
El jueves de la semana pasada se estrenó en el emblemático Cine Gaumont de Buenos Aires la película Muña Muña, dirigida y con guion de Paula Morel Kristof. En diálogo con ANUNM, la directora contó cuál fue su inspiración para crear el filme, de dónde viene su particular nombre, qué la motivó a rodar en los espectaculares paisajes tucumanos de los Valles Calchaquíes y se expresó sobre la situación de desfinanciamiento que atraviesa el cine nacional.
Muña Muña sigue la historia de Olga, una enfermera de 60 años que vive en “El Mollar”, un valle ubicado en Tucumán, Argentina. Todo inicia cuando en su trabajo, conoce a un turista francés llamado Stefano, a la vez que acepta que su único hijo, Rubén, dejará El Mollar junto a su novia para ir a estudiar al extranjero. “La inminente soledad y la reciente relación de amor despiertan en Olga contradicciones y preguntas acerca de su propio deseo postergado”, reza parte de la sinopsis del filme.
La película adoptó su nombre de la planta muña (de origen quechua), encontrada generalmente en la región norte del país y utilizada como condimento en diversas preparaciones y a su vez como hierba medicinal ideal para tratar enfermedades digestivas y respiratorias (especialmente en la zona de los Andes, ante el mal de altura), siendo parte de la medicina tradicional del área. También es una hierba afrodisíaca gracias a su efecto vasodilatador, lo que le ganó el apodo de “yuyo del amor”. Además, se cree que tiene propiedades energéticas que ayudan a quién la consume a mejorar su estado de ánimo. Fue así como se volvió parte importante de la película, acompañando a Olga en ese proceso de redescubrir el amor y a sí misma.
La creencia popular que Chiquita (amiga de Olga) le cuenta a la protagonista, es que tomar un té de muña con azúcar ayuda a la persona que lo bebe a encontrar el amor. “Sabía que esta historia sucedía en los Valles Calchaquíes, en El Mollar, y la Muña es el yuyo del amor que crece justamente ahí. Después de escrituras y reescrituras aparece el título ‘Muña Muña’ y de ahí surgió un verbo que inventamos que es ‘muña muñando’, vibrando en el amor”, explicó Morel Kristof, la directora del filme, acerca del uso de esta planta como elemento destacado en la historia.
Morel Kristof se graduó en Diseño de Imagen y Sonido en la Universidad de Buenos Aires y trabajó como productora de cine y TV. Aunque anteriormente había co-escrito y co-dirigido el cortometraje “Pequeña”, premiado en festivales nacionales e internacionales, Muña Muña es su primer largometraje como directora y guionista. La misma fue seleccionada para el Work In Progress (WIP) Latam del Festival Internacional de San Sebastián (España) 2024, además de estrenarse mundialmente en el Festival de Cine de Santander 2025 (España), el Hof International Film Festival 2025 (Alemania) y el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata 2025 (Argentina).
El filme se desarrolla en su totalidad en los Valles Calchaquíes a partir del deseo de su directora de realizar una película en ese escenario que visitó tantas veces: “Conté la película que podía contar: mi abuela vivió ahí, yo también pasé mucho tiempo en la casa donde se filmó. Lo que intenté al elegir el elenco, los técnicos y la puesta de cámara, fue hacer algo que tenga que ver con lo que yo podía contar, quizás por eso se ve cierta honestidad. Incluso pasó en la postproducción cuando elegimos la música, todo tiene que ver con no querer ser algo que no somos, sino con ser honestos con lo que conocíamos para contar”, expresó Morel Kristof.
La escritura del guión inició en 2020 con colaboración de Celina Murga (directora de El aroma a pasto recién cortado) y Agustín Toscano (director de Los Dueños). El rodaje comenzó en 2023 y la película contó con apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Consejo de Artes Audiovisuales de Tucumán (CAAT), Mecenazgo Cultural, Fondo Nacional de las Artes y fondos privados. Sobre la producción de un proyecto tan grande, la directora manifestó: “Se hizo con financiamiento del INCAA, sin eso no hubiera sido posible. Filmamos antes que asumiera este Gobierno y me parece un acto heroico estar estrenándola, porque no teníamos fondos. En realidad es una película donde lo que más hicimos fue trabajar, contamos con mucha ayuda de mucha gente, ganamos premios para poder terminarla”.
Sobre el desfinanciamiento y ataques que atraviesa el cine argentino por parte del Gobierno nacional, Morel Kristof denunció que “la industria audiovisual está viviendo un momento más que complicado, estamos todos sin trabajo, muy poca gente está trabajando para plataformas y los técnicos que trabajábamos para Encuentro, TV Pública, INCAA, estamos todos desempleados. Estamos viviendo una gran crisis, así que la verdad es que es muy difícil pensar películas y escribir guiones si uno no tiene para pagar las cuentas”.
En línea con lo anterior, la directora recalcó la importancia del INCAA como organismo que impulse la producción de películas nacionales que aporten a la construcción de un cine argentino de calidad: “Espero que esto pueda cambiar pronto y creo que la importancia del Instituto es fundamental para seguir haciendo cine que compita en festivales, como nos pasó a nosotros con San Sebastián, con Mar del Plata”. Para finalizar, reflexionó: “Nos damos cuenta que nuestro cine cuenta historias que se ven acá y allá: del Mollar a San Sebastián sin escalas”.
La película será proyectada en los espacios INCAA de La Plata, Mar del Plata, Río Negro, Entre Ríos, Formosa, La Banda (Santiago del Estero) y San Martín de los Andes (Neuquén). Pero este viernes estará de nuevo en el oeste, luego de una primera función que se hizo el viernes pasado en el Espacio INCAA de Morón.


