Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), los precios aumentaron 4,9% en noviembre con respecto al mes anterior y la acumulación en los últimos doce meses llegó al 92%. La expectativa del gobierno (y de toda la sociedad) es que el índice continúe en baja, pese al panorama complejo que debe atravesar el país.
En este contexto, según Pablo Tavilla, licenciado en Economía de la UBA y docente en la UNM, en donde está a cargo del Centro de Gobierno y Políticas Públicas (CEGOPP), “estamos en un régimen de alta inflación, asimismo, hay un componente inercial en la Argentina actual en el cual distintos actores de la economía defienden sus precios y se empieza a perder qué referencias tener de los costos ya que nadie los respeta”.
Para Lucas Benítez, economista de la UNGS y también docente de la UNM, la situación inflacionaria no solo se debe a factores internos del país sino factores externos que agravan la situación. “Lo que sucede en Argentina se debe encuadrar en lo que tiene que ver con la dinámica de los precios internacionales, por ejemplo, los países centrales están atravesando niveles de inflación no vistos desde hace más de 40 años, entonces se han implementado políticas restrictivas tanto monetarias como fiscales”, afirma.
“Me parece importante destacar que la inflación no es un problema monetario, sino que es un problema de los costos, pero es cierto que cuando la inflación supera el 45% ya se complejiza el asunto. Además, Argentina tiene un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, uno de sus componentes es no dejar retrasar más el tipo de cambio, lo cual alimenta la inflación”, agrega Tavilla.
En este sentido, Eduardo Crespo, especialista en Desarrollo Económico y docente de la UNM, como Tavilla y Benítez, destaca: “Todos los meses se devalúa el tipo de cambio oficial, más la suba de precios internacionales y hay un punto que no se tiene en cuenta, pero podría ser un factor interesante de analizar, que es cómo dólares no oficiales empiezan a influir en los precios. Si querés importar algo tenés que acudir a los precios extraoficiales “.
Durante los primeros meses del año, el país vivió una aceleración considerable respecto a la suba de la inflación; para los economistas, existen varios factores que explican esta subida. “En marzo hubo más gravitación por la guerra de Ucrania-Rusia y también venimos de un ciclo de suba a causa de la pandemia”, comenta Tavilla.
“Hoy en comparación a marzo el panorama es sombrío, también en este último tramo la renovación de títulos del Banco Central fue del 61% y la mayor parte de la renovación la hacen los organismos públicos porque el sector privado ya no está queriendo renovar los títulos, pese a que están pagando tasas de interés importante”, expresa Crespo.
“También el aumento de precios internacionales fue relevante. Lo que sucede es ese componente inercial, actores que defienden su precio preventivamente, ajustan de más, lo que termina en una tasa mayor de ganancia y una distribución que desfavorece a las mayorías populares”, expresa Tavilla,
¿Soluciones?
En cuanto a las posibles soluciones frente a las consecuencias de la inflación, Crespo propone: “Se necesita es un plan de estabilización que ataque a la inflación desde todos los frentes. Esto es, el frente o mercado cambiario, fiscal, políticas monetarias, políticas de ingreso todo junto. Sin eso, veo difícil que vayamos a un sendero de estabilización y es complejo ya que estamos entrando en un año electoral”.
Para Benítez, lo que se necesita es “un gran acuerdo macro tanto en políticas de Estado como entre estos los sectores que siempre pujan por la distribución del excedente”, es decir el empresarial y el gremial. En esta misma línea Tavilla afirma:: ”Para esto se requiere un poder con autoridad, con capacidad de sancionar si no se cumple lo que se acuerda”.
Asimismo, Tavilla agrega: “Detrás de precios y de la moneda hay grupos sociales, entonces hay que pensar posibilidades de acuerdo. Se tiene que generar un esquema en el cual se comiencen a generar certezas sobre objetivos en el corto, mediano y largo plazo que produzcan en primer lugar, aumentar la participación del salario en el ingreso y que se recomponga el salario real sin que esto genere estas implicancias de esta indexación entre precio y salario”.
Para Benítez, se espera que “la inflación intente menguar los altos ritmos del 6,5% de mitad de año y se pueda estacionar alrededor del 5 % mensual, en pos de generar políticas macro para salir de este círculo vicioso de alta inflación”.
Respecto a la medida del gobierno de Precios Justos, Benítez agrega: “Este esquema planteado por el gobierno para que los consumidores puedan controlar los precios es una herramienta que podría ayudar los próximos meses, pero no va a permitir que la Argentina salga del esquema de alta inflación”.