
Un equipo de investigadores de la UBA, con el apoyo de la NASA, ha identificado 54 solventes alternativos al agua que podrían permitir la existencia y evolución de biopolímeros que son moléculas esenciales para la vida. Este hallazgo abre nuevas posibilidades en la búsqueda de vida extraterrestre, sugiriendo que planetas con composiciones químicas diferentes a la Tierra podrían ser habitables. “Quizás tenemos que buscar vida en lugares donde hay otras sustancias líquidas, como océanos de ácido sulfúrico”, afirmó Ignacio Sánchez, químico de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y doctor en Filosofía Natural (Universidad de Basilea).
La investigación, publicada en Biophysics and Computational Biology, sugiere que los futuros esfuerzos de búsqueda de vida no deben limitarse a planetas con agua líquida. Esto podría influir en las futuras misiones de exploración, alentando a los científicos a considerar una variedad más amplia de ambientes potencialmente habitables.
El equipo, liderado por Sánchez, Diego Ferreiro (biólogo y doctor en Bioquímica) y Ezequiel Galpern (becario UBA), seleccionó los solventes basándose en sus propiedades químicas y su disponibilidad en entornos extraterrestres. Estos compuestos fueron evaluados para determinar si podían sostener la formación y evolución de biopolímeros, utilizando teorías sobre la información molecular y el plegado de proteínas. “Queríamos evaluar si los biopolímeros podían plegarse y evolucionar en otros solventes. Utilizamos características como las temperaturas de fusión, ebullición y transición vítrea para hacer esta evaluación”, explicó Sánchez quien lidera y participa del equipo de trabajo que llevó a cabo la investigación.
Los futuros telescopios y misiones espaciales podrán beneficiarse de estos hallazgos. Con herramientas como el telescopio espacial James Webb, los científicos podrán buscar señales de estos solventes en las atmósferas de exoplanetas. Este enfoque más amplio podría revelar mundos habitables que anteriormente se habían pasado por alto.
De los compuestos estudiados, algunos mostraron un potencial notable para sostener biopolímeros. El benceno, la hidracina, el acetonitrilo y la dimetilsulfona destacaron incluso más que el agua. Estos solventes, aunque químicamente son muy distintos entre sí y poseen diversas características, demostraron ser eficientes en la conversión de la energía libre de plegado en la evolución de secuencias biopoliméricas. “Dimos mayor puntaje a los solventes donde los biopolímeros podían existir en todo el rango de temperaturas en el que la sustancia es líquida”, comentó Sánchez.
El equipo de investigación planea continuar su trabajo identificando características moleculares que puedan indicar la presencia de biopolímeros evolucionados en otros planetas. “Estamos tratando de identificar si una molécula encontrada en otro lugar del sistema solar es producto de un sistema vivo”, explicó Sánchez. Este enfoque podría proporcionar herramientas valiosas para futuras misiones espaciales en la identificación de vida extraterrestre.
Sin embargo, identificar estos solventes en otros planetas es solo el primer paso. Los científicos deben ahora desarrollar métodos para detectar biopolímeros en estos entornos. Esto implica identificar biofirmas específicas (indicadores de vida) que puedan ser detectados a través de la observación remota. Estas técnicas podrían buscan identificar características moleculares únicas que indiquen la presencia de biopolímeros evolucionados.
Andrea Buccino, doctora en Ciencia Físicas y astrónoma del IAFE (UBA), considera que estos descubrimientos amplían los escenarios habitables, no limitándose únicamente a planetas tipo terrestre con agua líquida. “Ahora los rangos de temperatura se amplían y dependen mucho de la química de su atmósfera. Con este trabajo se incorporan nuevos solventes necesarios para los procesos de biogénesis, permitiendo que otros entornos sean habitables”, explica Buccino. Sin embargo, también destaca la importancia de recordar que, hasta ahora, la hipótesis más fuerte es que en la Tierra el solvente principal en el origen de la vida fue el agua, y no conocemos otro planeta con vida desarrollada en condiciones diferentes.
La detección de estos solventes en exoplanetas presenta un desafío significativo. Buccino señala que la detección de biomarcadores (son medidas en los niveles molecular, bioquímico o celular), incluyendo estos solventes, no es más sencilla que la detección del agua. “El telescopio espacial James Webb permite observar elementos en la atmósfera de exoplanetas, pero dependiendo de la química de estos solventes, su detección puede no ser sencilla”, comenta. Este aspecto subraya la complejidad de la tarea que enfrentan los astrónomos en la búsqueda de vida más allá de nuestro sistema solar, aunque el potencial descubrimiento de ambientes habitables distintos al terrestre hace que el esfuerzo valga la pena. Este estudio del CONICET y la UBA y que cuenta con el apoyo de la NASA, amplía las posibilidades de encontrar vida en el universo. Al considerar compuestos distintos al agua como potenciales entornos para la vida, los investigadores están abriendo nuevas puertas en la búsqueda de vida más allá de nuestro planeta y proporciona una hoja de ruta para futuras investigaciones en el campo de la Astrobiología