El largometraje, dirigido y producido por Diego Lerman, luego de su paso por el Festival Internacional de Cine San Sebastián, el más importante de España, llegó a las salas argentinas hace dos semanas. Aparte de contar con figuras reconocidas como Juan Minujín y la participación especial de Rita Cortese, en la película también actúan docentes y alumnos del conurbano bonaerense.
“¿Leíste el Facundo, de Sarmiento? Bienvenido a la barbarie”. Con esas palabras es recibido Lucio, el personaje interpretado por Minujín, en su primer día de suplencia en una escuela secundaria del Conurbano. “En Lucio me interesaba mucho que fuera de otra clase social, que sienta que es un trabajo sobrecalificado para él, y a partir de ahí, fue construir un personaje que esté en crisis, que atraviesa un momento en la vida que va encontrando en la docencia también un por qué, una razón de ser y esa es un poco su búsqueda”, señala a ANUNM Diego Lerman.
Por su parte, una de las guionistas, Luciana De Mello, subraya: “Lo que más nos importaba al momento de escribir el guión era que el personaje tenía que ser complejo, que viniera de una situación de clase social más acomodada en relación con la que iba a dar clases, una mirada interesante y distinta, pero también conflictiva sobre lo que es enseñar en escuelas, sobre todo en las vulnerables”.
Asimismo, sobre el proceso de la escritura del guión, Lerman afirma que “fue mucho trabajo de campo, de ir a presenciar las clases, de charlar con los docentes y alumnos, ver esa fina franja y esa diferencia, casi esencial entre los docentes que se implican con esa realidad cotidiana y los que van, hacen su trabajo y se van a la casa”.
La película aborda cuestiones sobre la educación, el narcotráfico y los conflictos personales que debe atravesar este profesor de Literatura. “La propuesta inicial me la acercó Juan Vera, quien ya tenía investigaciones hechas sobre algunas escuelas del conurbano, y lo que me cautivaba de trabajar con esta historia es como ese lugar un poco invisible a veces, en una sociedad tan complicada, como la docencia apuesta a la construcción y a la idea de futuro”, comenta su director. Y agrega: “Todos tenemos algún maestro o maestra, que no sé si nos cambió la vida, pero sí nos enseñó a verla de otra manera o nos amplió el horizonte, hay algo de esas relaciones que me cautivo mucho”.
En primera persona
El Suplente cuenta con la participación de docentes, chicos y chicas del conurbano “Algo que tenía muy en claro es esta mezcla entre actores profesionales y ‘no actores’, como se los llama. Es algo que vengo haciendo desde hace varias películas, casi desde el origen de Tan de repente (nota de la r: su película de 2002). Lo hice siempre y tenía muy en claro que acá los alumnos iban a ser alumnos, así que salimos a hacer castings y a buscar chicos y chicas que quisieran actuar en los barrios como los que cuentan la película”, explica Lerman.
Micaela Antonio es profesora de matemáticas en una escuela en la villa 21-24 en Barracas, y participó en la película como colega de Lucio. En el filme, Gendarmería ingresa a las aulas luego de una denuncia por droga en la escuela, y respecto a esto Micaela expresa: “El aula que muestra en la película está perfectamente retratada. Nosotros trabajamos en esas condiciones; también que la droga está siendo un problema que de a poco se nos está metiendo en la escuela, no todavía al nivel que se nos muestra en la película, pero es un tema que nos tiene preocupadas y preocupados a los docentes, sobre todo en estos barrios dónde los narcos están empezando a entrar con bastante rapidez”.
Por su parte, Lucas Arrúa, de 17 años, se puso en la piel de Dilan, el joven a quien Lucio, intenta salvar de los ajustes mafiosos vinculados a las drogas. “Con el tema de la droga es verdad, he ido a escuelas que vendían droga adentro o jugaban con pistolas ahí; y también conocí a profesores que ayudaron a alumnos, no tanto como aparece en la película, pero sí que se preocupan”, cuenta.
En cuanto a lo fundamental de abordar cuestiones como la educación, Micaela señala: “Me parece que la película es importante en este momento porque habla de lo que sucede en las escuelas, en un momento donde estamos siendo muy criticados y maltratados. Nosotros somos profesionales, elegimos hacer lo que hacemos, nos gusta pero no por eso tenemos que trabajar en condiciones indignas ni estar reclamando cosas básicas, no hay inversión en educación”.
En relación a esto, Luciana de Mello sentencia que “es importante hablar de educación y sus problemas estructurales, hay que ver que en el presupuesto para el año que viene, acaban de recortar un 15 % del fondo para ese sector, no es prioridad para ningún gobierno. La educación se está hundiendo y solo quienes puedan pagar podrán acceder a una formación de calidad. Por supuesto, hay personas que hacen la diferencia pero un sistema educativo no puede depender solo de ellas. Es necesaria la inversión en estructura, salario y la mejora de los planes de estudio”.
Nadie se salva solo
“El lema ‘nadie se salva solo’ es una frase que dice ‘el chileno’ (interpretado por Alfredo Castro) y un poco lo que tiene que ver es con la idea de estar en red, de cómo está educación tiene que ver con una idea de comunidad, la importancia y la trascendencia que eso tiene”, explica Lerman.
Por su parte, De Mello asegura: “Creo que lo que está película pone en valor es el compromiso del vínculo, es una película que deja esperanza, poder abrazar al otro, y dar lo mejor de nosotros, sobre todo si es docencia, y vale la pena, siempre”.
Por último, Jonathan Bogado, de 24 años, quien dio vida a Walter, un joven que en las clases de Literatura expresa su poesía por medio del freestyle, coincide con el lema de que nadie se salva solo. “Creo que todos necesitamos un poco del otro para poder salvarnos de nuestra propia cabeza, de nuestra propia vida, siempre hay alguien ahí para darte una mano, nada más hay que abrir los ojos”, remarca.