Actualmente en el país, y con regularidad, no sólo se ataca una idea u opinión opuesta al oficialismo, sino que también se agrede de forma simbólica, física y económica a los medios de comunicación y a los periodistas en particular. Uno de los primeros ataques simbólicos más graves que sufrió el periodismo desde que asumió el actual gobierno fue el cierre de la agencia de noticias estatal Télam, fundada por Juan Domingo Perón en 1945. Su función principal era cubrir los acontecimientos y brindar información lo más objetiva posible a todos los medios de comunicación nacionales e internacionales.
“Si bien hay otras agencias que realizan un trabajo similar, ninguna tiene el alcance, la inmediatez y la rigurosidad que tenía Télam”, afirmó Marcos Príncipi, periodista de C5N y graduad de la Universidad Nacional de Moreno. A su vez, Agustín Lecchi, secretario general de SIPREBA, remarcó que “todos los medios de comunicación, los medios más grandes como Clarín, La Nación y medios más pequeños se abastecían de las noticias de Télam”.
Sin embargo, esto fue sólo el inicio, ya que además el Ejecutivo eliminó programas que consideró “ideológicos” e implementó reajuste y despidos en canales estatales como la TV Pública, Radio Nacional, Paka Paka, la eliminación del FOMECA, entre otros.“Este plan incluyó despidos, congelamiento salarial, persecución ideológica y censura”, resaltó Principi.
Menos voces
En Argentina, el derecho de acceso a la información está consagrado en la Constitución Nacional, específicamente en el Artículo 14° y en la Ley 27.275 de Acceso a la Información. El desmantelamiento de Télam vulnera este derecho, deja sin proveedor confiable de la información a todos los medios de comunicación que dependían de esa fuente, sino también que “no está disponible el archivo histórico de la agencia”, resaltó Luis Lozano, productor y redactor del Informe Sobre Libertad de Expresión en Argentina en 2024, elaborado entre el SIPREBA y la carrera de Ciencias de la Comunicación de la UBA
El Informe Sobre Libertad de Expresión en Argentina menciona los diferentes sucesos violentos que sufren los periodistas en ejercicio de la profesión en varias regiones del país desde diciembre de 2023.
“Nosotros creímos que era tiempo de volver a un registro minucioso, como lo hemos hecho y como sabemos que lo hicieron otras organizaciones en momentos en que nuestro país estuvieron en juego derechos fundamentales, en este caso el derecho a la comunicación y a la información”, dijo Lozano.
El hecho de que existan cada vez menos medios de comunicación en lugares específicos por las medidas de ajustes, implica que las noticias que llegan o son de medios comerciales o de lugares lejanos que pocas veces reflejan una realidad local. “El federalismo también se ve lesionado por el cierre de los medios públicos”, mencionó Julieta Urdinola, directora de la radio cooperativa FM En Tránsito.
Además, el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/2023 dictaminado por el Poder Ejecutivo al inicio de su mandato, eliminó fondos para los medios comunitarios, la pauta publicitaria y varias medidas más que dificultan el ejercicio de la pluralidad de voces. En concordancia con esto, “varias noticias no se cuentan o se mencionan bajo la mirada del gobierno nacional”, aseguró Lecchi. Y “el aumento de los servicios esenciales genera incluso el cierre de los medios más chicos”, agregó Lozano.
Este atentado contra el derecho a la libertad de expresión y de información es puramente intencional, ya que “no quieren que haya nadie que cuestione el modelo de país que pretende imponer el gobierno”, dijo Lecchi y agregó que “es un modelo de país en donde gana un puñado de multimillonarios a costa del hambre del pueblo”.
La profesión en riesgo
En el año 2023, la periodista y activista feminista Luciana Peker sufrió el exilio por las amenazas que recibía a diario por parte allegados al oficialismo; y el 12 de marzo de este año, el fotoperiodista Pablo Grillo fue gravemente herido por Gendarmería Nacional por registrar el ataque hacia los jubilados que se encontraban manifestándose frente al Congreso.
“Trabajar como periodista bajo el gobierno de Milei es sentirse basureado”, afirmó Urdinola, y agregó que “se está intentando demonizar al oficio del periodista para desacreditarnos y también se volvió algo riesgoso por las distintas represalias que sufren aquellos que hablan”.
Según la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Frontera (RSF), Argentina quedó en el puesto 87 en lo que va del 2025, cayendo 47 posiciones en los últimos dos años debido al desmantelamiento de medios de comunicación, estigmatización a los periodistas y el mal uso de la publicidad estatal del actual gobierno nacional.
Hace aproximadamente un mes, el periodista Ari Lijalad publicó una nota en El Destape con el título “Milei, entre el odio a la información y el discurso nazi”, en lo que derivó en una denuncia penal de parte del presidente, que luego fue desestimada por la inexistencia de un delito. Y unos 600 periodistas firmaron la nota en apoyo a Lijalad.
El futuro inmediato del periodismo en la Argentina
Son cuatro los elementos en contra de la práctica del periodismo como profesión en el país: primero, un gobierno que ataca ferozmente a los que tienen una opinión diferente; segundo, el ajuste económico que impacta directamente a todos los trabajadores incluyendo a los de prensa; tercero, el rápido avance de la Inteligencia Artificial; y cuarto: la instalación del individualismo como virtud.
Estas cuatro condiciones las utiliza el gobierno a su favor para contrarrestar la seriedad de la profesión. Por ejemplo, a la hora de querer desprestigiar a un periodista envía a sus “trolls” contratados de sus redes sociales para acosar a quienes opinan diferente a su gobierno y/o crea imágenes con IA para burlarse de los mismos.
En paralelo a esto, estamos sumergidos en la era del consumo inmediato de la información. La mayoría se informa a través de las redes sociales, mediante una imagen con foto y un título o un video que se viralizó de apenas treinta segundos o que lo escuchó al pasar en una mesa de debate en algún canal de streaming disfrazada de “chiste”. La banalización de la noticia es moneda corriente.
Según el informe “¿Cómo se informan los argentinos?”que pertenece al Foro del Periodismo Argentino (FOPEA), el 38% de la población encuestada mira la televisión para informarse, frente al 31% que utiliza las redes sociales y tan sólo el 3% lee el diario y el 2% escucha la radio.
Príncipi remarcó que “hoy los medios están más interesados en la inmediatez y la cantidad de notas para generar “clicks” e impacto que en la profundidad, la rigurosidad y la calidad de sus publicaciones”.
Es verdad que desde que existen los medios de comunicación digitales se democratizó ampliamente el acceso a la información; no obstante, la pregunta que debemos hacernos es si esa información es de calidad, escrita por profesionales que utilicen fuentes confiables y consulten con otros especialistas para validar lo que están por publicar. Esto mismo es lo que hace un periodista con ética profesional.
Ante este panorama complejo, produjo que varios organismos de medios de comunicación y periodistas se reúnan para poder armar un plan de acción. “Somos 12 radios que estamos generando una programación en conjunto, porque en solitario se estaba complicando la sostenibilidad de la radio” mencionó Urdorica.
Por su parte, Lecchi mencionó que “desde el sindicato nos estamos organizando colectivamente, hemos hecho denuncias legales y penales, ya sea por la situación represiva y la persecución, hasta por el cambio de sociedad de los medios públicos en el DNU 70/2023”. Sin embargo, mientras que no se tomen medidas de parte del Estado, las acciones que generen diferentes sectores de la comunicación y los distintos organismos de derechos humanos no bastarán ante un gobierno actual que intenta eliminar cualquier vía de diálogo, por lo que va a continuar con la precarización laboral en el área de la comunicación y el hostigamiento hacia todos los profesional
