversos en la situación de las distintas empresas, mercados mayoristas, en este caso.
Por esto mismo, muchos se ha visto en la necesidad de recurrir a ofertas para mantener lo más posible su margen de ganancia. Así lo comenta Alfonso Manuel Antonio, trabajador también, de Yaguar: “La empresa nunca pierde, sigue con su ganancia. A veces busca tener productos más baratos, o comprar promociones, para que ello evite la merma de su ganancia. Han tenido que buscar productos y hacer ofertas para poder llamar la atención del cliente”.
Esto significa que, aunque ha disminuido el margen de ganancia, como tal no se ha perdido. “Se negocia a diario, todos los días se trata de buscar alguna estrategia, o tratar de negociar con el proveedor, a ver si se puede requerir alguna oferta con demanda para poder endulzar, o atraer al cliente hacía el local, para que puedan competir con la línea de supermercado”, agrega.
De esta forma, la lucha por mantener al cliente es constante, más aún cuando el mercado se encuentra en un lugar con un alto nivel de competitividad, lo cual agrega un mayor nivel de dificultad al asunto. “Nosotros estamos en un lugar donde la competitividad es muy grande. Vos tenés un mayorista cada 5-6 kilómetros. La distancia es corta como para salir a recorrer, el cliente que tiene la posibilidad de recorrer, recorre”, afirma Szpiro. De la misma forma lo comenta Antonio: “Los clientes se distribuyen entre ellos, mandándose mensajes unos a otros. Se distribuyen a diario, haciendo un recorrido por las distintas líneas de supermercado”.
La competencia, otro factor a tener en cuenta
En Moreno se encuentran establecidos un gran número de mayoristas, aparte de los ya nombrados. Algunos de ellos, enfilados a una venta de productos en particular, como Maxiconsumo S.A., que se dedica a los comestibles; Beccacece Hnos. S.A, cuya función es la distribución de cerveza; y Distribuidora Mayorista de Bebidas.
Incluso hay mayoristas dedicados a la distribución de productos de higiene, tal es el caso de Santana Todo Hogar. Sin embargo, una gran cantidad de aquellos existentes en el territorio de Moreno cumplen con la misma función que Yaguar: son mayoristas generales que venden todo tipo de productos y allí es donde se encuentra la competencia más fuerte.
Y en relación directa con la competencia surge otro tema importante, el del desabastecimiento de productos. Respecto a esto, Antonio comenta que “con el tema del desabastecimiento hay muchos problemas con los proveedores. Hay veces que no quieren entregar porque algún que otro supermercado siempre está que le hace la queja: ‘Che, ¿por qué aquel lo tiene más barato y a mí no me haces ese precio?’ Y a veces (los proveedores), cortan la entrega cuando un supermercado saca algún precio tentador”. Esto da a entender que la competencia con otros mercados no solo afecta a lo que son las ganancias de los mismos sino que se ven impactados a nivel logístico, debido a que se producen, tal como lo indica el testimonio de Antonio, desabastecimientos de diferentes productos.
El precio del combustible: ¿cómo absorber su aumento?
En relación a todo lo anteriormente dicho, hay un factor que es clave y que modifica, en gran medida, tanto los precios de todos los productos, como la logística de los mercados en cuestión: el precio del combustible. Esto es así por un motivo muy simple, el transporte de la mercadería viene en vehículos que utilizan combustible. Quizá suene redundante aclararlo pero, más de uno se sorprenderá al saber que hay quienes no logran comprender a que se debe el aumento de los productos cuando se sucede un aumento del combustible. Y es que empresas como YPF han ido aplicando aumentos al combustible debido al aumento de la inflación, siendo el último de ellos del 1,75% en el mes de enero, y dando un aumento interanual del 100% en el último año, aunque este fue menor al acumulado de inflación, que fue del 112%.
En relación a esto, Szpiro cuenta que “muchos proveedores utilizan logísticas tercerizadas para entregar, por ejemplo, tres o cuatro proveedores bajo un mismo camión”. Esta es una forma en la que los precios logran mantenerse en ciertos lugares, pues, si bien el valor aumenta, se decide reducir el número de camiones que llegan al mercado para descargar los productos. Así nos lo aclara Marco: “Los traslados de mercadería los siguen haciendo con los camiones. No es el mismo caudal que hace diez años, que quizá te entraba mercadería todos los días, ahora, por ahí te entra mercadería, de los siete días de la semana, cuatro o cinco, dependiendo cuánto compre el mercado”.
A pesar de todo, hay formas en la que la situación se puede mejorar. Szpiro dice que “la solución es salir a competir en forma masiva, todos, con reglas del juego clara para todos. Salir con precios todo el mundo para poder competir. El que sale con una harina, que la competencia salga con un azúcar, no salir todos con el mismo producto porque no le das competitividad”.