Para 2012, cuando la UNM apenas comenzaba, Oscar se anotó en un Congreso de Educación Secundaria que se realizaba en dicho predio. Luego de ese primer encuentro con la institución, decidió que era un buen lugar para estudiar. “Me encantó el ambiente que había. Revisé la carrera y me gustaron los contenidos y las perspectivas. Me inscribí al año siguiente pero todo empezó con el Congreso”, recuerda.
Para Farias, estudiar en esta universidad fue una gran oportunidad, ya que pudo seguir con sus estudios luego de haberlos pospuesto durante muchos años. También recalca que tener una casa de estudios cerca de su domicilio ha favorecido su inscripción y posteriormente, terminar la carrera. “Estas universidades del Bicentenario hacen que uno pueda ingresar y permanecer, superando las distancias que históricamente había que hacer para ir a una universidad”, expresa.
En su paso por la carrera, resalta el mate y sus compañeros durante los años de cursada. “El trabajo colectivo con compañeras y compañeros, fue muy enriquecedor. En la universidad reflexionábamos a la noche lo que vivíamos en la mañana para poder ir al otro día de una manera distinta.”. Además comenta que existe una buena relación con los docentes: “Hay cierta cercanía con los profes. Si bien se respetan las asimetrías, ellos mantienen otro tipo de proximidad, a diferencia de otras instituciones, donde el docente parecería que está en un nivel al que uno nunca llegará.”
En 2014, se realizó una experiencia de investigación educativa en las provincias de Corrientes, Entre Ríos y Mendoza de la que Farias pudo ser parte. “Me tocó ir a Mendoza. Fuimos con dos profesores y fue una experiencia hermosa. Te ayudaba mucho a pensar lo vincular.” A su vez, lo invitaron a participar de otras investigaciones pero por tiempo no logró concluirlas aunque sí le fueron muy útiles para su trabajo final.
Entre los mates con compañeros, la cursada y algo más, Oscar fue ayudante de cátedra en Epistemología y de otras dos materias. Tiempo más tarde, pudo realizar suplencias para las mismas en la UNM.
Años después de haberse recibido, Farias continúa formando parte del comité organizador de la carrera. Este equipo está conformado por 8 personas entre las que se encuentra la coordinadora de la carrera de Licenciatura en Educación Secundaria, Lucía romero. “Hace varios años que venimos pensando escenas formativas en la que podamos conformar redes institucionales con las universidades vecinas. En noviembre tuvimos una jornada académica y organizamos algunas cosas. Ya nos han visitado Universidades e institutos de la región 8 y 9 de Luján, de la Universidad de Hurlingham, el Instituto de Merlo y el de Morón”, comenta.
A sus 60 años, Farías afirma que seguirá eligiendo a la UNM: “Uno no se puede ir, digamos, porque te quedás atrapado. Desde el Edificio Histórico, donde antes no había mucho, hasta la construcción de los nuevos edificios, cuando pusieron los aires acondicionados, los grupos de estudiantes en Facebook. Todo te envuelve un poco y te hace sentir parte. No te querés ir.”