Flores, ex vocalista principal de la banda “El Súper Quinteto”, desde el año 2020 se encuentra en su etapa solista y cuenta con 20 años de trayectoria en el mundo de la música. Desde entonces, lanzó 2 álbumes como artista en solitario: “Te sigo enamorando” y “Pequeño gigante”. Varios de sus videos superan el millón y medio de reproducciones. Hoy, por videollamada, le cuenta a ANUNM sobre sus inicios, su presente y sus conciertos a beneficio, entre otros temas.
¿Cómo fueron tus comienzos en el mundo de la música?
Bueno, yo no estudié nunca música, pero a los 11 años más o menos aprendí a tocar la guitarra, tengo fotos de cuando tenía 3 años, muy chiquito arriba de una mesa donde me hacían cantar, era como un muñequito de fiestas. Pero siempre recuerdo que de muy chico, yendo al colegio me gustaba cantar, me elegían para estar en los actos, fiestas patrias, era como la piñata que está en todos los cumpleaños (risas), vivía cantando.
En mi época se escuchaba más que nada folclore, tango y rock and roll, no existía la cumbia, lo único más parecido en esa época que escuchábamos o que se conocía era el grupo de “Los Wawancó”, hasta que en la época del ‘70 apareció “El Cuarteto Imperial” de Colombia, trayendo el género de la cumbia y el paseíto, un estilo que después nosotros en Santiago del Estero con el tiempo lo fuimos adaptando, era un ritmo como el del cuarteto, muy parecido.
Mis primeros pasos en la música fueron el folclore y después el rock and roll de la época, cuando yo tenía 13 – 14 años. Y al ser santiagueño, una de las bandas que se escuchaban en Santiago eran “Los Manseros Santiagueños”, banda mítica que tiene más de 50 años de trayectoria y se convirtió después en número 1 del folclore. Ya para los ‘80 se empezó a escuchar un poco más la guaracha, y a mí personalmente me gustaba mucho, era parecido a lo que hago yo actualmente. Nos invitaban a lugares a cantar y nos prendíamos.
¿Cómo fue la decisión y el proceso de pasar a ser solista, luego de haber formado parte de una banda muy escuchada como lo es “El Súper Quinteto”?
Fue algo muy rápido, un poquito dolorosa en su momento y sorpresivo. Yo arranco en el 2002, ya había pasado por otros grupos de cumbia, había cantado cuarteto, había tenido una banda de folclore , siempre ligado a la música. En el momento que yo había decidido no cantar más, tenía 36 años, y me salió esa posibilidad de estar en un grupo de guaracha y por la compañía Magenta para ir a probarme, como ya tenía esa edad no quería ir.
Yo decía: “Si no lo hice cuando era joven, ahora mucho menos”, y un amigo mío en ese momento me dijo: “Yo sé que vas a quedar, te tengo fe, vos cantás bien”. En ese momento hasta le mentí, le decía que no tenía dinero para pagar el viaje, pero él me decía que me lo pagaba y que vayamos juntos, así que tuve que ir si o si, ya era el destino (risas). Ahí conocí a una persona que es muy importante para mí hasta el día de hoy y que no se encuentra más entre nosotros hace un par de años, él me hizo ingresar a “El Súper Quinteto”, Beto López.
Él me dijo que agarre la guitarra y le toque un tema, me lo tarareó un poquito y listo, llamó al productor y dijo “ya tengo el cantante para el grupo”, yo quedé sorprendido porque me había escuchado 2 o 3 minutos y me dijo: “Mirá, yo estoy igual que vos, soy grande igual que vos y quiero probar suerte, esta es mi última posibilidad, me gusta la música igual que vos”. Él ya había triunfado con un grupo de chamamé tropical que se llamaba “Los Caté”, y bueno, armamos un grupo y recuerdo que él no sabía tocar guaracha y le comente que era igual al chamamé tropical, él dijo de intentar hacer otra cosa, buscar un toque distinto, realizar algo juntos y ver qué salía.
Un productor me dijo que le gustaba mi voz y que era distinto a lo que estaba en ese momento, era el auge de la cumbia villera y ahí aparecimos nosotros con algo totalmente distinto al resto, nos miraban como sapo de otro pozo, con ropa distinta, usábamos saco y pantalones pinzados largos, bien guaracheros (risas), pero tuvimos la suerte de que les gustamos y teníamos el cariño de la gente en ese tiempo. Es así, que cuando íbamos a “Pasión de sábado” éramos el único grupo de ese estilo y el resto eran grupos de cumbia villera.
Cuando comenzamos a aparecer en ese programa, nos costó muchísimo tener adaptación con el público, es así que tocábamos en tres boliches que tenía la compañía en Palermo, Once y Casanova. En el momento en que la compañía nos estaba por soltar la mano, nos llaman de Chaco y fuimos a probar suerte en una gira en la cual nos fue bárbaro, y empezamos a remar. Fuimos a Neuquén, Río Negro, muchos lugares del sur, y empezábamos a ser conocidos como “El Súper Quinteto”.
Después del tercer disco decidimos irnos los cinco de la compañía, y nos fuimos. Cuando voy a Santiago me llama un productor, le comento que ya la banda no existía como tal, que ahora nos llamábamos “El Súper”, nos arriesgamos y él hizo lo posible para llevarnos hasta Santiago del Estero y nos armó una gira de 12 bailes, nos fue muy bien. Para el año 2005-2006 cambiamos el nombre a “El Súper de Oro”, con el cual grabamos casi 12 discos con mi voz, hasta que hubo diferencias con uno de los miembros, lo cual desata que comience mi carrera como solista de forma repentina.
Yo además de cantante también soy compositor, y muchas de las canciones de las bandas en las que estuve son mías, así que mucho no me costó para arrancar mi carrera como solista y así empezó, un 17 de agosto del 2017. Ya lancé dos álbumes: “Te sigo enamorando”, “Pequeño gigante”, y ahora este tercero llamado “Inimitable!”.
En 2020, durante la pandemia, se hizo viral uno de tus videos musicales, la versión de “Te hubieras ido antes” perteneciente a tu primer álbum solista “Te sigo enamorando” y que comenzó a tener mucha repercusión entre los usuarios de las redes y oyentes. ¿Qué sentiste en ese momento y cuál fue tu reacción al saber todo lo que estabas causando en tu nueva etapa como artista?
Me llamaba la atención, porque yo hice todo solo, sin un productor ni respaldo que me ayude a realizarlo. Me arriesgué y salí, con mi experiencia empecé a hacer videos para todos los fanáticos y traté en la pandemia salir a grabar, en ese momento solo podías salir de a uno y muy poquitas horas, en Santiago se podía 4 horas al día, entonces aprovechaba 2 horitas para salir a grabar solo. Primero grababa la guitarra, después el bajo y así sucesivamente, por pedacitos. Me las fui ingeniando para poder grabar.
En Santiago del Estero fui el único, y esto lo digo con orgullo, el único que hizo un streaming, con todo lo que requería (estudio de grabación, músicos, iluminadores, desinfectante en las puertas, etc.), hice todo lo que debía hacer, invertí lo poco que me quedaba para llevarlo a cabo, pagar la comida, los sonidistas, filmadores, el estudio, entre otras cosas. No fue fácil, pero tenía que seguir estando vigente, y así empecé a sorprenderme de las redes sociales, de la gente que me mandaba videos comiendo asado escuchando mis temas, me pedían saludos todo el tiempo por video, llegué a mandar más de 50 por día durante la pandemia, eran personas que yo no conocía, pero que si me pedían le mandaba, en mi casa o en el auto.
Hablando ahora más sobre tu música y tus canciones, ¿Qué tenés en cuenta a la hora de realizar los temas? ¿Cómo suelen ser las giras o los eventos donde participas?
A mí me gusta mucho la música de afuera, ya con “El Súper Quinteto” hacíamos mucha bachata y éramos criticados por eso. Empezamos a hacer canciones más románticas, vi que al público le gustaba escuchar canciones sobre el amor. Siempre pensamos en los chicos, muchos por ahí estaban metidos en la droga y necesitaban que les hablemos desde el amor y no usar canciones con letras que hagan referencia a las adicciones o el consumo, buscábamos hablar de otra cosa, apuntábamos más a la cabeza y el corazón, y mostrarles al público de ese momento que se podía hacer música con ese tipo de letras.
Con respecto a las giras, no es fácil. Son muy lindas para nosotros como músicos, pero es algo muy sacrificado. Me perdí muchas cosas por las giras, cumpleaños de mis hijos, bautismos de mis nietos, pascuas, navidades, años nuevos, pero arriesgué para estar en donde estoy ahora. Si hay algo de lo que me arrepiento ahora es de no haber estado mucho tiempo con mis hijos, que cuando voy a Buenos Aires cundo tengo tiempo lo uso para estar con ellos, con mis viejos y mis nietos, juntarnos y comer asado, disfrutar más.
¿Podrías contarnos a ANUNM sobre los shows que solés realizar a beneficio?, ¿Cómo es, cómo surge y que te ocasiona tanto a vos como a los músicos realizar este tipo de acciones?
A mí me gusta hacer beneficios para la gente que realmente lo necesita. Hay gente que quiere hacer para cualquier cosa, en mi caso priorizo donde está más la necesidad, soy un bendecido, y como cabeza de grupo les digo a mis músicos que nosotros somos bendecidos, porque estamos en el lugar que queremos y que dios nos elige todos los fines de semana para trabajar, salimos bien vestiditos y trabajamos de lo que nos gusta. Yo he ido a tocar a un hospital de chicos con cáncer acá en Santiago del Estero, fui a comedores, doné mercadería, me gusta colaborar. Donde llaman y veo que hay necesidad les digo: “Contá conmigo”, y los muchachos míos saben que si yo les digo que es a beneficio es porque de verdad lo necesitan.
¿Tenés alguna canción tuya preferida, o la que sepas que le gusta más a tu público?
Últimamente tengo mi canción preferida, de letra y puño que escribí y puse la música que se llama “Corazón Maldito”, fue nominada a los premios Gardel, el álbum lleva el mismo nombre que el tema y lo llevo muy presente. Fue algo muy importante, que me hayan nominado a mejor canción y mejor álbum, y “Tres noches” es la canción que más pide el público y que no se puede sacar del repertorio.
La guaracha no es un género que se se conozca mucho en Buenos Aires. Qué les dirías a todos los nuevos artistas que quieren entrar al mundo de la música con este género?
Dijiste una gran verdad. Un productor y representante grande de la movida tropical, Chacho Franco, a él le preguntaron por esta movida de la guaracha que está entrando y dijo: “No, no. No se equivoquen, la guaracha no está entrando en Buenos Aires, el único que entró es Huguito Flores”, y eso me llenó de orgullo. Hoy por hoy, el único cantante santiagueño que recorre el país de punta a punta y que hace boliches bailables y reguetoneros en Buenos Aires es Huguito Flores. Y a todos les diría que en la música no se trata de competir, yo nunca competí con nadie, se trata de compartir la música y difundirla. Yo hice eso y la gente me levantó el pulgar.