Nuestro derecho, nuestro lugar, nuestro futuro…

Texto:

Estudiante de Comunicación Social (UNM)

“El océano es quien hace la tierra habitable”

La científica chilena Catalina Velasco es bióloga marina y acaba de publicar "Vida Sumergida. Por qué necesitamos el océano", en donde se sumerge en los secretos de ese espacio tan vital como misterioso. ANUNM la entrevistó para que hable de su obra.

Ella realiza su Doctorado sobre Ciencias Antárticas y Subantárticas en la Universidad de Magallanes. Además, es exploradora de National Geographic y fue la primera latinoamericana en realizar una expedición a los Fiordos Patagónicos en la zona austral de Chile con el equipo de Pristine Seas, dependiente de aquella institución. Se desempeña como investigadora en Fundación Meri y es co-fundadora de Fundación Mar y Ciencia, donde realiza comunicación de la ciencia.

Vida Sumergida: Por qué necesitamos el océano (Editorial La Pollera) es su primer libro de divulgación científica, en el que relata cómo funciona el océano, la gran biodiversidad que posee así como su papel fundamental en el mantenimiento de nuestra vida y las amenazas a las que está sometido debido a la acción humana. Catalina habló por videollamada con ANUNM sobre qué la inspiró a escribir este ensayo, la importancia de la comunicación sobre el océano y de qué forma se puede contribuir a su protección.

¿Qué te motivó a escribir este libro?

Me encanta el océano, me encanta pasar tiempo en él. Pero también es darme cuenta de lo importante que es para nosotros como humanidad el poder tener esta sensación de que gracias a él estamos vivos. Y quería compartir eso con las demás personas, que todos pudiéramos ver que realmente el océano es quien hace la tierra habitable. Y esas ganas de comunicar la importancia del océano en nuestra vida es lo que me llevó a escribir el libro finalmente. Cuando de la editorial me invitan a escribir un libro con la temática que yo quisiera, quise que fuera eso: ¿por qué el océano es tan importante para nosotros? Porque creo que así es más fácil que podamos también comprometernos con su protección y su cuidado. Si nos damos cuenta todo lo que él hace por nosotros vamos a tener más ganas de hacer cosas por el océano también.

Además de ser bióloga marina de profesión te dedicás a hacer comunicación de la ciencia y este libro es parte de eso. ¿Por qué considerás que es importante hacer comunicación de la ciencia? ¿Cómo ves que se comunica la información acerca del océano?

Yo creo que tenemos una deuda con la comunicación sobre la importancia del océano y sobre la comunicación de la ciencia del mar en general. Afortunadamente cada vez hay más divulgadores científicos y esto es importante porque la comunicación científica es lo que genera este puente, este nexo entre el mundo académico que a veces es muy hermético y que se habla en un idioma particular y para gente que está muy especializada en un tema. Entonces, así se genera este puente entre el mundo académico y la sociedad civil, las personas que no tienen necesariamente por qué entender el lenguaje de un paper,  por ejemplo. Entonces los comunicadores científicos traducen esta información y la hacen mucho más accesible para la comunidad. Y esto es importante no solo porque la ciencia se desarrolla gracias a los impuestos de todas y todos, ya ahí tenemos una deuda ética con la sociedad porque si ellos invierten en el desarrollo científico nosotros también tenemos que ser capaces de decirles: “Mira, con tus impuestos se está haciendo esto y esto”.

Pero va mucho más allá de eso también. Comunicar ciencia tiene que ver también con poder democratizar el conocimiento, tratar de equiparar la cancha entre personas que tal vez acceden a una educación más deficiente porque no tienen el poder adquisitivo. En Chile, por ejemplo, si tú no tienes dinero no puedes acceder a una educación de calidad. Entonces, la comunicación científica también nos ayuda a cerrar esas brechas. También ayuda a que las personas entiendan cómo funciona la ciencia, que es un proceso hecho por personas, que ha sido revisado por un montón de pares, que es un proceso largo. Entonces, por muchas razones es que necesitamos la comunicación científica. Y estoy muy esperanzada del futuro porque veo que cada vez hay más interés de comunicar ciencia y de darle un espacio dentro del quehacer científico también.

 ¿Qué es lo que creés que no se comunica o se comunica mal sobre el océano?

Comunicar sobre el océano nunca es tan fácil porque es un ambiente muy desconocido para nosotros. Tenemos el sesgo terrestre, solemos mirar hacia la tierra y solemos darle la espalda al océano. Entonces ahí hay una dificultad. Pero, por otro lado, hablar sobre el océano es tremendamente atractivo y a todos nos llama un poco la atención ese mundo desconocido. Es como hablar del espacio, siempre está eso de que lo desconozco pero me llama la atención.

Entonces yo no sé si es que se comunique mal pero sí a veces cuesta hacer este click de que sin el océano realmente no podemos habitar sobre la tierra. Y eso es vital, porque uno cuando piensa en el océano piensa en que es fuente de alimento, piensa en la pesca, en que nos proporciona un medio de transporte. Se lo ve muy desde un punto de vista utilitario, pero nos falta el entender que el océano es mucho más que eso. El océano aporta la mitad del oxígeno que respiramos y eso yo creo que es un discurso que aún no está tan claro pero veo que cada vez es más común. Ya no solamente hablamos del océano como fuente inagotable de riquezas sino que se ve como el gran motor del resto de los ecosistemas, del correcto funcionamiento de la biosfera.

En el capítulo 5 hablás sobre la biodiversidad en el océano. ¿De qué organismo marinos creés que se habla poco?

Uno de esos sería el fitoplancton. Estos organismos microscópicos (que pueden ser cianobacterias, diatomeas, dinoflagelados) hacen fotosíntesis en el océano. El fitoplancton es lo que mantiene los procesos en el océano, son los productores primarios, son los que aportan el oxígeno pero además son fuente de alimento. Son la base de las tramas tróficas y eso los hace tremendamente importantes. Y desde el punto de vista científico también desconocemos mucho de lo que está ocurriendo en el fondo del océano, es un mundo muy inexplorado del océano profundo debido a las limitaciones logísticas, incluso económicas, tecnológicas. Las expediciones al océano profundo son difíciles entonces cada vez que se hace una expedición se están descubriendo especies nuevas. Entonces aún queda mucho por descubrir, casi el 80% del océano.

En el capítulo 7 desarrollás las amenazas a las que está expuesto el océano debido a la acción humana. Sin embargo, ¿creés que se haya logrado algo en pos de intentar detener ese proceso?

Sí, yo veo que cada vez hay más urgencia pero aún no se está actuando con la urgencia necesaria. Pero se están haciendo cosas, se están creando más áreas marinas protegidas, acuerdos nacionales e internacionales también. Por ejemplo ahora Chile va a firmar un tratado con Canadá para hacer un corredor marino protegido. Lo mismo está pasando en Centroamérica y en diferentes partes del mundo. Entonces, los tomadores de decisiones, los políticos, los gobiernos se están dando cuenta de que para salvar a la humanidad hay que salvar al océano. El tema es si vamos a actuar con la suficiente urgencia.

Velasco es bióloga marina y fue la primera latinoamericana en realizar una expedición a los Fiordos Patagónicos en la zona austral de Chile con el equipo de Pristine Seas, del National Geographic.

Hablás en algunos tramos del libro de carbononeutralidad. ¿Podrías explicar un poco más este concepto?

La carbononeutralidad significa lograr emisiones de carbono iguales a cero. Es decir, lo que se libera hacia la atmósfera (ya sea por el transporte, por la producción de energía que utiliza combustibles fósiles como el carbón y el petróleo) es dióxido de carbono. Entonces, la idea es lograr que estas emisiones sean iguales a lo que nosotros podemos secuestrar de la atmósfera. Esto no es lo ocurre ahora sino que liberamos más de lo que el planeta tiene la capacidad de absorber. Y esa es la meta: lograr una carbononeutralidad al 2050. Es uno de los objetivos planteados en el Acuerdo de París y es algo que se tiene que hacer.

¿Qué medidas legales son necesarias para lograrlo?

Bastante en realidad y se tienen que abordar desde un ámbito político, económico y social. Por ejemplo, en Chile hace un par de años se creó un documento del CR2 (Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia) sobre la identificación de reformas legales para alcanzar la carbononeutralidad al 2050. Ahí se mencionan varias medidas que se deberían implementar. Por ejemplo, el uso de energías renovables no convencionales; maximizar la eficiencia energética; el cierre de centrales de generación eléctrica de carbón; electromovilidad; la protección de bosques submarinos, que son grandes receptores de CO2. También lograr estrategias de definición a nivel nacional para determinar cuáles van a ser las prioridades dentro del país para alcanzar esta carbononeutralidad. Entonces, son muchas las medidas que se tienen que implementar y el momento de actuar es ahora.

También nombrás el papel del plástico como un gran contaminador. ¿Creés que exista alguna forma de reducir nuestro consumo al mínimo?

Eso espero. Sin un cambio de hábitos, de cómo nos relacionamos con el plástico vamos a estar perdidos. El problema no es el material, el problema es cómo nos relacionamos con ese material. Tenemos que exigir también políticas públicas de reducción de plástico en el comercio. La mayor cantidad de plástico que llega al océano viene desde tierra firme, el 80% aproximadamente. No es solamente redes de pesca que andan por ahí dando vueltas, que también son parte del problema, pero también tiene que ver con lo que consumimos en casa. Ahora en julio se viene la campaña “Julio sin plástico”, entonces les invito a quienes lean la entrevista que en este mes busquen un ítem plástico que sacar de su vida. Comprométanse con el champú en barra, con usar las bolsas reutilizables, cambiar sus botellas, lo que sea. Y al mes siguiente van con otro y así, es un cambio paulatino pero que es tarea de todas y todos.

Comparte esta nota 

otros artículos
relacionados

Agencia de Noticias de la Universidad Nacional de Moreno

Av. Bme. Mitre N° 1891, Moreno (B1744OHC), provincia de Buenos Aires.
Edificio Histórico – Ala Oeste P.B. – Interno: 3771
Teléfonos:
0237 460-9300 (líneas rotativas)
011 2078-9170 (líneas rotativas)
Correo electrónico: anunm@unm.edu.ar

UNM_bicentenario_blanco
Ingresar usuario y contraseña
Logout