El Departamento de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la Universidad Nacional de Moreno, a través de la Coordinación Licenciatura en Gestión Ambiental, organiza el conversatorio sobre “Eficiencia energética: una herramienta para mitigar las emisiones y la pobreza y la experiencia del programa de Referentes Energéticos Barriales”, a desarrollarse hoy a las 18, en el Aula 16 del Edificio Dorrego.
Cuando se habla de eficiencia energética, uso racional y su óptimo aprovechamiento, se debe pensar en la selección de la fuente energética, su generación, transformación, transporte, distribución, consumo y cuando sea posible, su reutilización. Así, es indispensable maximizar la eficiencia energética, durante cualquier actividad, respetando la normatividad y preservación de los recursos naturales renovables. Ignacio Sabbatella docente a cargo de las materias Impacto Socioeconómico del Cambio Climático y Gestión Ambiental de la Energía, de la carrera de Gestión Ambiental, será el moderador de la actividad. Y los expositores invitados serán Raúl Zavalía Lagos, director de la Fundación Pro Vivienda Social, Gabriela Aguayo, integrante de la misma organización y coordinadora de Referentes Energéticos Barriales y Salvador Gil, director de la carrera de Ingeniería en Energía en la Universidad Nacional de San Martín. (UNSAM).
¿Qué es la eficiencia energética?
Según explica Sabbatella, es producir bienes y servicios con menos energía, implementando mejoras técnicas en los procesos de trabajo y organización en cualquier institución imaginable. “El desafío está siempre presente y no estamos lo suficientemente educados para conocer que toda vez que se prende un interruptor de luz o se acciona la hornalla de una cocina en los hogares se hace necesario atenuar esos consumos de energía”, complementa.
A su vez Natalia Magliotto, licenciada en Gestión Ambiental y auxiliar docente de Gestión Ambiental de la Energía en la UNM, sostiene: “Se deben tomar en cuenta los impactos ambientales que, desde el momento de la generación, el transporte y el consumo final, son determinantes en la implementación de prácticas que apunten a la eficiencia energética”.
Zavalía Lagos es director y apoderado de la Fundación Pro Vivienda Social. La citada organización trabaja en Moreno desde 1994, para, en palabras de él, “desarrollar programas con vecinos de los barrios populares para la mejora habitacional, la dotación de infraestructura, la capacitación en eficiencia energética, la producción de verdura y hortalizas orgánicas y la conformación de grupos para ahorrar y brindar créditos”.
Para Zavalía Lagos, la eficiencia energética se refiere a las acciones que pueden desarrollar los vecinos para hacer un uso racional y eficiente de la energía. Afirma, de igual manera, que es necesario optimizar cambios de conducta referidos a acciones que sean tangibles y mensurables tanto en el aislamiento de las viviendas como en el uso eficiente de artefactos.
Magliotto, por su parte, explica que los programas como el de Referentes Energéticos Barriales apunta a beneficiar prácticas de eficiencia energética a nivel local y que se extienda hacia comunidades más grandes. “El ahorro económico gracias a la reducción del consumo de energía se traduce en ahorros relevantes en las facturas de electricidad y gas, y menos consumo de energía, menos emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes”, apunta.
Por su parte, Zavalía Lagos asegura que es preciso un cambio cultural para el uso racional y eficiente de la energía. “Se debe informar sobre qué es la energía, sus usos, su impacto en la vida personal, comunitaria, a nivel país y sus efectos en la economía y el medio ambiente”, remarca.
Otra manera de fomentar la transformación cultural que el tema requiere es “generando incentivos para la disminución del consumo, premiando con disminución de costos a quienes consuman menos y financiando las acciones de eficiencia energética en los hogares, como aislamiento térmico de las vivienda y financiamiento de artefactos eficientes a tasas preferenciales”, dice.
Referentes Energéticos Barriales
Estos son vecinos de distintos barrios que lograron capacitarse en eficiencia energética. Se organizan grupos solidarios en la gestión de programas de gasificación, como en el desarrollo de huertas en comedores y merenderos. Comenta Zavalía Lagos: “Son vecinos que se han capacitado para el desarrollo de sus barrios y la mejora de la calidad de vida de los vecinos y es indispensable, si se desea contribuir a la sustentabilidad del planeta, que las familias sean asesoradas respecto al consumo de energía.” Y agrega: “Somos analfabetos energéticos pues no hemos sido educados en ese tema”.
Coincidiendo con este planteamiento, Sabbatella expresa que se debe acompañar con información ambiental, y conocer qué hay por detrás de todo ese sistema energético a la luz de los ciudadanos de a pie que no saben cómo se genera energía como se transporta, y cómo se distribuye hasta el usuario final.
Explica además Zavalía Lagos que los servicios energéticos son un componente muy importante en los gastos del hogar. Se calcula que los costos de estos servicios deben ser menores al 10 % de los ingresos de cada vivienda. Cuando los servicios energéticos insumen más del 10% de dichos ingresos, se cae en “pobreza energética”
Hacer uso racional y eficiente de los sistemas energéticos está orientado, según Zavalía Lagos, a su utilización tan solo en el tiempo que se requieren, calefaccionar los ambientes o iluminar únicamente en los momentos en que hace falta y de este modo poner en práctica los principios básicos para desarrollar un uso racional y eficiente de los dispositivos.
