En la sesión del 27 de junio Diputados aprobó los cambios propuestos por el Senado a la “Ley Bases”, con lo cual el proyecto fue convertido en ley. Este paquete de leyes contiene una reforma laboral muy cuestionada desde diferentes sectores relacionados al ámbito laboral.
El doctor Sergio Arce, presidente del Foro de Institutos de Derecho del Trabajo de los Colegios de Abogados (Provincia de Buenos Aires) además de docente en la UBA, Manuel Argibay, sociólogo (UBA), Ezequiel Villagra, licenciado en Relaciones del Trabajo (UNM) y Ariel González, sindicalista en SITRAM (Sindicato de Trabajadores Municipales de Moreno) fueron entrevistados para hablar sobre esta reforma. Mencionaron sus antecedentes históricos, explicaron sus principales modificaciones, y destacaron las consecuencias negativas que suponen tendrá sobre la clase trabajadora.
¿Qué antecedentes tiene esta reforma laboral?
“Una reforma laboral como la actual, no es novedosa. De hecho es una reforma muy parecida a la menemista, a la reforma de Martínez de Hoz. Tiene connotaciones también de la reforma laboral de de la Rúa. Y en cuanto a precarización laboral, es aún más violenta”, sostuvo Argibay, estableciendo una continuidad entre las reformas laborales de los últimos 50 años en relación con la recientemente aprobada, impulsada por el gobierno de Milei.
En efecto, en los´90s menemistas se implementaron una serie de cambios que llevaron a la precarización de las condiciones laborales. Algunas de esas modificaciones fueron la reglamentación y limitación del derecho a huelga y la sanción de la Ley de Empleo que permitió la flexibilización de los contratos de trabajo. Se atacaron también los convenios colectivos de trabajo.
El impacto de estas modificaciones fue muy negativo. Según datos de EPH (Encuesta Permanente de Hogares) del INDEC, la desocupación pasó de 5,6% (1990) a 13,2% (1999). Esto fue acompañado por un deterioro de las condiciones laborales de las personas que si tenían trabajo, según lo informa el CEyDS (Programa Cambio Estructural y Desigualdad Social-UBA).
El gobierno de la Alianza continuó con la reforma laboral que quedó en la historia como la “Ley Banelco”. Recibió este nombre por las acusaciones al gobierno nacional de sobornar a varios senadores para que votaran a favor de esta ley. Esta reforma incluía la extensión del período de prueba de 1 a 6 meses, con opción de la renovación y la eliminación por 2 años de los convenios colectivos. Esta última reforma fue derogada en marzo de 2004 durante la presidencia de Kirchner.
¿Cuáles son las principales modificaciones que introduce esta ley?
Según el abogado laboralista: “La reforma laboral tiene varios cambios, que lo que hacen es disminuir los derechos de las personas que trabajan, entre ellos la eliminación de las indemnizaciones por ausencia o deficiencia registrada”. Es decir lo que comúnmente se denominaba “trabajo en negro” y que, según la ley anterior, antes era sancionado a través del pago del empleador de una indemnización y con esta reforma quedó suprimido.
“Otra modificación es la eliminación de sanciones. Antes había una sanción para el empleador que retenía los aportes para depositarlos en el sistema jubilatorio o en la obra social, y no lo hacía. Lo que generaba la ley anterior eran indemnizaciones, derivadas de incumplimientos que provocaban un daño, como que no tengas obra social. Había una sanción para los empleadores que te despedían y te obligaban a que les hicieras juicio. Todas estas indemnizaciones se eliminan”, continuó explicando Arce.
Según el presidente del Foro de Institutos de Derecho del Trabajo, la nueva ley “habilita que por medio de los convenios colectivos se aumente el período de prueba. Antes eran 3 meses, ahora se pasaron a 6,8 o hasta 1 año, en caso de que el convenio así lo determine. Esto implica que un trabajador antes de la reforma, pasaban los 3 meses y, si lo despedían, tenía derecho de indemnización, y hoy para que el trabajador tenga ese derecho va a tener que esperar a que pase el año recién”.
La reforma laboral crea la figura del “independiente con colaborador”: “Aquellos independientes que cuenten con hasta 3 colaboradores, sabrán que estos últimos, al no considerarse trabajadores, no contarán con derechos laborales. También introduce cambios en la registración laboral: quien te registra puede ser cualquiera, no importa si es el empleador”, explicó el docente de la UBA, remarcando el carácter regresivo de esta ley.
Consultado sobre los fundamentos de la nueva ley, Arce aseveró que “la ley laboral no tiene como función crear empleo, ser un atractivo para que vengan inversiones extranjeras, no tiene como función generar la baja de la informalidad laboral, eso se consigue a través de las políticas estatales. La ley laboral tiene un solo fundamento: surge porque hay una desigualdad entre el trabajador y el empleador. Entonces lo que debe hacer la ley laboral es crear desigualdad a favor del trabajador, para que compense las desigualdades que se dan en los hechos”.
¿Qué les espera a los trabajadores?
“Esta ley va afectar negativamente a los trabajadores. Un trabajador a prueba va a estar pensado durante 8 meses, si va a quedar o no en su trabajo, y esto lo va afectar psicológicamente”, indicó Villagra. El trabajador sumaría entonces a las ya malas condiciones laborales, a los bajos salarios, esa incertidumbre constante sobre su estabilidad laboral. El licenciado en Relaciones del Trabajo señaló además que esta reforma afectará a las organizaciones gremiales ya que “apunta a la desfinanciación de los sindicatos, y con ello les quitaría fuerzas”.
“Todo este tipo de reformas a lo que apunta es a precarizar al trabajador. El empleado del estado ya está precarizado”, indicó González, miembro del SITRAM. “Esta ley va a generar una inseguridad en los tipos de contrataciones, no vas a tener la estabilidad en tu empleo, más allá de los derechos que nos quita, como las indemnizaciones. La condición de monotributista va a hacer que vos seas autónomo siempre, te subcontrata una empresa, entonces si te tomás vacaciones, no cobrás”, explicó el sindicalista.
González explicó el temor de que esa precarización se agrave en el ámbito estatal: “Se van a tener más empleados eventuales en lugar de contratados, hoy la modalidad de las cooperativas que se implementan en Moreno es ya precarización laboral”. En relación al poder de los gremios, el sindicalista reforzó lo dicho por Villagra al declarar que “hoy la ley da diferentes formas para discutir tu sueldo, entonces, ¿de qué manera vas a discutir tu salario? La utilización de las cooperativas hoy te quita fuerza como gremio, y con la nueva ley esto se va a profundizar”.
El miembro de SITRAM hizo un mea culpa al manifestar que “también está la responsabilidad de los gremios de transformar los planes de lucha a los nuevos tiempos. Hay que hacerse cargo de a veces no estar a la altura de las circunstancias para generar esos cambios”. De esta manera apuntó a que estas organizaciones deben replantearse las formas de enfrentar estos contextos tan difíciles para sus representados.
Desde la sociología, Argibay indicó que “esta ley va a generar un aumento de la desigualdad”. Y a continuación explicó: “El neoliberalismo, más allá de presentarse como un modelo económico, es una matriz de producción subjetiva, y esta nueva subjetividad plantea dificultades en el lazo social. El gran triunfo neoliberal es subjetivo, no económico”. De esta manera, este cientista social plantea que el proyecto neoliberal que sustenta esta reforma laboral apunta algo más que los beneficios económicos: tiene como meta final la desarticulación social.
“Si tomamos la reforma laboral en el contexto de la Ley Bases allí se ve algo más que una redistribución regresiva de ingresos, lo que intenta es una desarticulación definitiva de todo actor social con posibilidad de cuestionar toda asimetría de poder y de la distribución del ingreso que quiere imponerse. No tuvieron históricamente mejores condiciones para intentar esta instancia de regresión en la sociedad argentina que las que se les presentaron en este momento”, concluyó el sociólogo.