Los terrenos previstos inicial y legalmente para erigir la sede definitiva de la ESPUNM son necesarios para que la escuela pueda albergar, a futuro, a 1800 alumnos y que quienes comenzaron sus estudios en 2021, cuando se inauguró el establecimiento, no tengan que migrar a otras escuelas por falta de espacio. Mientras tanto, las autoridades de la institución sostienen los procesos educativos día a día y los padres y las madres, por su parte, organizan la lucha activa por los derechos de sus hijos.
Claudio Fardelli, director de la ESPUNM, señala: “Desde la escuela continuamos con la tarea del día a día, trabajando con el Rectorado en buscar alternativas para poder asegurar la continuidad de los chicos, que es el compromiso que hemos tomado ante las familias y ante el propio ministro de Educación”.
Por otro lado, Fardelli anticipa que, si el problema se destraba, se puede planificar la apertura del Tercer y Cuarto año de la ESPUNM y además proyectar la construcción que llevaría dos años. De no resolverse pronto el conflicto, se tiene que ir por la vía judicial, donde la planificación es a largo plazo debido a los tiempos procesales de la Justicia-
Gladys, una “mamá ESPUNM,” como se denominan colectivamente las madres, cuenta: “Convocamos a una marcha para poder llegar al fin de este conflicto que es el tema sobre la tierra de la que el Municipio se alude dueño y le corresponde a la Universidad”. Además manifiesta que “la mayoría de los que estamos acá, hemos visto toda la documentación que prueba esto que decimos. Por ende, vamos al Municipio para que los chicos puedan continuar con la educación que corresponde”.
Por su lado, Natalia, otra “mamá ESPUNM”, dice: “Hacemos este repudio absoluto porque nos sentimos boicoteados y usados”. Y otra integrante de esa comunidad, Érika, agrega: “Estas marchas se realizan contemplando las actividades curriculares como pruebas, exámenes, y actos, porque no queremos afectar el cronograma de los profesores y los estudiantes.”
El compromiso de los chicos con la causa se estampa en las pecheras confeccionadas y en sus guardapolvos azules, con los que participan de la marcha. Según Juana, estudiante de la ESPUNM, están allí luchando por su derecho a estudiar y para que los terrenos regresen a la UNM.. “El Municipio se apropió de nuestro terreno”, dice, y remarca: “Queremos cumplir todos los años de estudio acá”. En esta misma línea, Bautista, estudiante de la orientación Tecnicatura en Informática Profesional y Personal, afirma:
El reclamo es que el Municipio reconozca los legítimos derechos de la propiedad de la UNM sobre el terreno en cuestión, levante la clausura a las obras que la Universidad comenzó en el lugar y otorgue el apto ambiental. De esa forma, toda la comunidad de Moreno podría ver cómo se licita y comienza la obra del edificio definitivo. En suma, una solución para todos.
Durante la marcha, Lautaro, estudiante de Primer Año de la Orientación Tecnicatura en Informática Profesional y Personal, dejó un mensaje claro: “Luchamos principalmente por salir adelante. Somos el futuro. Tenemos materiales y excelentes profesores; no nos hace falta nada, solo el terreno”. Desde las redes @familiasespunm piden difusión para que se escuche su reclamo.