
El campo de los estudios laborales durante mucho tiempo se centró en estudiar los efectos de las malas condiciones de trabajo sobre el cuerpo humano. Mientras que el foco estaba puesto en los problemas físicos de los trabajadores, las afecciones de tipo psicológicas y mentales quedaban en segundo plano. Recién en la última parte del siglo XX los Riesgos PsicoSociales en el Trabajo (RPST) empezaron a cobrar mayor relevancia y a ser un tema de interés científico.
“Los RPST son diferentes condiciones que están dentro de los centros de trabajo y que pueden generar daño, no solo físico, sino también psíquico y mental en las personas”, explica Laura Henry, coordinadora del Programa de Educación y Trabajo (PEYT) y docente de la UNM. En ese sentido, estos riesgos tienen que ver principalmente con la forma en que se organiza cada actividad y con las dinámicas de cada ámbito laboral.
En la misma línea, Julio Neffa, profesor emérito del Departamento de Economía y Administración de la UNM e investigador, relata que los resultados muestran que en los últimos años el trabajo se ha intensificado. “Se ha acentuado el empleo nocturno y por turnos. Los trabajadores tienen que controlar y moldear sus emociones, dejando de ser auténticos. A veces tienen que fingir o mentir en sus ámbitos laborales porque tienen miedo”, afirma.
Son diversos los factores del proceso de trabajo que pueden incidir tanto en el bienestar como en los padecimientos de los trabajadores. “Algunos se relacionan con el tiempo, por ejemplo, cuando los trabajadores están expuestos a largas jornadas. Otros factores tienen que ver con las relaciones sociales, ya sea por conflictos entre pares, con las jerarquías o con el público. Otros se encuentran vinculados a aquellas actividades que son muy repetitivas y que no tienen variación”, dice Henry.
A eso se le suman aquellos factores asociados a la seguridad, con personas que, por ejemplo, son de planta transitoria y tienen miedo de perder sus empleos. “En Argentina tenemos una gran cantidad de población que está trabajando de manera informal, precaria e inestable. Todo eso genera grandes situaciones de malestar e incertidumbre frente a la posibilidad de perder sus trabajos”, sostiene Máxima Guglialmelli, investigadora y docente de la UNM.
Como resultado, este conjunto heterogéneo de factores repercuten en la salud de los trabajadores, ya sea a nivel físico, psíquico, mental y social. Los investigadores, que vienen desarrollando esta línea de investigación desde hace varios años en la UNM, coinciden en que no hay ningún sector libre de riesgos. “Hoy a los trabajadores no solo se les pide que involucren los cuerpos, sino también la mente. Se busca que sean agradables, proactivos y creativos. Todas estas dimensiones implican un desgaste y un esfuerzo”, expresa Henry.
Guglialmelli, quien viene estudiando los RPST en el sector textil con cooperativas y emprendimientos de la Economía Social y Popular, señala que se trata de un ámbito altamente feminizado donde suele haber mayores exigencias. “Muchas de ellas luego de trabajar se tienen que ocupar de sus hijos y realizar tareas domésticas. Además, muchas veces las actividades laborales se llevan adelante en condiciones bastante precarias, ya sea en la calle o en ferias”, cuenta. Todo esto, agrega, genera cargas y desgastes que son bien específicos del sector.
Cuentas pendientes y desafíos actuales
La única normativa vigente que tiene en cuenta los riesgos derivados del trabajo es la Ley N° 24.557, sancionada en 1995, la cual surgió con el objetivo de reducir la siniestralidad laboral a través de la prevención de accidentes y enfermedades profesionales. Sin embargo, se trata de una reglamentación que se encuentra muy apegada a la visión tradicional, donde solo se tiene en consideración lo físico y no incorpora ni lo emocional ni lo mental. “Ya no tiene mucho sentido seguir apegados a este paradigma. Los RPST no son reconocidos en esta normativa y, por lo tanto, no hay obligaciones ni acciones para prevenirlos”, señala Henry.
En cuanto a los desafíos que se presentan hoy en el mundo del trabajo, surgen una serie de interrogantes ante la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) en las relaciones laborales. “La IA nos plantea preguntas fuertes, como por ejemplo si va a facilitarnos las cosas, si va a destruir empleos, de qué manera va a afectar a los trabajadores y hasta si nos va a reemplazar. Son las viejas preguntas pero reactualizadas a nuevos contextos. No somos capaces todavía de ver toda la potencialidad que tiene”, dice Henry.
Por su parte, Neffa menciona esta herramienta que puede procesar rápidamente la información, hacer síntesis de teorías, resolver problemas matemáticos, pero eso no quita la posibilidad de que pueda ser utilizada de manera perjudicial para los trabajadores. “Anula la capacidad de reflexionar con un espíritu crítico. Y a término puede reducir el margen de autonomía de los ciudadanos”, sostiene.
Para debatir sobre estos interrogantes y la importancia de abordar los RPST este martes desde las 18 se realizará un conversatorio en la UNM, titulado “El mundo del trabajo en tiempos de capitalismo salvaje: riesgo psicosocial y el rol del Estado en el cuidado de los trabajadores”. El evento se desarrollará a partir de las 18 horas en el SUM del Edificio Daract II y, aparte de la presencia de Neffa, Guglialmelli y Henry, contará con la participación de Walter Correa, ministro de Trabajo de la provincia de Buenos Aires. Moderarán la actividad la secretaria de Investigación de la UNM, Adriana Sánchez, y el decano de Humanidades y Ciencias Sociales, Martín Etcheverry. La actividad es libre, gratuita y no requiere inscripción previa.