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Estudiante de Comunicación Social (UNM)

Argentina de terror: ¿un cine que resiste a la motosierra?

El desfinanciamiento de INCAA paralizó la producción cinematográfica nacional. Pese a eso y a la histórica falta de recursos para realizar producciones complejas, el género de terror parece gozar de buena salud
El éxito de “Cuando acecha la maldad”, dirigida por el argentino Demian Rugna, destapó una revalorización de cine de terror nacional.

 “Cuando Acecha la Maldad” fue la primera latinoamericana en ganar el premio mayor del Festival de Sitges en Cataluña, pasó por más de 600 salas en Estados Unidos y llegó a ser el film de terror más taquillero de la historia del cine argentino. Y recientemente llegó a Netflix. ¿Qué pasa con ese género en Argentina? ¿Acecha un boom?

Si bien los registros de la primera película con tintes de terror argentina datan del año 1934 con “El Hombre Bestia” de Camilo Zaccaria Soprani, es recién en la década del 2000 que se empezó a poner en valor el cine de este género con los subsidios del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) y los estrenos en salas comerciales.

A partir de ese momento, el cine nacional fue experimentando una notable transformación que logró posicionar el género de terror en un lugar destacado para la escena cinematográfica tanto a nivel nacional como internacional. Este auge se debe no solo a una audiencia cada vez más receptiva a explorar los límites del miedo y lo sobrenatural en la gran pantalla, sino también a la cada vez más cantidad de directoras y directores que apuestan al género fantástico en nuestro país.

Jimena Monteoliva, productora, guionista, directora y fundadora de la productora cinematográfica “Crudo Films” cuenta que lo que le atrajo inicialmente al cine de terror es ser espectadora de ese género. “Mis recuerdos son haber crecido viendo películas de terror. Si bien me gusta todo tipo de cine, los recuerdos de las primeras películas que vi, y de las que más me marcaron, son todas dentro del género”, expresa.

Cine de terror argentino: algo distinto a los grandes efectos especiales

El cine de terror se caracteriza por provocar sensaciones de pavor, miedo, disgusto, repugnancia, horror, incomodidad o preocupación al espectador. Sus argumentos frecuentemente desarrollan la repentina intrusión en un ámbito de normalidad de alguna fuerza, evento o personaje de naturaleza maligna. Pero ¿qué características particulares tiene el cine de terror argentino?

“La característica más visualmente obvia es el tema del presupuesto. En el cine argentino siempre nuestros presupuestos son más acotados, entonces tenemos que recurrir a otro tipo de ingenio que pueda ayudar a contar una historia y a generar las sensaciones que queremos generar”, afirma Monteoliva.

La directora y guionista  Lucía Vassallo comenta que al ser un género muy vinculado a los efectos especiales, es muy complejo realizarlos con escasos recursos económicos como los que posee el cine argentino: “Tenemos que pensar ya desde la escritura en no generar escenas que impliquen un desafío de producción y un presupuesto económico muy grande o de efectos especiales, tanto en rodaje como en postproducción”, agrega.

“Por otro lado, está lo original argentino en el género. Hay algo autóctono de nuestras caras, nuestras casas, nuestras rutas y eso está en la idea de hacer un cine de terror local, que además del ingenio y la ingeniería que tenemos que inventar, también está lo regional y lo propio que se ve”, asegura Monteoliva.

¿El terror es el género más excluido en Argentina?

El estreno de “Cuando Acecha la Maldad” dio de qué hablar tanto a nivel mundial como en Argentina y marcó un antecedente único en nuestro país. La película se estrenó en noviembre de 2023 y en sus primeras semanas más de 300.000 espectadores la disfrutaron en pantalla grande. Estos números lograron posicionarla como el film argentino de terror más taquillero de la historia.

Si bien en Argentina no hay un gran historial de películas de horror tan taquilleras y aclamadas por el público como la última obra de Rugna, el género existe y cada vez más espectadores se interesan en él. “El terror es un género que siempre estuvo, que por ahí tuvo un nicho más chiquito, pero que siempre pisó muy fuerte y no siento que esté excluido. Sí creo que en la actualidad se ve un poco más y hay un grupo de directores y directoras de terror que cada vez están teniendo más nombre y eso ayuda también a que sea un poco más visto”, comenta Monteoliva.

En Argentina también pueden encontrarse festivales de cine de género como “Buenos Aires Rojo Sangre” (BARS). Es el festival de cine fantástico y de terror más importante de Latinoamérica y se realiza todos los años desde el 2000. Allí, cada vez más personas presentan sus obras y disfrutan el terror nacional e internacional.

“En los últimos años, cada vez hay más público al que evidentemente le interesa este género. De ahí que al festival Buenos Aires Rojo Sangre le va tan bien. Puede ser que si nos remontamos a tres o cuatro décadas atrás, no era el cine más visto porque nosotros en Latinoamérica tradicionalmente teníamos una trayectoria más vinculada al drama”, afirma Vassallo. También comenta que en la última década se realizan cada vez más películas de terror y fantásticas en Argentina y que la industria de terror está creciendo muchísimo.

Al mismo tiempo, Monteoliva asegura que, si bien, el cine de género nunca fue masivo porque siempre existieron otros géneros más convocantes y más comerciales, la primera película de ficción que se hizo en la historia del cine fue una película de terror (nota de la r: “La caldera del diablo” de Georges Méliés); es decir que este género siempre existió y estuvo por años en la mente de muchos directores.

El impacto de los últimos tiempos

Si bien el terror es un género que está en pleno desarrollo en Argentina, no se puede pasar por alto que es uno de los más influyentes de los últimos tiempos.“Hoy tenemos un gran exponente del género que es  Rugna. Él arrancó con “Aterrados” y ahora terminó de dar el salto completo con “Cuando Acecha la Maldad”. Es el exponente que tenemos los que hacemos género como estandarte, es el ejemplo que hoy tenemos todos y todas para darnos cuenta de que es un tipo de cine que es valorado en Argentina. Él es argentino y su cine es argentino también. Entonces creo que hoy está marcando mucho el cine de terror actualmente”, afirma Monteoliva.

Por su lado, Vassallo comenta que al no tener una larga trayectoria en el país, es difícil ver un impacto claro del cine de terror en la cultura nacional, pero “si festivales como el “Buenos Aires Rojo Sangre” cada vez tiene más adeptos, al Blood Window [plataforma de promoción para cineastas especializados en cine de terror y género fantástico] cada vez se presenta más gente y si cada vez hay más cine de terror independiente, quiere decir que es un género que gusta, que se hace y que se mira”.

Desafíos

El cine argentino en general no está pasando su mejor momento. Con el desfinanciamiento y paralización casi por completo del INCAA, ya casi no se están realizando producciones nacionales. Pero particularmente, el cine fantástico y de terror enfrentan otras dificultades características propias del género.

“En Argentina hay algo admirable, es que la gente que quiere hacer películas termina haciendo películas, especialmente de terror”, expresa Monteoliva. La directora afirma que desde grupos como los de “Farsa Producciones”, una productora independiente de cine de género, hasta cualquier otro como puede llegar a ser un grupo de amigos con una cámara, si quieren hacer películas, las van a realizar.

Por su lado, Vassallo comenta que está trabajando en su próxima película en España: “En la situación en la que está el INCAA, en el que no hay fondos de financiación, no solo para el cine de género, sino para el cine nacional en general, es muy complejo incluso hasta generar coproducciones. También por la inestabilidad de nuestra moneda, estamos realmente en una época muy oscura y muy compleja de nuestro cine”.

“Tiene más que ver con las ganas de filmar que con las oportunidades que se nos den en general a hacer películas hoy en Argentina. Entonces mi desafío hoy es pensar en algún proyecto que sea realizable con nada o con poco, que es por ahora la única forma que yo veo que vamos a poder seguir haciendo películas”, concluye Monteoliva.

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