Hoy 5 de junio se celebra el 50 aniversario del Día Mundial del Medio Ambiente, establecido por primera vez por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en 1972. En esta oportunidad el eje principal de la fecha estará centrado en la lucha contra la contaminación por plásticos. Según los últimos datos de la ONU, se estima que son más de 400 millones de toneladas de esos materiales son las que se producen en el mundo cada año, de los cuales el 50% son diseñados para un único uso.
En nuestro país se consumen anualmente 40 kilos de plástico por persona. “Es esencial que tomemos noción de la problemática. La producción y consumo de plásticos viene aumentando a un ritmo alarmante en las últimas décadas y, en caso de no tomar medidas efectivas al respecto, se prevé que la contaminación que causa se triplique hacia el 2060”, dice Verónica Goñi, graduada en Gestión Ambiental e investigadora de la Universidad Nacional de Moreno.
Como cualquier material, los plásticos tienen sus ventajas y desventajas. “Dentro de las primeras podemos mencionar la posibilidad de adquirir diversas formas y tamaños, la durabilidad y conservación”, dice Federico Rondán, graduado e investigador de Gestión Ambiental de la UNM. Además, se trata de un material que se caracteriza por ser liviano, fácil de transportar y resistente. Por otro lado, se puede decir que las desventajas son producto del mal uso o la mala gestión de los mismos.
Una de esas consecuencias tiene que ver con la contaminación terrestre, donde los plásticos se degradan lentamente en micropartículas, llamadas microplásticos, que luego entran a la cadena alimenticia provocando daños tanto a la salud humana como a la biodiversidad. “También se produce contaminación del mar, desde las llamadas islas de basura hasta la presencia de microplásticos hallados en el lecho marino, los cuales son muy dañinos para la biodiversidad marina”, señala Stella Sudol, también graduada de Gestión Ambiental (UNM).
En cuanto a la contaminación del aire que produce la mala gestión de los plásticos, Sudol agrega: “Esta se produce tanto en el proceso de fabricación como en la quema de plásticos, la cual libera sustancias tóxicas al aire, perjudicando la salud humana y generando gases de efecto invernadero”. Además es posible mencionar, dentro de las consecuencias negativas, que cuando no hay una adecuada recolección de residuos se generan basurales que afectan a la salud de la población. Rondán añade que también se generan consecuencias indirectas, “por ejemplo en envases que acumulan agua dando lugar a la proliferación de mosquitos como el que transmite el dengue”.
Cambio de hábitos
Dentro de las acciones para enfrentar la problemática se puede mencionar la elección de opciones reutilizables y el fortalecimiento de la infraestructura de reciclaje y gestión de residuos. En cuanto al reciclaje, Verónica expresa: “Es una parte muy importante del proceso, que parte de la idea de una economía circular, tendiente a considerar todo el ciclo de vida de un producto. Significa que se piensa el producto “desde la cuna hasta la cuna”, porque cuando un objeto deja de cumplir su función puede ser devuelto a la fase de producción de otros objetos como materia prima”.
Sin embargo, los entrevistados coinciden en que el reciclaje no debe ser la única solución para enfrentar este problema. “Si bien el reciclaje es muy importante, considero que debe estar acompañado de otras acciones, como la reducción del consumo, la elección de productos biodegradables, la sensibilización y concientización. También es importante la educación ambiental desde los primeros años”, dice Sudol. En la misma línea, Rondán agrega: “Se necesita un modelo de producción que contemple sus consecuencias desde la concepción de los productos hasta su descarte. Además, se necesitan políticas públicas que fomenten el cuidado del ambiente y provean los servicios esenciales en la población”.
Por otro lado, es importante mencionar cuáles son las alternativas sustentables que ayudan a reducir el consumo excesivo de plástico. “A nivel individual son varias las cosas que podemos hacer y van de la mano del concepto de las 3R: reducir, reusar y reciclar. Se puede reducir el volumen de plástico consumido reemplazando los plásticos de un solo uso, como sorbetes, cubiertos descartables, envases. Además, se trata de reusar todas las veces que sea posible los elementos para extender su vida útil, y reciclar cuando llegue al fin de este ciclo”, explica Goñi.
Además, señala que hoy en día encontramos cada vez más productos que son respetuosos con el ambiente. “En lo que respecta a higiene y cuidado personal existen propuestas que eliminan directamente los envases plásticos o modifican la propia composición del producto, como son los shampoos sólidos, pañales y toallas femeninas de tela reutilizables, cepillos de dientes de bambú y muchos más”, comenta Goñi. Por su parte, Rondán agrega la importancia de elaborar productos durables y que las industrias generen productos con materiales que permitan su reciclado una vez terminado su ciclo de vida.
Sin duda, se trata de una problemática compleja que requiere de los esfuerzos conjuntos de toda la sociedad. La práctica y la promoción de actitudes responsables es de vital importancia para lograr una mejor calidad ambiental. Frente a esto, el Departamento de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la UNM, a través de la Coordinación de la Licenciatura en Gestión Ambiental, invita a participar de la Jornada por el Día Internacional del Ambiente, donde se abordarán distintas temáticas, como arquitectura bioclimática, residuos urbanos, humedales y calidad del agua, entre otros. La actividad se desarrolla de forma libre y gratuita desde las 11 horas, en el Hall de entrada y la Carpa de Eventos de la universidad.