La televisión argentina continúa generando debates ¿Sigue siendo relevante políticamente?¿Cómo cambió su rol frente al streaming y las redes ? Los doctores en Ciencias Sociales Agustín Espada y Yamila Heram analizan la transformación de un medio que ya no busca solo audiencia sino también presencia. Y también los televidentes nos dan sus reflexiones sobre la televisión.
El 17 de octubre de 1951 ,Eva Perón hablaba ante una cámara instalada en el Ministerio de Obras Públicas. Esa primera transmisión marcó el nacimiento de la televisión argentina. Un medio que se convirtió en protagonista de la historia nacional. Setenta y cuatro años después la televisión se enfrenta a nuevas plataformas y le disputan audiencias pero que no pueden existir sin ella. La televisión ya no concentra todas las miradas pero sigue siendo un medio relevante en la arena pública.
Mónica, una jubilada de 74 años que vive en Merlo, provincia de Buenos Aires, comparte su nostalgia por los tiempos en que la televisión era el epicentro de la vida social: “Cuando era joven, parábamos el mundo por la televisión. He llegado a ver capítulos de novelas en bares del centro, con la gente agolpada frente a la pantalla. Creo que hoy en día los noticieros, más que informar, nos hacen compañía, nos dan una rutina”. Su testimonio evoca dos épocas: una de la televisión del aquí y ahora sin repetición y la de la televisión donde desde el fondo nos resuena como compañía .
Jennifer, de 34 años, vive en Hurlingham y representa a una generación intermedia que ha vivido la transición hacia la era digital. Aunque sigue consumiendo televisión de manera tradicional, observa con curiosidad y un toque de asombro cómo su hija Adela, de tan solo 7 años, interactúa con la pantalla de una manera completamente diferente. “Adela quiere poner pausa o retroceder como si fuera una serie de alguna aplicación a un canal en vivo”, comenta Jennifer, graficando las diferencia generacionales en la comprensión de la tecnología.
Para Adela, acostumbrada a la interactividad y el control que ofrecen las plataformas de streaming, la linealidad de la televisión en vivo es un concepto ajeno. Esta anécdota resalta la brecha cognitiva entre los “nativos digitales” y las generaciones anteriores, evidenciando cómo la tecnología no solo redefine nuestros hábitos, sino que también moldea nuestras expectativas y nuestra forma de percibir el mundo. La televisión, en este nuevo paradigma, ya no es un flujo unidireccional de información, sino una experiencia personalizable, bajo demanda y con un nivel de interactividad que antes era impensable.
“Por supuesto que no se puede hablar de la misma relevancia que hace 20 años” sostiene Espada. “Sin embargo, la televisión sigue siendo el único medio que puede volver popular a una persona , un tema o una referente con una transversalidad que ninguna red social logra”, añade.
Espada subraya que pese al crecimiento del streaming y las plataformas digitales , la televisión sostiene un poder simbólico y social. “Las redes sociales disputan sentido político pero no con la misma fuerza . La televisión logra una transversalidad. Llega a diferentes edades , clases sociales y regiones del país”, agrega.
Para Heram, autora del libro La crítica de televisión en la prensa durante la formación de los multimedios , esa relevancia también persiste, aunque bajo nuevas formas. “La televisión es un actor clave en la agenda pública. Se dice que está desapareciendo pero es un actor clave en el debate social. Los adultos mayores siguen consumiendo este medio como lo hacían décadas atrás y eso tiene mucho peso cultural.
Heram agrega un dato llamativo: “Incluso en las infancias están más expuestas de lo que se cree. Muchos niños pasan tiempo al cuidado de adultos mayores, donde la televisión está encendida como fondo. Este consumo incidental genera conocimiento y contacto con los consumos televisivos”.
La idea de la televisión de fondo aparece mucho en los estudios de audiencias. No siempre se mira activamente pero sigue ahí acompañando la rutina. “La televisión continúa encendida mientras se realizan diferentes tareas “, describe Heram. “Y aunque muchos responden que ya no la ven, reconocen temas y personajes que surgen en ese ruido de fondo. La memoria televisiva sigue operando en las nuevas generaciones.”
Pero ¿qué cambió en la forma de hacer televisión ? Espada señala que “en términos de géneros ,no hay tantas novedades. Los formatos conversacionales se transformaron con la incorporación del chat , pero en esencia siguen siendo magazine. Las ficciones en cambio migraron a otras plataformas , mientras la televisión mantiene un rol informativo y de entretenimiento inmediato.”
El impacto del streaming es determinante para entender la coyuntura mediática . “El formato streaming es un híbrido entre magazine y algo nuevo emergente”, sostiene Espada. “La diferencia es que el streaming no busca ser popular sino ser potente en su nicho para poder construir comunidad y monetizarla”, agrega.
Heram coincide pero marca alguna diferencia: “Hay una retroalimentación constante entre televisión, streaming y redes. Muchas figuras que hoy dominan el streaming vienen del universo de Tinelli. Reproducen estilos de conducción y hasta discursos machistas que la televisión ya había legitimado. Esa supuesta espontaneidad del streaming está cada vez más producida:hay guión , estrategia y un continuidad en muchos aspectos ideológicos de la televisión tradicional”.
Esta interdependencia según Heram demuestra que los cambios en los medios nunca son completamente disruptivos: “Cuando uno estudia la historia de los medios , ve que siempre hubo préstamos entre formatos. Lo que parece nuevo suele ser una reconfiguración de lo anterior. La televisión comenta lo que pasa en el streaming y el streaming lo de la televisión. Con una fuerte hegemonía de formatos de panelización.”
Espada agrega también la forma en que las audiencias hoy consumen televisión. “Muchos ya no ven televisión directamente ,sino a través de reacciones de streaming o clips en redes. Es un consumo re-mediado, la televisión sigue generando contenidos que otros reinterpretan y distribuyen.” La televisión tal vez no organiza como antes el tiempo nacional pero sigue siendo un campo relevante donde el pueblo argentino busca referencia mediática y representación cultural.
